Calum se fué el martes, y reconfortantemente ya puedo empezar a hacer mi vida normal. He ido a trabajar y esta noche me toca turno en el Luigi's. Me termino de arreglar y salgo de mi habitación. Travis está en el salón, con el portátil encima de las piernas.
-¿A dónde vas?
-A trabajar.
-Rine, tal vez deberías llamar y no ir hoy. Hace muy poco que has salido del hospital.
-Oh, vamos Travis. Tú mismo me acompañaste al médico y oíste perfectamente que podía incorporarme ya a mi rutina diaria. Eso implica ir al trabajo, también. Ya les he fallado demasiados días.
-De fallar nada. Tienes derecho a la baja.
-No me refería a eso.
-Pero ni siquiera te has puesto tacones. Eso dice mucho en ti.
-No me apetecía.
-Echo que vuelvo a decir que remarca que no estás del todo recuperada.
-Ay Travis, no me atosigues. Voy plana y me voy a hacer mi turno de camarera. Y ya está, no hay nada más que discutir. Nos vemos esta noche.-digo tajante, y Travis finalmente acepta y asiente con la cabeza.
~*~
Entro en el familiar restaurante italiano y Luigi me sonríe desde detrás de la barra.
-¡Katherine! Me alegra ver que mi mejor camarera ya está recuperada.-anuncia el hombre, con un marcado acento italiano. Luigi es un hombre de sesenta años con una mirada de un chico de veinte.
-Yo también me alegro de estar de vuelta, Luigi. ¿Qué haces tú aquí? Creía que estaría Marco o André.
-André está en el hospital con Giulia. Marco vendrá dentro de un rato.
-¿Giulia? ¿Está bien?
-Sí, nada de qué preocuparse. Se ha desmayado por un bajón de azúcar, se ve que vuelve a estar embarazada. Ay, estos hijos míos parece que solo saben procrear. -dice Luigi con humor.
-Bueno, una gran familia es una gran alegría siempre. ¿Como están Mattia?
-El pequeño Mattia está bien. Está con Mariana.
-¿Cómo está?-pregunto mientras me quito el bolso y me ato el delantal de camarera a la cintura.
-Mejor. Tantos años trabajando... Se merece un buen descanso por seguir a este loco italiano hasta otro continente.
-Tú también te mereces un buen descanso. -Digo con una sonrisa amable, y cojo la bandeja y la libreta de comandas cuando veo entrar a dos chicas. Las atiendo rápidamente y le doy la comanda a Luigi. Son las seis y media de la tarde, justo la hora cuando empieza a llenarse el local. Entra una pareja, un chico castaño, de ojos verdes y gafas y una chica rubia bronceada. Me dirijo a su mesa y me saco la libreta del bolsillo del delantal.
-Bienvenidos al Luigi's. Me llamo Katherine y voy a ser su camarera de hoy. ¿Quieren algo de beber mientras miran nuestros platos?
-Dos Coca-Colas, por favor.-contesta el chico.
-Por supuesto. Ahora mismo se las traigo.-me voy y saco dos Coca-Colas de la nevera mientras pongo hielo y limón en dos vasos. Luigo hace sonar la campana de la cocina, y pongo en la bandeja la ensalada caprese y las bebidas de la pareja. Les dejo la ensalada a las chicas y me acerco a la pareja.
-Muchas gracias.-dice el chico, regalándome una sonrisa. Su novia, por todo lo contrario, me mira muy mal.
-¿Ya saben lo que van a tomar?
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Compañeros de piso
Teen Fiction-¿Cómo sabes que te acepto en el piso? -Porque soy limpia, ordenada, sé cocinar y te puedo dar un adelanto del alquiler de dos meses.-contesté, segura. -Vivir contigo será raro. -¿Raro porque soy la mejor amiga de tu hermano pequeño o porque soy la...