✧ ─ 𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍̃𝐎 𝐃𝐑𝐀𝐌𝐀

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— Grindelwald— la albina frunció el ceño irritada al saber quien la llamaba.

— No estoy de humor para hablar con tu insoportable cara de culo, Yaxley—. respondió sin mirar a la chica.

— No empieces Yaxley, mejor vete—. defendió Theodore, quien en ese momento estaba esperando a Charlize que saliera del baño a petición de Pansy.

Pronto escuchó la risa de la serpiente—. Cállate Nott. Y Charlize, es una lastima que tu humor no te permita ver mi hermoso rostro, en fin. Dumbledore me pidió que lo esperaras afuera de su despacho.

Dicho eso y extrañamente, la slytherin le guiñó un ojo a la albina, dejándola no solo a ella, sino también a Nott confundidos.

— ¿Acabas de ver lo mismo que yo?— preguntó sin dejar de mirar por donde la chica se fue.

— Lo vi perfectamente o quizás estamos drogados y comenzamos a alucinar—. respondió Theo mirando de la misma forma que Charlize—. Será mejor que vayas con Dumbledore, te acompaño—. mencionó el chico tomando a Charlize del hombro para que lo siguiera.

[...]

— ¿Qué es todo esto?— preguntó algo asombrada.

— Será tu habitación— comentó con una sonrisa Dumbledore—. Verás, ser hija del director tiene algunos... beneficios— guiñó.

— ¿No es algo injusto? Todos comparten habitación.

— ¿No te gusta tener habitación propia?

— No es eso, solo que, ¿No crees que se molestarán los demás?

— No tienen por qué enterarse— dijo con la misma sonrisa divertida—. Además, era necesario que tuvieras una habitación para ti y fuera de la común de Slytherin. Así podré tener acceso rápido a tu habitación cuando tengas algún problema.

Aquello había molestado un poco a Charlize. Desde que había comenzado a vivir en Hogwarts con Dumbledore y los demás profesores, no le quitaban la mirada de encima. La albina agradecía que se preocuparan por ella, pero pensaba que no era necesario la exageración que tenían. Ella estaba bien, o al menos intentaba estar bien.

— Creo haber dicho que estoy bien. Dejen de sobre exageran todo. No necesito que me tengan vigilando veinticuatro siete.

— Nadie está sobre exagerando, Charlize. Sólo me preocupo por tu bienestar.

— Pues no quiero que te preocupes tanto. Déjame intentar vivir como una persona normal. Estoy bien, ustedes me han ayudado a proteger mi mente de Thom, y es suficiente—. Hablaba sin mirar a Dumbledore—. Gracias por la habitación. Si tengo algún problema, se lo haré saber a Severus. No te preocupes.

Luego de unos segundos, Dumbledore habló—: Bien, te dejaré para que descanses—. dio media vuelta para salir, pero antes de ellos se detuvo—. Y, Charlize, ni intentes alejarte de tus amigos.

— ¡Severus es un chismoso!

— No fue Severus quien me lo dijo— Respondió con una pequeña sonrisa—, pero me alegra que hables con el. Buenas noches.

Pronto escuchó como la puerta, o más bien, el cuadro se cerraba. Charlize se dedicó a mirar la gran habitación que ahora le pertenecía.

Su habitación compartía los colores de la sala común de Slytherin, la decoración de igual manera, sin embargo, al mismo tiempo era distinta.

Al entrar a la habitación, lo primero que se veía era una pequeña sala en donde habían dos sofás de color verde y una pequeña mesita en el centro, arriba de esta reposaba una lámpara.

𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐈𝐙𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃: 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑟𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora