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- Les daré lo que quieran, pero por favor no me lastimen, ni le hagan daño a mi familia, le pagaré a Calvin, lo prometo

- ¿Sabes qué amigo?, no venimos a dialogar, esta noche va a ser una fiesta y tu podrías ser nuestra ridícula piñata, así que más vale te des prisa - dijo Richard apuntando con el arma a la frente de aquel hombre riendo, mientras todos observaban como su víctima les entregaba sus pertenencias.

Tomando las llaves de aquel Honda color rojo cerca de ellos subieron con prisa al auto y huyeron lo más rápido posible, burlando varios semáforos en las calles e incluso ignorando varios letreros paseándose en sentido contrario. Minutos más tarde llegaron a un puente a las afueras de la ciudad y se bajaron del auto para celebrar brindado algunas patadas en las puertas y el cofre del recientemente vehículo robado, provocándole varias abolladuras - ¡Se ve precioso!. - declaró Leonardo riendo en cuanto terminaron con el desastre sobre aquella máquina, Richard lo miró con orgullo y brindo una patada con más fuerza en una de las puertas traseras

- Oigan, esa chica con la que estaba hablando, no sé.., me pareció atractiva, no dejo de pensar en ella creo que lo nuestro habría funcionado

- Era una turista, tu una rata de callejón, ¿me explico? - aclaró uno de sus cómplices de manera pesimista, tratando de romper las esperanzas de su compañero 

- Pude haber conseguido su número telefónico al menos y empezar una relación a distancia, no lo sé, últimamente me siento muy solo - su compañero dio un suspiro y negó con la cabeza.

Antes de volver a su edificio estacionaron el Honda con nuevos rayones y golpes a los costados, los cuales ellos mismos habían provocado en el camino a casa, - Otro triunfo a nuestra lista - dijo Leonardo sonriendo mientras que bajaban del auto - quisiera poder hacer esto toda mi vida, robar, tomar dinero, fumar y ver como mi mejor amigo fracasa con las chicas, no puedo pedirle nada más a la vida, ya es perfecta - fue en ese momento cuando Damián al oír lo que estaba diciendo Leonardo se percató de que su mejor amigo se estaba convirtiendo en una sucia maquina de problemas, ya que mientras el solo esperaba caer en los vicios, enfermedades y en la soledad, lo que Damián realmente buscaba era el amor, la aprobación de la sociedad, y la tranquilidad con una familia

- Oye hay cosas más importantes y mejores que todo esto hermano

- ¿Ah sí?, ¿cómo qué? - preguntó Richard con seriedad, ya que ese era su estilo de vida común desde hace casi dos décadas

- ¿Las mujeres? - dijo el encogiéndose de hombros, ante lo que Leonardo dio un suspiro molesto

- Dam, ¿cuándo vas a cambiar?, ¡ya madura amigo!, ellas no pueden darte toda la diversión ni los beneficios que te brinda un robó

- Que te brinda a ti, querrás decir

- Chicos dejen de pelear, se ven ridículos - exclamó Richard molesto

Cuatro LadronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora