Capítulo 9

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-¡Travis! Me voy.

-Vale... Oye, ¿dónde vas así de arreglada?

-Al juzgado estatal. Tengo una clase práctica allí con varios abogados buenos mirando y tengo que ir formal. Tengo que causar buena impresión porque tal vez me contraten en algún bufete de becaria.

-Vaya. Suerte.

-Gracias. -Cierro la puerta y me subo al taxi. Cuando llego al juzgado, faltan cinco minutos para que empiece la clase. Natalie y Jessica, unas amigas mías de la universidad me esperan fuera. Natalie hará de testigo y Jessica de jurado. Para los que no hacen el papel de abogado no veo cómo podran sacar provecho de esta experiencia, pero supongo que si nuestro profesor lo ha considerado educativo no lo voy a negar. Las tres vamos muy arregladas. Cuando vemos a nuestro profesor entramos y lo seguimos hasta la sala de juicio que nos han cedido para hacer la clase. Me quito la chaqueta negra y la dejo en un rincón. Natalie lleva una blusa color crema de manga larga y unos pantalones negros que no parecen para ella con su aspecto de rubia desenfadada. Jessica lleva un vestido morado ceñido y de tirantes que yo no me pondría por miedo a la hipotermia. Lleva el brillante pelo negro recogido en una cola alta. De público y de jurado hay algunos abogados, algunos bastante buenos. Veo a uno de los socios principales del bufete Rollands&Gringer, uno de los más importantes de la ciudad. Se ocupan de la abogacía matrimonial y todos los abogados de ese bufete son muy buenos. Sus clientes siempre salen satisfechos, porque ganan todos los casos como sus clientes quieren que ganen.
Este caso es el robo a mano armada de un bolso de Channel valorado en 25.000 dólares, donde encima había un Iphone 6 y cinco mil dólares más en efectivo. El papel de la acusación lo hace Trevor Clarks, un chico extremamente petulante y engreído. La demandante es Holly Williams, y el juez será el señor Spencer, nuestro profesor. Empieza la clase. Empiezo a llamar a testigos. Mi objetivo es demostrar la inocencia de mi cliente, con un as en la manga que sólo ha sido notificado a Adam, a Holly y a mí. El señor Spencer quiere ver cómo se desenvuelve Trevor cuando deje caer la bomba. La parte importante de este caso es que representa que la víctima reconoció al atracador en una rueda de reconocimiento pero que el ladrón no tiene el bolso. Una parte importante de ser abogado es confiar en que tu cliente te es cien por cien sincero, porque sino,puedes dar el caso por perdido.

-Señorita Williams, ¿a qué hora le robaron su bolso?

-Hacia las diez y media de la mañana.

-¿Y qué hacia usted a las diez y media de la mañana en la avenida Wallace?

-Fuí a ver a una amiga.

-¿Afirma usted que su atracador iba encapuchado?

-Así es.

-Por lo tanto, no le pudo ver bien la cara, ¿me equivoco?

-Bueno, tal vez pero estoy segura de que es él.

-Así que usted cree que mi cliente es el culpable a pesar de no haberle visto la cara.

-Sí. -me preparo para ganar porque este es un punto crucial. Puede servir para salvar completamente a mi cliente o no.

-Señorita Williams, ¿es cierto que hace unos días coincidió con el acusado en una discoteca y que cuando mi cliente se negó a acostarse con usted, usted se enfadó con mi cliente? Y es más, ¿es cierto que dirigió unos insultos hacia su persona, además diciendo que se iba a arrepentir de haberla rechazado?- Holly se pone blanca, a pesar de saber que todo es mentira. Sonrío para mis adentros, este caso está ganado.

-Protesto señoría, eso es irrelevante.

-Acusación cállese. Señorita Howkings, continúe.

-Gracias señor juez. Conteste, señorita Williams, por favor.

-Sí, es cierto. Hace unos días me encontré con Adam en una discoteca.

-Bien, señores del jurado. Creo que está claro. La señorita Williams no vió bien la cara de su atracador porque iba encapuchado. Además, fue rechazada por mi cliente y ella se enfadó. Veo un claro móvil para mentir. Bien, señoría, no hay más preguntas. -Termino con una sonrisa de satisfacción, y me vuelvo a sentar. Veo cómo Trevor se desespera y cómo empieza a presionar a los testigos restantes para que le digan que vieron a Adam en el supuesto robo. Cuando Natalie sube, Trevor no puede desesperarse más cuando Nat dice que cree haber visto una mata de pelo rubia asomar por la capucha (Adam es castaño). Finalmente, el señor Spencer les concede 30 minutos al jurado para deliberar. Los demás salimos fuera. El profesor Spencer me llama. Está hablando con un hombre de mediana edad. Lo reconozco. Es John Gringer, uno de los socios del mejor bufete de abogados matrimonicionalistas de la ciudad.

-Katherine, querida. Lo has hecho muy bien. Os seleccioné a ti y a Trevor porque sois mis mejores alumnos, pero creo que todos tenemos claro quién es la primera de su curso. John, te quiero presentar a mi mejor alumna, la señorita Howkings. Katherine, te quiero preentar a John Gringer.

-Mucho gusto señor. He oído hablar muy bien de su trabajo.

-Gracias querida. La verdad es que Matthew no miente cuando dice que eres su mejor alumna. Él y yo nos conocimos en la facultad. Y hoy has estado excelente. Está claro que tienes el caso ganado.

-Muchas gracias señor.

-Esa pasión, esa seguridad, esa determinación. Querida, ¿tienes algún abogado en la familia?

-John, toda la familia de Katherine es abogada. Su tío es Andre Howkings. Su madre, es Brenda Howkings. Su abuela Tania Elle.

-Vaya, una familia de grandes abogados. Conocí a tu abuela cuando iba a la universidad en Yale. Vino a dar una conferencia. La mejor que he escuchado en mi vida. Conozco a tu madre y a tu tío. He trabajado con ellos alguna vez, sobretodo para consultar pequeñas dudas de otros campos que no es la abogacía matrimonial. ¿Cómo está Brenda?

-Mi madre está bien. Está llevando el caso de fraude de la compañía Tecnon.

-Oh, es verdad. He oído hablar sobre ese caso. Y dime Katherine, ¿algún abogado matrimonialista en la familia?

-No. La mayoría han salido fiscales.

-Bueno, siempre está bien ser la primera en algo. Bien, Katherine, ¿qué te parecería estar de becaria en mi bufete? Tendría que consultarlo con Harry, pero estoy seguro de que te concederá una entrevista conjunta.

-Vaya, eso estaría muy bien. Muchas gracias, señor Gringer.

-Gracias a ti. Hoy en día faltan abogados jóvenes con ímpetu, que es lo que tú eres.

Me despido del señor Gringer. Estoy muy contenta. Tenía la esperanza de que algún bufete me contratara de becaria, pero no me esperaba que fuese ese bufete en especial. Jessica está en la sala del jurado, pero Natalie se me acerca y me sonríe.

-Adivina.

-¿Qué pasa?-le pregunto, mirándola. Parece emocionada.

-Tengo una entrevista para Smith&Smith. Johanna Smith me quiere, dice que conoce a mis padres.

-¡Vaya! Me alegro mucho por ti. Es un muy buen bufete.

-Lo sé. Estoy muy ilusionada. Si me contratan de becaria, cuando termine la carrera pordría trabajar allí. ¿Y tú qué? Te he visto hablar con el profesor Spencer y John Gringer.

-Le he gustado. A Gringer, digo. Dice que me quiere de becaria, que hablará con su socio.

-Vaya, menuda suerte, ¿no, pelirroja?

-Trevor, vete por ahí.-contesta Natalie por mí.

-Sabes que ese puesto de becario sería para mí si no fuese porque tienes camelado al profesor Spencer. Te ha dado la parte buena del caso donde te podías lucir. A mí no me ha dado nada que poder defender.

-La envidia es mala, Trevor. No es culpa mía que el profesor Spencer haya decidido que yo sea la defensora y tú la acusación. Supéralo. Seguro que algún bufete se interesa por ti.

-Te tengo vigilada, Katherine Howkings. Algún día fallarás y yo ocuparé tu lugar.

Hola. Hoy tenía el dia libre en la universidad, así que aquí os dejo mi día triunfal. Trevor no tenía nada que hacer con este caso, así que se lo agradezco mucho a mi profesor.

Compañeros de pisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora