Compañeros de piso

Capítulo 24

Me maquillo lo mejor que puedo, me peino y me visto a la velocidad a la luz. Bueno, tal vez no tanto. Me termino de poner los zapatos justo cuando mi madre entra en la habitación.

-Genial, chicas, veo que ya estáis preparadas. La gente está a punto de llegar. -dice mi madre, emocionada. Lleva un bonito vestido de seda azul y un broche de oro blanco que le regaló mi padre el año pasado por su aniversario. Me termino de retocar el pelo y me pongo una diadema fina de brillantes. Mary y yo bajamos y salimos al patio. La verdad es que han echo muy buen trabajo. El patio está iluminado con farolillos de papel y lámparas de cristal colgadas de los árboles. Las carpas blancas abiertas y las mesas hermosamente decoradas con rosas rojas y blancas, y la gran carpa central con un escenario y unos altavoces. Hay camareros con bandejas llenas de copas de champán y canapés.

-¡No no no no! ¡Los camareros con las copas a la derecha y los canapés a la izquirda!-Mi madre empieza a chillarle a los camareros y aparece mi padre.

-¿Dónde estabas? Mamá está chillando como una desesperada.

-Me estaba volviendo a vestir. Por lo visto mi corbata no quedaba bien con el vestido de tu madre, así que me he tenido que cambiar de corbata, chaleco y esmoquin.

-Lo siento.-le digo a mi padre con una sonrisa.

-No te preocupes mi niña. Estás hermosa.

-Gracias. Bueno, la gente empieza a llegar. Vamos a recibir a la gente.-le digo a mi padre con una sonrisa. Mary se va inmediatamente a buscar a Bill, y mi padre y yo nos dedicamos a saludar a la gente. Mi madre se planta inmediatamente al lado de mi padre. Después de un rato, siento un brazo sobre mi cintura y me sobresalto.

-¿Sorprendida de verme, señorita Howkings?

-No, la verdad es que no. Sorprendida ante su tacto, señor Jordan.

-Le recuerdo que estamos en un bonito y maravilloso noviazgo, mi encantadora señorita Howkings.

-Créame, señor Jordan, lo recuerdo todos los días.

-Está usted encantadora, aunque voy a mostrar mi decepción ante el color de su vestido. ¿A caso todos los vestidos de fiesta de su armario son blancos o vuelve a ser una indirecta sobre el matrimonio?-dice con condescendencia y una sonrisa burlona.

-Me temo que aún es muy temprano para el matrimonio, ni usted ni yo hemos terminado la universidad aún.

-Siempre puedo volver a proponérselo de aquí cinco años.

-En ese caso, no le aseguro que acepte.

-Debería aceptar, señorita Howkings, la otra vez ya me rechazó.

-¿En la fiesta de compromiso de Charlize?

-Sí, si no recuerdo mal.

-Me temo que no lo tomé seriamente. Mis disculpas por rechazar una propuesta tan tentadora.-contesto yo con otra sonrisa. Travis coje dos copas de champán de la bandeja de una camarera que, cuando lo ve, se derrite por dentro. Soy capaz de verlo. Por alguna extraña razón, miro mal a la chica. Travis está hablando conmigo.

-¿Una copa para empezar la noche?

-Encantada.-contesto, mirando a Travis con una sonrisa.

-Y ahora de verdad, Rine, estás guapísima.

-Gracias.-contesto, con un estúpido rubor en las mejillas.

-¡Travis!¡Rine!¡Socorro!-oímos alboroto y la voz de Calum chillando.

-Eh eh eh, estamos aquí.-dice Travis cuando para a su hermano, que corriendo casi nos pasa.

-¿Qué ocurre, Cal?

-La mujer del congresista Jones. ¡Quiere liarse conmigo!-dice mi amigo con la cara roja y muy alterado.

-Calum, ¿hablas de Vivianne Jones?

-¡Sí!

-A ver, Cal, ¿cuántas copas llevas encima? Son solo las nueve.

-Muy gracioso Travis, pero de eso nada. No he bebido aún. La mujer del congresista, que cuando se ha ido me ha abrazado y ¡me ha tocado el paquete!-dice mi amigo con cara agobiada.

-No te preocupes Cal, nosotros te esconderemos de ella ¿vale?-mi mejor amigo sacude la cabeza y se esconde detrás de nosotros. Al poco rato Vivianne y su marido se acercan a nosotros y Calum se marcha corriendo.

Un rato después sirven la cena de cinco platos y se inicia el baile, que durará hasta la medianoche. Yo bailo dos canciones con mi padre, una con Calum y una con mi primo Harry y los demás con Travis. Hacia la séptima canción, mis pies no dan mas y me siento en un banco bajo un árbol. Siento como alguien se sienta a mi lado.

-¿Qué te ocurre, Rine?¿Estás bien?

-Sí, sí, no te preocupes. Estos zapatos pueden ser Louboutin y pueden valer una fortuna, pero son bastante incómodos.

-¿Ves como no es bueno que lleves tacones tan altos?

-No es culpa de los tacones...

-Quítatelos. Y baila conmigo. Faltan diez minutos para un nuevo año y me gustaría empezarlo bailando con una chica hermosa.

-¿Crees que soy hermosa?-pregunto, con burla en la voz, pero le hago caso a Travis y me saco los zapatos. Siento tocar el cielo cuando pongo los pies sobre la mullida hierba de mi patio.

-Claro que sí. Además, me gustas más así, siendo más bajita que yo se te ve adorable.

Travis pone sus brazos alrededor de mi cintura y yo apoyo los míos detrás de su cabeza. Suena una lenta balada desde el escenario, y las lucecitas provinientes de los árboles le dan un toque mágico a la situación. Miro a Travis sonrojada. Me siento en paz, siento un cosquilleo donde sus brazos tocan mi cuerpo y ese cosquilleo se expande por mi pecho llenándome de felicidad. Travis me sonríe, y yo le devuelvo la sonrisa. Nos movemos en lentos círculos alrededor del árbol donde estaba sentada. Tímidamente, apoyo mi cabeza sobre su pecho.

Cada año espero con ansias los fuegos artificiales, porque me gustan mucho y siempre me han fascinado. Este año, no lamento para nada no empezar el 2015 mirando los fuegos del cielo, los labios de Travis sobre los míos, dulces, cálidos y envolventes, ya me provocan suficientes explosiones de luz y color dentro de mi cabeza.

Hola hola!! ¿Qué tal? Ay el capítulo. ¿Impactante, verdad?

Capítulo dedicado a HepsSangster. ¡Muchas gracias por dedicarme un capítulo en Una Poeta Enamorada! Si no la conocéis, pasáos por ella porque es simplemente genial.

Y la hora de las preguntas: ¿Qué pensáis sobre la pervertida señora Jones? Pobre Calum. ¿Y el beso de Rine y Travis? Simplemente mi mente se ha quedado en blanco.

Nos leemos en otros 30 minutos.