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— ¡Esta será nuestra canción! — aclamó el joven mientras que ambos reían y saltaban al ritmo de la música 

  — ¿y que yo vine solo o qué pasa aquí? — preguntó Richard acercándose a ellos con una botella de un líquido que parecía ser vodka 

  — Perdona Rich, estaba ganando la apuesta 

  — Leonardo, por educación debes dejar que la chica gane, no importa que este equivocada — Gemma asintió guardándose un poco de su sonrisa maliciosa

  —  ¿Osea que yo debo darle a ella 20 euros? — preguntó la victima entrecerrando los ojos como muestra de desconfianza

  — Ehmm... ¿sabes qué?, por que no mejor siguen bailando mientras que yo voy a terminarme todo este vodka junto al escenario con Damián, ¿si?, perfecto, los veré al rato.

Estuvieron varias horas más en el club bailando, Damián fue el primero en cansarse y decidió permanecer en uno de los sillones contemplando la energía de las demás personas a su al rededor para seguir en movimiento, mientras que sus amigos lo siguieron minutos después, — ¿Ya nos vamos?  — preguntó Leonardo sentandose de manera salvaje junto a su mejor amigo

  — Oye espera, se quedó dormido – dijo Richard tratando de moverlo un poco

 — Pfff, perfecto;   — reclamó él con sarcasmo, así que optaron por descansarce unos minutos en el mismo asiento que su compañero — me encantaría que todas nuestras noches fuera así, solo nosotros, la música y esta vida 

  — Sería posible si dejas los robos — contesto Gemma tomándole la mano, lo que le provocó a Leonardo un silencio y una enorme batalla contra sus pensamientos negativos y positivos de la situación

—  Espérame aquí Gemma, — señaló el chico con la vista directamente enfocada en un hombre alto, de cabello rubio y con un bigote muy pronunciado, bajo el sacó de color blanco escondía incontables tatuajes que no del todo los lograba ocultar— creo que conozco a ese hombre, debo ir a hablar con el, no tardo, vigila a Damián — añadió antes de empezar a trasladarse al otro extremo de la habitación  — Tío Jhon...  — habló sonriendo

  — ¡Ah pero si es mi joven sobrino Leonardo! — bromeo el hombre que estaba frente a él extendiendo los brazos para recibirlo. Realmente Jhon no era un familiar de alguno de los ácaros de Calvin, solo los conoció en una de las reuniones más populares que organizo Macconi cuando eran los novatos en el negocio, desde entonces le mostraron que sus habilidades para el robo y el engaño eran únicas, fue así como él los recibió muy bien y prometió ayudarles en cualquier cosa que necesitaran — ¿y en dónde esta tu hermanita Damián?

  — Oye, te he pedido que no lo llames así, un día de estos se la va a creer que en serio es de mi familia y no queremos eso — ambos se burlaron

  — ¿Cómo han estado actualmente los ácaros más reconocidos de la ciudad?, hace meses que no había sabido nada de ustedes, es más, pensé que ya los habían arrestado

  — Mmm.... han estado cerca, pero quiero discutir contigo sobre un tema

 — Te escucho sobrino

  — Secuestros

 — ¡Oh no, eso si que no!, los robos a mano armada son una cosa Leonardo, pero meterse en esto ya es algo mucho más seri..

 — No quiero aprender nada de eso, escuchame, necesito que secuestres a una chica, su nombre es Gemma — Jhon lo miró con seriedad por algunos minutos justo antes de voltear la mirada para serciorarse de que nadie más estuviera oyendo la conversación

Cuatro LadronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora