Capítulo XXI

17 5 0
                                    

Zoe;

Camino de un lado a otro, siento que las suelas de mis desgastados zapatos terminarán peor de lo que ya están. Me encuentro afuera de la habitación del duque a la espera de que el médico real salga. Después del desastroso paseo romántico, Lizzabetta mandó a buscar a su médico para que examinara al duque. Hasta cierto punto, lo creí exagerado. Solo fue un ligero moretón que con algo de hielo y reposo se curaría, no había necesidad de llamar a un doctor, sin embargo, la duquesa y la futura esposa de Maximilian se sentirían más seguras con la opinión de un profesional. Debería estar ordenando el enorme closet de la urraca, que gracias a mí ya se viste y maquilla de mejor manera. Aun así, heme aquí, preocupada por la salud del duque de mierda. Muerdo mis uñas y observo la decoración de los pasillos, ojalá pudiera mejorar eso también. Decido caminar por la enorme casa para distraerme, de nada servirá que me quede afuera. Me hallo caminando hasta la habitación del viejo y feo espejo. Distingo a la verdadera Sieglinde en mi habitación discutiendo con Lizy. ¡Por dios! ¡¿Cómo osa llevar a semejante error de ser humano a mi casa?! La usurpadora puede verme, en cambio Lizy solo se concentra en responder lo que dijo la roba cuerpos. Espero que diga insultos dignos de mi persona, salgo de la habitación maldiciendo por lo bajo, me escuchará. ¡Claro que lo hará!

-¿Hablando sola, Sieglinde? _Pregunta una de las chicas con la que comparto habitación. Estaba dispuesta a pasar de ella o responderle como se merece. ¿Qué le importa si hablo sola o no? La detallo por un momento y no es igual a las demás. Parece más refinada y elegante. Continúo con mi camino, ignorando a la desconocida que duerme a una cama contigua de la mía, sin embargo, ella no se rinde _

-¿Te encuentras bien? Escuché que el paseo fue un auténtico desastre y que el duque se lastimó _Agrega, mientras camina a mi lado. En realidad el duque fue pateado por un pobre caballo que comparte conmigo el mismo sentimiento hacia la bombillo daltónica. No pensaba responderle, podría hablarme todo el día y seguiría ignorándola, sin embargo, agrega _

-No sé qué te sucede, solíamos ser mejores amigas. Hace unos días que dejaste de hablarme. ¿Estás enojada por la que te confesé? Pensé que te caía mal el duque y....

Dejé de prestar atención a sus palabras. Acaso, Sieglinde Evans se relacionaba con personas tan corrientes. Me golpeo mentalmente por mi comentario mental. Esa era la opinión que Maximilian tenía de mí. Según la trigueña de buenas curvas, éramos mejores amigas. Nunca tuve una mejor amiga, no que fuera de verdad. Ella seguía hablando sin parar, ¿cómo se llama? He escuchado su nombre en el cuartucho donde dormimos, pero no he prestado atención. Fuerzo un poco la memoria y nada. Lo único que repite mi cerebro es que debo saber cómo se encuentra el duque de mierda.

-En fin, espero que no te moleste que sienta algo por él. No te sientas mal, sé que los rumores sobre ustedes son mentira. Jamás te interpondrías entre Max y yo _Inquiere, levanto la ceja y cruzo los brazos. ¿Max y ella? Dudo que el duque sepa de su existencia. ¿Interponerme entre ellos dos? ¿Maximilian podría enamorarse de ella? Es evidente que Lizzabetta no es de su agrado, y yo.... Bueno, ya dejó perfectamente claro la forma en la que me ve. Vuelvo a golpearme mentalmente. Soy Zoe Lewis, podría tener a cualquier hombre besando mis pies con solo sonreír_

-Puede que en un pasado fueramos mejores amigas, pero la Sieglinde de hoy, prefiere estar sola, gracias. En cuanto a Maximilian, puedes hacer lo que desees, no me innmiscuiré en tus asuntos con él, si es que realmente existe algo. Quien realmente debería preocuparte es la somb... La princesa _Respondo, su rostro demuestra sorpresa. Siempre he preferido estar sola y con el tiempo he aprendido que es lo mejor_

Camino hasta la habitación del duque, me escondo cuando distingo a la urraca, y a su "alteza" escuchar atentamente al doctor. Por lo que pude comprender Max se encuentra bien. Necesita reposar y en un par de días estará como nuevo. Me es imposible no pensar en la cantidad exagerada de maldades que le haré a la duquesa y a la antepasada del bombillo con la ausencia del duque. Las duras palabras de Lizzabetta se repiten en mi cabeza una y otra vez, me causa una profunda molestia ya que son parecidas a las que alguna vez le dije a la Lizy de mi época. <<< ¡Mírate y mírame! ¿Crees que él te elegiría a ti, teniéndome a mí? No seas ilusa, eres insignificante, él lo sabe, yo lo sé. ¡Date cuenta! >>> Es una suerte que yo no sea Lizy y pueda ver mi propio valor como mujer. Entro a la habitación del duque sin ser vista. Cierro la puerta detrás de mí con cierto cuidado para no despertarlo. Detallo a Max más de lo necesario, su respiración es pausada y sonríe. ¿Qué estará soñando? Sé que si alguien me pilla, estaré en grandes problemas, pero no me importa. Me siento en el enorme sillón que hay al lado de su cama. Recuerdo cuando dormí en ella, ha pasado tanto en el poco tiempo que llevo viviendo en el siglo XIX que siento que si regresara a mi realidad ya nada sería como antes.

-Sieglinde...

-Max _Susurro con sorpresa al verlo despierto. Tiene los ojos entrecerrados, fue necesario colocar velas en la habitación al estar cayendo la noche. ¡Cómo te extraño electricidad! Limpio el sudor de su frente con uno de los paños que había en la mesita de noche, Maximilian observa mis movimientos con una mueca en el rostro_

-¿Te duele? _Pregunto lo obvio, ¿Lizzabetta y la duquesa me habrán contagiado su falta de neuronas? Sería un castigo muy cruel para mí, de ser Byron quien se encontrara en esa cama con una mueca de dolor en el rostro ya me habría echado de la habitación y exigido la presencia de cierto bombillo parlante_

-Iré por Lizy _Inquiero, el duque frunce el ceño y aprieta el agarre en mi mano. Termino realmente confundida. ¿Lizy? ¿Estoy confundiendo los nombres? Debo estar realmente cansada para que algo así me suceda_

-No quiero que me acompañe Lizzabetta _Asegura, noto cuanto le cuesta decir cada palabra. ¿No existen las malditas pastillas para el dolor en esta época? Solo una sería suficiente, no me gusta que una mueca de dolor remplace esa expresión de diversión que siempre tiene cuando habla conmigo_

-Su madre quizás...

-Quiero _Carraspea, lo ayudo a tomar un poco de agua _Quiero que me acompañes tú.

¿Quiere que lo acompañe? Dudo por un momento, recuerdo las palabras que le dije a mi madre antes del paseo. Sin embargo, las de la sombrilla mal combinada tienen mayor peso. Como me encantaría restregarle en la cara que su prometido prefiere mi compañía antes que la suya. Acomodo un poco el sillón ya que dormiré en él. Al menos es más cómodo que la dura cama que me corresponde. Max niega al ver mis acciones. ¿Se arrepintió?

-Ven, acuéstate aquí _Señala el lado que se encuentra libre en la cama _Dormirás mejor y yo me sentiré más aliviado.

El duque me ha dejado muy sorprendida en menos de quince minutos. ¿Dormir a su lado? Nunca había dormido con ningún hombre, me justifico al pensar que la cama es lo suficientemente grande. No tenemos por qué rozarnos en toda la noche. Paso saliva, al darme cuenta que a pesar de ser su antepasado no tiene nada que ver con Byron. Quito el pañuelo de mi cabeza, dejando mis desordenados rizos rubios a la vista. Verifiqué que la puerta se encontrara cerrada y me despojé de los zapatos. Me senté en la cama y me acomodé en esta. Mis párpados fueron sintiéndose pesados y lo último de lo que fui consciente fue de la mirada azulada del duque sobre mi rostro.

Redención✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora