𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐘𝐄𝐀𝐑𝐒 | Beverly Mason, más conocida como la personificación de Adrik Cash.
Prácticamente criada en la cantera del Fútbol Club Barcelona. La chica se mudó a la capital catalana a los once años, y casualmente un chico de su edad también...
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Beverly
- ¡Cállate que vamos a despertar a todos! - grité en un susurro.
Pablo y yo estábamos volviendo a las habitaciones, ya que nos echaron del comedor porque eran la tres de la mañana y seguíamos ahí.
- ¡Cállate tú! - gritó él en susurro de vuelta.
Nos reímos y llegamos a la habitación del chico. Yo me iba a ir a la mía, pero él rodeó mis hombros con su brazo y me hizo entrar con él en el cuarto. Me estampó contra la pared y se puso delante mío poniéndome una mano en la boca.
Yo fruncí el ceño mirándole confusa. Él se llevó el dedo índice a la boca haciendo señal de silencio. Entonces escuché como una de las limpiadoras bajaba por las escaleras y se paraba justo en la puerta de la habitación del sevillano. Sonreí burlona bajo la mano de Pablo y parece que él lo notó, ya que imitó mi gesto. Esperó unos segundos más, hasta que se escuchó como la señora se iba. Quitó su mano y yo suspiré.
- Por poco. - dijo él.
- ¿Qué pasó?
- Es que cuando ibas a subir, vi que bajaba una de las limpiadoras, y como te pillara por los pasillos a estas horas te ibas a cagar. - explicó.
- Muy amable de tu parte, Pablo Martín. - dije con una sonrisa ladeada.
- De nada, niña.
- No te he dado las gracias. - dije poniendo mi mejor cara seria.
- Que-
- Es broma, idiota. - sonreí y me tiré en su cama.
- ¿Te quedas a dormir? - preguntó tirándose a mi lado.
- No sé, es que me apetece ver el Reputation Stadium Tour. - le dije girando mi cabeza para mirarle y descubrir que él estaba haciendo lo mismo.
- Pues lo vemos. - sonrió.
- En ese caso, me quedo.
Pablo cogió el mando de la tele y puso el Netflix.
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El tono de llamada de mi móvil sonó y yo miré la hora, eran las tres de la mañana.
- What in the Taylor Swift was that? - dije al atender la llamada y que nadie contestara. Miré a un lado y vi a Pablo profundamente dormido, no había estado tan mal esto de hablarle de forma normal.
