Capítulo 16

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Me termino de maquillar y me voy. Odio que mi madre me comprometa a eventos sociales. No es culpa mía que le hayan ofrecido el puesto de jefa de gabinete presidencial. Todos los abogados de mi familia son buenísimos. Mi abuelo fue fiscal general. A veces pienso que debería decantarme por el camino de fiscal o el de penalista, como la mayoría de mi familia. Pero yo quiero un trabajo más cercano a las personas. Cojo un bolso de fiesta a juego con el vestido y meto mi móvil, las llaves del piso y dinero para el taxi. Bajo por el ascensor y cuando bajo el taxi ya está en la puerta.

-Al Four Seasons de Boston, por favor.

-Claro, señorita.

No he visto a Travis en todo el día, cosa que me extraña. Aunque ahora que lo pienso ayer por la noche no vino a casa. Seguramente se acostó con alguien. Valerie se fue ayer, porque ha surgido un imprevisto y no se ha podido quedar la semana entera. El bolso me vibra y lo cojo, es Cal.

-¿Rine?

-¿Sí? ¿Qué pasa Cal?

-¿Sabes dónde está mi hermano? No me coge las llamadas.

-No. Ayer no vino a dormir a casa. Supongo que estará en la casa de alguna chica. ¿Por qué? ¿Qué pasa?

-Nada, que mamá lo está llamando. Tenía un compromiso en Boston y quería asegurarse de que ha ido. Me ha llamado a mí para que lo llame yo, porque últimamente Travis no le coge las llamadas a mamá por lo del alquiler.

-Lo siento, no lo he visto.

-Y bien, pequeña pelirroja. ¿qué haces?

-Estoy de camino a Boston, para asistir a la fiesta de compromiso de Charlize Rowell. Mi madre me ha obligado por eso de la imagen de la familia y la representación.

-Qué divertido suena eso ¿no?

-Muchísimo.

-Si está por ahí Edward Johnson recuérdale que me debe cien pavos.

-¿Te debe dinero?

-No. Literalmente me debe cien pavos, cien animales. Una vez me pidió que lo ayudara con eso y tengo mis contactos para conseguir aves.

-¿Y tú para qué quieres cien pavos?

-Para venderlos para Navidad, obviamente.

-Bueno, está bien. Si veo a Edward Johnson le diré que te envíe a cien aves por correo a Cambridge.

-Gracias. Diile que quiero los pavos vivos.

-¿Vivos?

-¡Claro! A la gente aquí le gusta criar y matar a sus propios pavos.

-Ah... Bueno, sí. Te dejo Calum, voy a entrar en el Four Seasons.

-¿Es en el Four Seasons? Qué bajo han caído...

-Bueno Cal, no estoy aquí para criticar. Adióoos.

-Adióoos pelirrojilla. -le cuelgo, le pago al taxista y me bajo del taxi. Entro en la recepción del Four Seasons y sigo la línea de flashes. Sé que mi madre quiere que me deje fotografiar, porque si no ni siquiera se habría molestado en hacerme venir. Paso por delante de los fotógrafos, sonrío, me paro. Un periodista se acerca a mí y me pone una grabadora bajo la barbilla. Genial, preguntas. Nunca me hacen preguntas.

-Señorita Howkings, ¿qué le parece la propuesta que le ha echo el mismísimo presidente a su madre?

-Bueno, creo que no está nada mal. Mi madre es muy buena abogada y creo que lo merece.

-¿Cree que lo aceptará?

-Bueno, no lo sé. Yo no soy responsable de las elecciones de mi madre.

Compañeros de pisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora