✧ ─ 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐂𝐈𝐄𝐋𝐎

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— ¡Noo!— gritó despertando de aquella pesadilla. Al voltear a ver por la ventada, el sol comenzaba a salir —."Al menos dormí algo más"— pensó la albina. Sin embargo no dejaba de pensar en lo que había sucedido; en como había visto morir a su madre y no pudo hacer nada.

Pronto se escucharon unos pasos acercarse con rapidez a la habitación de la albina. Tan pronto como se escuchó el sonido de la puerta se abrió, unos brazos la acogieron.

— Tranquila cariño— susurró suave la voz masculina de su padre. Este sobaba la espalda de la menor, intentando consolarla—. Lamento que haya sucedido esto. Lamento que tengas que sufrir esta perdida tan joven... Puedo comprender tu dolor en gran parte. Yo también perdí a mi madre, estando muy joven...

— Es mi culpa— murmuró entre llantos—, es mi culpa. Si me hubiera alejado de Tom desde el momento que lo conocí, nada de esto estuviera pasando...Si tan solo la hubiera obedecido... Si tan solo no hubiera encontrado el cuadro de Slytherin y no lo hubiera escuchado, mamá estaría aquí conmigo... Es mi maldita culpa... Por mi maldita existencia.

— Eras tan solo una niña Charlize y los niños con su inocencia no saben lo que es malo y lo que es bueno...Los adultos le deben de enseñar—. verbalizó sin separarse del abrazo—. Merope hizo todo lo que estuvo a su alcance para que Tom dejara la magia oscura... Antes, mucho antes que nacieras, ella fue al orfanato donde se crio Tom, pero las cuidadoras no le permitieron verle... Cuando naciste, a pesar de ser riesgoso, ella volvió acercarse a Tom, quiso que el te conociera, quiso que el también fuera parte de la familia. Pero, en consecuencia, el intentó asesinarte, pero como no pudo, te maldijo... No es tu culpa que Tom asesinara a tu madre... El nunca se dejó querer a pesar de que Merope le brindó su amor de madre, su alma ya estaba podrida en rencor y odio.

— Pero yo no pude hacer nada...

— Muchas veces no está a nuestra mano poder salvar a los que queremos... Siempre me culpe por la muerte de mi padre, pero luego entendí que estaba fuera de mi alcance salvarlo... Tuve que dejarlo ir y seguir adelante... Tu tienes que hacer lo mismo, se que no es fácil, pero poco a poco lo harás.

— No quiero dejarla ir— sollozo aun más.

— Tienes hacerlo Ginger. Tienes que dejarla ir, pero jamás olvidar— habló dejando un beso en la coronilla de la frente de su hija—. Ven, demos un pequeño paseo— dijo separándose del abrazo.

— Son las cinco de la mañana papá— se quejó al ver que Gellert hablaba en serio.

— ¿Y eso qué? No has escuchado que, el que madruga, Merlín lo ayuda. Vamos levántate.



[...]

— Cuando dijiste que sería un pequeño paseo, no creí que sería viajar por traslador de un continente a otro ¡arriesgándose! a una despartición—. bufó enojada.

— ¡¿Le dijiste que sería un pequeño paseo, Gellert Grindelwald?!— exclamó alterada Vinda, mientras sujetaba a la pequeña Amélie, la cual vomitaba.

— Quizás— respondió con nervios.

— ¿Al menos ya le dijiste?— Vinda murmuró bajo luego de que Charlize se alejara un poco. El albino negó—. ¿Y cuándo piensas decirle?— habló entre dientes.

— Seguiremos con el "pequeño paseo", o se quedarán echando chisme como señoras?— se escuchó a pocos pasos, claramente de malhumor.

— Ni te atrevas a regañarla... suficiente con que no le has contado nada y que Albus le prohibió a sus amigos escribirle... idiotas— murmuró bajo lo último, pero audible para Gellert.

Al pasar el tiempo, sus padres creyeron que la albina superaba la muerte de su madre, pero estaban equivocados. Los cambios de humor de Charlize eran drásticos. Incluso habían momentos en que Gellert pensaba que Charlize estaba alucinando. 

Por momentos actuaba como si hubiera superado la perdida de Merope. A los minutos lloraba desconsoladamente y se lamentaba una y otras vez su muerte. Se culpaba de mil maneras. Se lastimaba. Luego pedía perdón por su actuar. Luego estaba tranquila. De pronto se sentía irritada y enojada. Luego volvía a estar depresiva y así sucesivamente.

Amélie había aprendido a saber en que momento no debía ni de respirar cerca de su hermana. A pesar de ser tan joven, la menor comprendió que Charlize se encontraba muy triste porque su mamá se había ido al cielo. 

[...]

La noche había llegado y la familia Grindelwald había decidido descansar en un muy bonito hotel muggle.

Tras la cena y haber obligado a la albina a comer algo, todos se había acostado a dormir.

— ¿Aun estás triste porque la tía Merope se fue al cielo?

— ¡Amélie!— la albina se llevó una mano al pecho tras el pequeño susto que se dio al  ver la pequeña silueta de su hermana en la oscuridad.

— Te asuste— dijo entre risas, mientras se acercaba al pequeño balcón en el que estaba su hermana mayor—. Hubieras visto tu cara. Parecías un fantasma... perdón—. Se disculpó luego de estar riendo por un par de minutos, mas sin embargo, una pequeña sonrisa adornó el rostro de la mayor. Amélie sonrió aun más. Hace mucho no veía sonreír a su hermana—. No deberías de estar triste... ¡Anímate! La tía Merope está allá—. Señaló al cielo, confundiendo a Charlize—. ¿Ves esa estrella que está allá?— Charlize asintió—, es la tía Merope... Ella se fue al cielo y ahora es una estrella—. Aquello estrujo el corazón de la mayor. Deseaba tener la inocencia de su hermana. Sin poder resistirse envolvió entre sus brazos a Amélie, quien más que feliz correspondió el abrazo de la mayor.

















Eu pido disculpas por la tardanza. Se que había dicho que actualizaria más seguido porque estaba de vacaciones, pero me fui de paseo y no tenía señal #humildad 😭😭

Pero aquí está otro capítulo, espero que les guste.

¿Les gusta como va?

Tati Black

𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐈𝐙𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃: 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑟𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora