Wanda Maximoff, poderosa CEO de la empresa "Maximoff Corp" es una de las mujeres más bellas del mundo, lo tiene todo pero no a tenido la suerte de encontrar a su verdadero amor, todo cambiará cuando su hermano Pietro Maximoff le de uno de los "anfit...
Solté un pequeño suspiro girando hacía el otro lado de la cama buscando el cuerpo de Natalia pero no la encontré y eso hizo que abriera rápidamente mis ojos, palmee su lugar y frunci el ceño, en ese momento se escuchó ruido en el cuarto de baño y solté una fuerte respiración.
Desde que Natalia y yo estamos juntas tengo miedo de que un día desaparezca, ella se volvió mi mundo enteró, complementando ese algo que me faltaba y la amo con todas mis fuerzas, haré lo que sea para que nadie nos separé, amarla se siente muy bien, coloqué mis manos en mi abdomen con una sonrisa radiante en mi rostro, jamás nos preguntamos si queríamos ser la novia de la otra pero era como algo tácito que ambas sabíamos.
Estuve un buen rato esperando a qué ella volviera pero cuando pasaron los minutos y ella no volvió, me preocupe haciendo que me quitará el cobertor para ir directamente al baño diciendo su nombre, abrí la puerta y pase mi lengua por mi labio superior cuando observé que Natalia se miraba fijamente en el espejo.
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-¿Nat? ¿Te encuentras bien?-. Pregunté acercándome a ella y colocando mi mano izquierda en su espalda baja.
-Yo solo... Tuve un recuerdo bastante malo en particular... Además de que el nombre de Natalia es el que ellos me dieron y quiero dejarlo atrás de alguna manera-. Murmuró soltando un fuerte suspiro para luego girar y quedar frente a frente.
-¿Y como planeas dejarlo atrás? Sabes que te apoyo en cualquier cosa que quieras hacer-. Le dije alzando mis manos para tomar su rostro y acariciar sus pómulos con mis pulgares.
-Lo sé... Estaba pensando que a pesar de que me dieron ese nombre de alguna manera me gusta e investigué lo que significa, se que me lo dio Peggy y parece ser buena, aún debemos averiguar eso pero a lo que me refiero es que aquellos que utilizaban mi nombre cuando era su anfitrión... Bueno, no repetiré lo que seguía después de mi nombre así que investigué y... Quiero que de ahora en adelante me digan Natasha-. Dijo con una pequeña sonrisa infantil provocando mi sonrisa.
-Te llamaré como quieras aunque es derribado al nombre de Natalia, ¿Segura que lo quieres?-. Pregunté sintiendo como colocaba sus manos en mi cintura.
-Si, quisiera hablar más acerca del nombre que escogí pero... No puedo cuando tengo a una mujer super sensual enfrente de mi-. Aseguró con una sonrisa ladeada y mirándome con deseo.
-¿Tan temprano Nataska?-. Murmuré con voz ronca y en un tono más agudo.
-Dilo de nuevo-. Dijo mordiendose el labio inferior, yo coloqué mis manos en su nuca.
-¿El qué? ¿Nataska? Uhm... Nataska-. Dije con tono sensual sintiendo un escalofrío por la manera en la que me miraba.
-Te amo demasiado Wanda Maximoff-. Murmuró con mucha firmeza para luego jalarme más a su cuerpo.
Mordí mi labio inferior observando sus labios, mi corazón latía como loco pero un segundo después sus labios estaban sobre los míos, no era suave, sus besos estaban cargados de lujuria pura haciendo que mi cuerpo se derritiera, un momento después bajo sus manos hasta la parte trasera de mis rodillas para luego alzarme provocando que enredara mis piernas en su cintura, Natalia comenzó andar conmigo hasta llegar de nuevo a la cama, ella tomo asiento en la orilla dejándome de pie entre sus piernas.
