tw: autolesiones
Pablo Gavi
Como todas las mañanas, me dirigía a la habitación de la rubia a aporrearle la puerta hasta que me abriera.
Llegué a la puerta y escuché a Taylor Swift cantando Dear John. Supongo que Beverly habría puesto su CD de Speak Now.
Comencé a dar golpes hasta que finalmente me escuchó y abrió la puerta.
- ¿No escuchas que estoy ocupada? - dijo molesta.
- Yo no te molesto, sigue con tus rituales de swiftie. Prometo que me sentaré en el sofá y no diré nada. - dije sonriendo.
- Eres insufrible, Gavira. - dijo abriendo la puerta del todo dejándome pasar.
- Esa es la intención.
- Gilipollas. - murmuró mientras saltaba a la cama.
Abrí tiktok en el móvil mientras de fondo seguía la música de Taylor Swift. Como si el móvil me espiara, salió un vídeo de Beverly. Este trataba de ella subida en el asiento del copiloto en un coche mientras le ponían el móvil en toda la cara, te juro que me estresan un montón cuando hacen eso. Ella tenía cara de muerta como siempre, hasta que el coche pudo avanzar y se terminó el vídeo.
- Acabo de ver un vídeo tuyo en el tiktok. - hablé.
- Good for you. - dijo sin interés mientras escribía en su teléfono. Intenté agudizar la vista para ver qué hacía, pero creo que me estoy quedando ciego, así que me acerqué sigilosamente a ella. - ¿Qué cojones haces? - habló ella sin girar la cabeza.
- ¿Cómo sabías q-
- Tengo ojos en todos los lados, Martín. - a pesar de no estar viéndola, podría jurar que tenía puesta una sonrisa burlona en su cara.
- Ya, yo también. - dije sonriendo y mirándola para ver si lo pillaba.
- ¡Pero esos ojos no, imbécil! - gritó ella después de unos segundos. - Vete. Me estorbas.
- ¿Qué escribías? - dije ignorando todo lo que me había dicho.
- None of your business. - contestó.
- Sí, si es my business, sí. - dije tirándome en el hueco que había en la cama al lado suyo.
- No.
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𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐘𝐄𝐀𝐑𝐒 | Pablo Gavi
Fanfiction𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐘𝐄𝐀𝐑𝐒 | Beverly Mason, más conocida como la personificación de Adrik Cash. Prácticamente criada en la cantera del Fútbol Club Barcelona. La chica se mudó a la capital catalana a los once años, y casualmente un chico de su edad también...