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— Hola Sheila — dijo Damián entrando en la peluquería

— Hola, ¿hay algo en lo que pueda ayudarte hoy Dami?— preguntó la chica de ojos verdes pestañeando de manera muy coqueta

— Pero claro que sí preciosa, quisiera hablar con Robert

— Mm... me temo que esta ocupado

— ¿Acaso ya nadie tiene tiempo para el amor de su vida? — Sheila rió ante el comentario

— Lo llamaré en un instante

— Sí, y por favor dile lo que te acabo de preguntar

— Esta bien, — respondió ella

— El nunca cambia, ¿cierto? — pregunto Gemma a Leo, mientras que veían a Damián desde la sala de espera

— Por supuesto que no, el ama a las mujeres, hacer reír a las personas; es un verdadero fastidio — respondió Leonardo con una sonrisa cruzando su rostro

— Es genial. Y... ahora que estamos solos, explícame, ¿de verdad tenías que atarme anoche?

— No confío en las rubias

— ¿Perdón? — preguntó la joven riendo

— ¡Robert! — exclamo Damián con emoción al verlo cruzar el pasillo

— ¡Ay no!, ¿pero quién ha dejado entrar a este pedazo de guapura? — Leonardo no pudo disimular su risa

— Creí que no ibas a venir, Sheila me dijo que estabas ocupado

— ¿Ocupado yo?, pero si sabes que para ti siempre estoy disponible, ja ja, oye y dime, ¿dónde esta el otro bonito heterosexual que siempre te acompaña?

— ¿Leonardo?, esta en la sala de espera

— Ayn... pero que genial, yo siempre he dicho que ustedes dos harían una hermosa pareja — Gemma miró a Leonardo arqueando una ceja

— Mmm... la verdad lo dudo mucho, pero, hoy quiero que me ayudes con algo

— Con lo que sea Dami, tú solo dilo

— Cambia el look de esa chica — contestó Damián señalando a Gemma con la cabeza

— ¿Y ella es..?

— Una amiga, cortale el cabello, brindale algo de ropa, y hagas lo que hagas, asegúrate de que se siga viendo hermosa, ¿esta claro?, la necesito lista en máximo dos horas

— De acuerdo, que pase conmigo, y en un instante te la devuelvo, lista para una cita

— No no, la prefiero lista para ir a hacer deporte, algo casual y sin tanto estilo, ¿ok?

— De acuerdo.

El tiempo pasó y en menos de 2 horas Gemma ya estaba lista; cabello más corto, ropa deportiva en color negro, y muy poco maquillaje — Te ves bien — le dijo Leonardo mientras iban de regreso al edificio

— Gracias

— ¿Lo suficientemente linda para llevarle a bailar hoy? — preguntó Damián dándole un codazo a su mejor amigo

— Mm... ¿sabes andar en moto?

— No. ¿Es eso sea un problema?

— No tan grande si te quedas con nosotros

— Pero creí que no usaban vehículos ni nada de esas cosas

— Son lo único que nos brindó el equipo para transportarnos, nosotros dijimos que en un vehículo cabrían mejor las cosas, pero nuestro presupuesto era corto, así que vamos en ellas debes en cuando

— Además... son lo suficientemente rápidas para que nuestras admiradoras no nos persigan  

— Debí de imaginarlo — dijo Gemma rodando los ojos con los brazos cruzados. 

Minutos después cada quien tomó la suya y salieron a la calle, Richard por ser el miembro con más experiencia en cuanto a fugas de la policía sería quien llevaría a Gemma a su lado — ¡Vamos!, ¡el último en llegar es un huevo podrido! — protestó Damián con inmadures yéndose a toda prisa

Cuatro LadronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora