✧ ─ 𝐄𝐋 𝐉𝐔𝐈𝐂𝐈𝐎

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— El juicio comienza— expresó llamando la atención de todos los presentes—. La audiencia de hoy se debe a delitos cometidos por la joven Charlize Ginger  Kliment Grindelwald Gaunt. Quien reside actualmente en el castillo de Hogwarts—. Esto ultimo, lo pronuncio con lentitud y mirando fijamente a la albina—. La joven Grindelwald es acusada por el asesinato del joven Diggory y de la señora Gaunt, además de presentar cargos de complicidad al que no debe ser nombrado y posible uso de magia negra ¿Señorita Grindelwald, acepta usted los cargos?

— No señor. Yo no lastimé a Diggory y mucho menos a mi madre— respondió con seriedad.

— ¿Qué responde a las acusaciones de complicidad al que no debe ser nombrado y al uso de magia oscura?— Cuestionó Fudge. Charlize guardó silencio por un momento, provocando que el salón explotara en murmullos.

— Es cierto que soy hermana de Voldemort...

— ¡No pronuncie su nombre!— lleno de terror gritó.

— No me interrumpa ¿Qué acaso no le enseñaron modales, ministro?— cuestionó. En lo que llevaba en esa sala, Charlize no había despegado su mirada dura y firme del ministro.  El tribunal se mantuvo en silencio, incluso Fudge—. Como seguía diciendo, sí, es cierto que soy su hermana. Pero yo no tengo nada que ver con él. Mis padres han cumplido con la tarea de llevarme por un buen camino... Desde antes que entrara a Hogwarts han evitado que tengo comunicación con Voldemort—. Mintió un poco. Al volver a pronunciar aquel nombre la audiencia ahogó un grito—. Usted mas que nadie, ministro, sabe que yo no tuve en la escena del crimen. Fue Voldemort quien asesinó a Diggory y a mi madre ¡Su propia madre!

— Le pedimos por favor, que no vuelva a utilizar ese nombre señorita Grindelwald, tenga respeto por las personas presentes—. Habló una mujer de mandíbula cuadrada y pelo gris.

— ¡El no ha vuelto! ¡Sea sincera señorita Grindelwald! O, ¿acaso tiene pruebas?— en el salón reinó el silencio. Cornelius sonrió de apoco—. ¿Tiene a alguien que pueda corroborar su argumento?

— Harry—. La albina había dudado si meter a Harry, pero el era el único que había estado ahí en carne y hueso—. Harry Potter, el-...

— El señor Potter está fuera de esto. No está en condiciones de testificar.

Charlize no sabía que responder, pero pronto el rostro de dos personas llegó a su mente— ¡Nott y Malfoy! El señor Nott y el señor Malfoy estuvieron ahí ¡Eran mortífagos!

— ¡No mienta joven Grindelwald! ¡Es un crimen mentir en el juicio!

— ¡No miento! Aquí el único que miente con tonterías es usted.

— ¡Silencio!— intentó callarla Fudge.

— Digo la verdad, lo juro. Los vi.

— ¿Los vio? ¿Cómo? Usted misma testificó que no estuvo en la escena del crimen—. Contradijo el ministro.

— El quiso que yo lo viera... Quiso dejarme en la locura, pero no pudo. Él fue quien me dejó ver todo lo que sucedió, ¡No miento!— Los presentes comenzaron a murmurar. El salón comenzaba a descontrolarse, antes que el sonido del mazo se escuchara golpear la madera varias veces, logrando que el silencio reinara una vez mas.

— Lo que dice son mentiras. No hay forma que le crean lo que dice ¿O me equivoco? Quien esté a favor de la joven Grindelwald, levante su mano—. Ordenó Cornelius. Solo unas cuantas personas alzaron la mano, entre esos la mujer de cabello gris; Bones.

𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐈𝐙𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃: 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑟𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora