✧ ─ 𝐉𝐀𝐂𝐊 𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐙𝐀 𝐆𝐈𝐆𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒

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— ¿No hay problema si te hago compañía, Harry?— preguntó al ver al muchacho desayunar solo.

— ¡Charlize! ¡Por supuesto que no!— respondió con alegría.

— Hola Charlize— saludo el pelirojo que se encontraba al lado de derecho de Harry. La albina solo lo miró por unos segundos y desvió su mirada— Quería pedirte perd-...

— Ahórrate ese estúpido discurso de mierda que de seguro Hermione te hizo memorizar— interrumpió poco amigable— olvidemos esto, pero te advierto que donde me vuelvas a insultar o hacer algo contra mi. No me detendré, ni Hermione, ni Harry lo harán. Nadie. ¿Comprendes?— el pelirojo asintió con rapidez—. Ahora, ¿serías tan amable de presentarme a tu hermano? Hagrid me comentó que cuida de dragones en rumania y me interesa conocer un poco de ellos ya sabes, intentar comprenderlos.

— ¡Cuando quieras! te lo prometo— respondió.

— Vaya espectáculo el que diste ayer, me hubiera encantado verte huir de ese dragón— comentó dirigiéndose a Harry, mientras servía un poquito de  todo lo que se encontraba en la mesa—. Estaba en la enfermería— se apresuró a decir.

— Oh, entiendo. Pensé que iba a morir rostizado.

— Te digo algo— el ojiverde miró expectante— estás loco. Yo no hubiera podido hacer eso— comentó llevándose un pedazo de sándwich a la boca.

— Tu también estás loca. Hiciste enojar  al Hebrido Negro más de lo que estaba con esas raíces gigantes ¡Fuiste como Jack el caza gigantes en vida real!

— Tu también hiciste enojar a tu dragón y ¿quién es Jack el caza gigantes?

— Es un personaje de un cuento muggle

— Debe ser muy  bueno ese tal Jack como para que digas que me parecía a el.

— ¡Claro que lo es! Deberías de leer el cuento, podría ayudarte a conseguir una copia.

— No soy muy amante a los libros.

— ¿En serio? teniendo a Gellert Grindelwald como padre— dijo irónico.

— ¿Qué tiene que ver mi padre aquí?— preguntó confundida.

— Ahora entiendo porque no quedaste en Ravenclaw

— ¡¿Disculpa?!— exclamó ofendida, ¿acaso le estaba diciendo tonta?

— Leí una vez en el-...— el gryffindor fue interrumpido por la albina.

— ¿Sabes leer?— preguntó con burla, frunciendo el ceño fingiendo inocencia.

Harry la miró ofendido con su boca abierta sin poder decir nada. Cuando quiso decir algo, unas chicas idénticas de piel trigueña. Charlize las pudo recordar, eran las hermanas Patil. 

Ambas se veían nerviosas, se acercaban a pasos rápidos— Hola Harry— saludaron al unísono. Harry parecía estar atónito debido a que las miraba con extrañes.

— Hola Harry— molestó Charlize, usando el mismo tono de voz que las chicas, logrando una pequeña carcajada del azabache. Tras un par de segundos de Harry negando y tomando un poco de jugo ara calmar sus nervios. Charlize hizo una muestra de asco al ver como el jugo salía de la boca del gryffindor.

Siguió la mirada de su amigo y pudo notar quien había provocado aquella torpeza; una chica de rasgos asiáticos— Ni te dijo el "hola" y por poco de haces en los pantalones Potter— se burló pasándole un trapo al de anteojos, quien ahora se encontraba totalmente sonrojado.

De repente, una Hermione algo enojada llegó con un periódico estampándolo en la mesa  y sentándose al frente de ambos— ¡Miren esto! ¡No lo puedo creer! ¡Lo volvió hacer!

"La señorita Granger, una chica común, pero ambiciosa está desarrollando gustos por magos famosos"— leí con una cierta molestia—."Su última presa, según nos informa, no es nada menos que el bombón búlgaro, Viktor Krum. No se sabe como ha tomado este golpe Charlize Grindelwald" ¡Esa mujer la mataré! ¡Solo sabe inventar puro chisme!

— ¿Ah si?— preguntó con claros celos la albina.

— Claro que si— gruñó la castaña comprendiendo lo que Charlize intentaba insinuar.

— Lo único que ha insinuado esa señora, Rita Skeeter, y que es verdad, es que ustedes dos se traen algo— dijo Ronald con la boca llena. La castaña se sonrojó rápidamente, Charlize se mantenía seria, sin mostrar algún sentimiento a pesar de lo que Ron había dicho y Harry le daba miradas cómplices a el pelirojo.

Un silencio incómodo reinó entre los amigos, no duró mucho debido a la llegada de un niño gryffindor que parecía ser de primer año—. Le llegó un paquete señor Weasley.

— Gracias Nigel— agradeció Ron. La albina se removió un poco en su asiento al ver que el pequeño niño no dejaba de mirarla a ella ni a Harry con una gran sonrisa— Ahora no, Nigel, luego— susurró Ron—. mete— volvió a susurrar, pero esta vez un poco más fuerte al ver que el pequeño niño no se iba. Cuando el niño se había ido, Ron pudo notar la mirada penetrante que Hermione le daba pidiéndole explicaciones— Le prometí un autógrafo de Harry y Charlize, también una fotografía con Charlize—. confesó algo avergonzado.

— ¿Qué?— soltó brusca Charlize—. Puedo darle mi autógrafo, pero no una foto.

— Oh ¡vamos! solo será una foto— dijo Harry.

— No me gustan las fotos— habló— al menos de que sean para revistas importantes, ya saben— guiñó el ojo egocéntrica. 

— Solo será una fotito— comentó Ron.

— No lo haré, que se conforme con el autógrafo.

— Le darás una foto al niño, no morirás por eso— habló Hermione con el ceño fruncido.

— No lo haré— contradijo.

— Lo harás— sentenció. Charlize rendida hizo un berrinche, pero se calló. Hermione la estaba obligando a tomarse una foto con ese niño. Claro que no lo haría, aun que algo dentro de ella le decía que debía hacerle caso a la castaña.

— Mi madre me ha enviado algo— murmuró el pelirojo abriendo el gran paquete que tenía en sus manos—. Me mandó un vestido— dijo mirando lo que tenía en sus manos.

— Va con tus ojos ¿Tienes un toca?

— Deja eso Harry— regañó Ron al ver a su amigo burlarse de el. De pronto vieron al muchacho alejarse un poco de ellos, pero se acercaba a su hermana—. Ginny, esto debe de ser para ti.

— No me lo voy a poner. Es espantoso— dijo mirando feo a lo que su hermano tenía en sus manos. Charlize junto a Harry soltaron una carcajada. Incluso Hermione reí, pero moderadamente.

— ¿Qué les pasa?

— No es para Ginny— dijo la castaña—, es para ti— aquello lo dijo como si fuera lo más obvio. Provocando que muchos estudiantes; que estaban cerca de ellos, se echaran a reír.— Es una túnica de gala.

— ¿Una túnica de gala?¿Para qué?

— Como que para qué— dijo Charlize. De repente se escuchó la voz de la profesora Mcgonagall, pedía que todos los gryffindor la siguieran—. Supongo que ya sabrán, que les vaya bien— murmuró.



𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐈𝐙𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃: 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑟𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora