Esa tarde, solo minutos antes de que anocheciera, justo después de acomodar los artículos electrónicos robados en una habitación del edificio, a Leonardo se le ocurrió una idea — Bueno mi querida dama y caballeros, ya que el día de hoy nos esforzamos mucho y cumplimos con todas las actividades que marcaba el dietario, ¿por que no nos escapamos un par de horas todos juntos?
— ¿Qué tienes en mente? — cuestionó Damián sonriendo.
Ellos tomaron un autobús hacía la playa, y al llegar armaron una fogata, donde se confesaron algunos de sus más grandes secretos y anécdotas que habían vivido desde la última vez que se vieron en su adolescencia — Sin duda uno de los momentos más tristes de mi vida fue ver morir a mi abuelo — dijo Gemma mientras que mantuvo su vista mirando las estrellas
— ¿Murió en ese mismo año que te mudaste de la ciudad?
— No, fueron catorce meses después, por tres infartos
— Cuanto lo siento, era una parte importante de tu familia según recuerdo, bueno, claramente todos lo son pero... si es verdad que los ángeles te guían, él pudo haberse convertido en uno, y haberte guiado hasta nosotros con el pasar de los años Gem
— Posiblemente eso fue lo que pasó — respondió ella mirando a Damián con una dulce sonrisa conteniendo algunas lágrimas
— Confieso que después de todo no fue tan mala idea traernos a esta chica con nosotros el día en que... la raptaste — declaró Richard señalando a Gemma con el pulgar
— Oye gracias, eso es muy lindo
— Pero quiero aclarar que no estaba tratando de serlo
— Sí, si trataste. — intervino Damián — Ahora es mi turno, confieso que Leonardo me importa más que mi propio hermano — dijo arrojando un poco de arena hacía el fuego
— Hey, no hagas eso, provocaras que se apague — dijo Richard palmeando sus rodillas aa modo de desaprobación
— ¿Enserio?, ¿más que Mick?
— Sí, pero no se lo digas, él cree lo contrario — contestó Damián riendo
— ¿Así que juegas con mis sentimientos?, no me importa, ya estoy acostumbrado
— ¡No lo hice! — exclamó a la defensiva su compañero mientras arrojo un gran puñado de arena hacía la fogata provocando que el fuego se extinguiera
— ¡Ash..!, ¡Damián mira lo que hiciste!
— ¡Idiota! — agregó Leonardo entre risas
— Quiero robar algo, vamos
— ¿Algo cómo qué? – preguntó Richard cruzandose de brazos
— Otra chica quizás — bromeo Gemma
— No, ¿ven a esa cuadrilla de idiotas que hay allá? — preguntó Damián señalando a un grupo de hombres altos y fuertes que estaban haciendo alboroto con otras tres mujeres jóvenes a su lado
— Sí, ¿qué ocurre con ellos?
— Oí que uno le gritó a la chica de short azul en una manera muy poco amigable hace un instante, así que vamos a quitarle el auto
— ¿Estás loco?
— Sera solo por hoy
— Olvídalo Gemma, por más que lo intentes, cuando a Damián se le mete algo en la cabeza no vas a sacárselo en todo el día, o si tienes tan mala suerte como en mi caso, no vas a quitárselo en toda la semana, es como un súper héroe muy raro cuando quiere hacer justicia, en especial a las damas
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Cuatro Ladrones
AdventureUna tarde tres ladrones en la ciudad de Bosward secuestran a una chica. Los maleantes no quieren liberar a la femina porque fácilmente podría delatarlos con la policía, así que deciden convertirla en su cómplice.