✧ ─ 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐔𝐍𝐈𝐎́𝐍

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La mañana de la excursión a Hogsmeade amaneció despejada pero ventosa. Después de desayunar formaron una fila delante del viejo Filch, que comprobó que sus  nombres aparecían en la larga lista de estudiantes que tenían permiso de sus padres o  tutores para visitar el pueblo.

Cuando la albina llegó frente a Filch, el conserje aspiró fuerte por la nariz, como si  intentara detectar algo malo en Charlize. Luego hizo un brusco movimiento con la cabeza y volvió a temblarle la parte inferior de los carrillos; Charlize siguió adelante y salió a la escalera de piedra y a la fría y soleada mañana.

—Oye, ¿por qué te ha olfateado Filch? —le preguntó Britney cuando se agruparon y echaron a andar a buen paso por el ancho camino hacia la verja.

—Supongo que quería comprobar si olía a bombas fétidas —contestó Charlize con
una risita—. Se me olvidó contarles…
Y les explicó lo que había sucedido segundos más tarde de haber enviado la carta
a su tía abuela, cuando Filch entró en la lechucería exigiéndole que le enseñara la misiva. A Charlize le sorprendió un poco que Hermione considerara tan interesante su historia, mucho más, desde luego, de lo que a ella mismo le parecía.

—¿Filch dijo que había recibido un chivatazo de que ibas a encargar bombas fétidas? Pero ¿quién se lo dio?
—No lo sé —respondió Charlize, encogiéndose de hombros.

—A lo mejor fue Yaxley; seguramente creyó que sería divertido— Agregó Harry.

Pasaron entre los altos pilares de piedra coronados con sendos cerdos alados y torcieron a la izquierda por la carretera que conducía al pueblo. El viento los despeinaba y el cabello les tapaba los ojos.

—¿Yaxley? —dijo Ron, escéptico—. Bueno, sí, a lo mejor fue ella…—Y siguió muy pensativo hasta que llegaron a las afueras de Hogsmeade.

—Bueno, ¿adónde vamos? —preguntó Harry—.¿A Las Tres Escobas?

—No, no —repuso Hermione saliendo de su ensimismamiento—. No, siempre está abarrotado y hay mucho ruido. He quedado con los otros en Cabeza de Puerco, ese otro pub, ya lo conocen, el que no está en la calle principal. Me parece que no es… muy recomendable, pero los alumnos de Hogwarts no suelen ir allí, así que no creo que nos oiga nadie.

















































































Un estropeado letrero de madera colgaba de un oxidado soporte que había sobre la puerta, con un dibujo de una cabeza de jabalí cortada que goteaba sangre sobre la tela blanca en la que estaba colocada.

Cuando se acercaron a la puerta, el letrero chirrió agitado por el viento y los tres vacilaron un instante.

—¡Vamos! —urgió Hermione, un tanto nerviosa. Harry fue el primero en entrar, seguido Ron, luego Britney, Hermione, Pansy y por último la albina.

Aquel pub no se parecía en nada a Las Tres Escobas, que era un local limpio y acogedor. Cabeza de Puerco consistía en una sola habitación, pequeña, lúgubre y sucísima, donde se notaba un fuerte olor a algo que podría tratarse de cabras.

Charlize no pudo ocultar su disgusto. Las ventanas tenían tanta mugre incrustada que entraba muy poca luz del exterior. Por eso
el local estaba iluminado con cabos de cera colocados sobre las bastas mesas de madera.

A primera vista, el suelo parecía de tierra apisonada, pero cuando la albina caminó por él, se dio cuenta de que había piedra debajo de una capa de roña acumulada durante siglos.

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⏰ Última actualización: Aug 30 ⏰

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𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐈𝐙𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃: 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑟𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora