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  — ¡Este es el mejor día en la vida! — gritaba Damián mientras le subía volumen al estereo del auto, Gemma tenía la cara muy cerca de una bolsa en la cual iba depositando una incontable cantidad de basca mientras que desde el asiento trasero Leonardo sostenía en una coleta el cabello de su amada

  — ¡Dam ya te divertiste bastante!, es hora de que le bajes a la velocidad

 — ¿Por qué?, no estas disfrutando esto, yo creo que Gemma sí, ¿cierto nena? — preguntó sonriendo por su sarcasmo recientemente aprovechado

  — Además el cinturón de seguridad en la parte trasera esta roto, y no quiero morirme tan joven, si me entiendes...

  — Ok, señora Dolores, listo, ya vamos a una velocidad tranquila, ¿contento? 

  — Aghm... chicos, me temo que van a tener que continuar con el trabajo de hoy sin mi, estoy mareada y me duele mucho el estomago

  — Lo cual significa que soy un grandioso chófer — presumió Damián soltando el volante para hacer un engreído baile de triunfo

  — Solo espera a que estacionemos y voy a matarte Damian — agregó Leonardo

 — No no no, nada de eso amigo, tengo una idea para que Gemma se sienta mejor y pueda acompañarnos en el siguiente viaje de aventuras

  — ¿Estar con tres de los ácaros de Calvin más famosos en el país robando a la ciudadanía te parece una aventura? 

  — Leo, no sé si esta es la respuesta que tu esperabas, pero déjame decirte que sí — respondió Gemma con una sonrisa cruzandole los labios y los ojos aún llorosos

  — Perfecto, ahí hay una farmacia — susurro Damián acercando el auto de manera más lenta. Estacionó y le pidió a sus cómplices que lo esperaran — Tienes que admitir que a pesar de todo Damián no es un completo idiota

  — Gem, te hizo vomitar — recordó Richard arqueando una ceja

 — Sí lo sé, pero.. también es parte de la diversión — contestó ella mirando a Leonardo a los ojos

  — Te amo — pronunció su enamorado después de un tranquilo silencio entre los dos justo antes de besarla.

Mientras tanto en el interior de la farmacia, Damián estaba preguntando cuales eran las pastillas ideales para curar el vómito y los mareos — Te ves muy sano como para decirme que tienes vomito y mareos

  — Pues tú eres muy atractiva para trabajar tiempo completo ¿no crees? 

  — Estas en lo cierto; — respondió la chica tras el mostrador, <<es una lástima que vayan a descontar las medicinas de Gemma de su salario de esta chica tan amable>> pensó mientras fingía una ligera risa  — los medicamentos de OTC antieméticos están en el pasillo 3, repisa 2

  — Gracias, no te preocupes, los encontrare yo solo, conozco la caja de pastillas, ahora recuerdo que mi hermano tiene una en casa, pero igual se le acabaron hace un tiempo  — la chica asintió.

 — Creo que podríamos vivir en Cancún, en México — sugirió Gemma mientras acariciaba el cabello de Leonardo

– Ustedes dos son asquerosamente empalagosos – dijo Richard ya cansado de escuchar tanta cursileria dentro del carro, aunque la pareja de enamorados estaban tan metidos en sus asuntos que parecieron no escucharlo

  — ¿Por qué no en Texas?

  — No tengo familia allí

Cuatro LadronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora