𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 22

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Beverly

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Beverly

Pablo había dejado de insistir, y yo había ido a los entrenamientos pero había vuelto a lo de siempre, no hablar con nadie.

Había visto varias veces a la pelirroja por la cantera, pero no iba a sufrir por eso. Me la sudaba, él por su lado y yo por el mío.

Ya me había hecho esto una vez, pero por lo menos había tenido el valor de decirme que solo me quería como amiga. Ahora ni eso.

Pero que le den.

Ahora estaba yendo al estadio donde hacíamos los entrenos, y en la entrada vi a Jana apoyada en la puerta.

- Anda, hola Beverly. - habló con una sonrisa y yo la saludé con la mano. - Qué raro que estés aquí tan pronto. Siempre sueles llegar tarde.

- Hoy se me ha antojado ser puntual. - dije. Ella se rio y casi pude leer que en su mente estaba buscando una manera de establecer conversación, pero apareció Aitana.

- ¿Has conseguido que te hable? Todo un logro. - se dirigió a Jana. - ¿Qué tal, rubia?

- Viva. - por suerte o por desgracia.

- Bueno, algo es algo. ¿Por qué Gavi ya no te persigue a todos los lados y se dedica a estar con la insufrible esa? - continuó Aitana.

- Y yo qué sé.

- Pero, ¿no érais amigos?

- Sí, cuando teníamos once años. - contesté.

- Pues yo os veía bien hace unos días. - dijo Jana. La noté extrañamente feliz.

- No quiero hablar de él. - me limité a decir. Miré el reloj y vi que faltaban quince minutos para el entreno. No sé porqué cojones había venido tan pronto.

Bueno, sí. Porque una pelirroja no paraba de hacerse la pick me y no podía soportarlo más.

El término pick me tenía la misoginia interiorizada, pero no había otra manera de describir a esa pesada. Le encantaba llamar la atención, y yo no puedo con esas. Lo siento, pero no las trago.

Realmente no lo siento, pero quedaba bien decirlo.

El teléfono de Aitana sonó y se disculpó yéndose a una esquina para hablar.

- Oye, si te ha hecho algo, no se merece que estés así por él. - habló Jana.

- No estoy así por él, yo soy así siempre. - contesté con el ceño fruncido.

- Ya, lo sé. Pero habías comenzado a socializar más con nosotras, y llevas unos días muy distante. Si necesitas tiempo para ti, lo entiendo, pero si necesitas hablar estoy aquí para escucharte. - era muy maja, pero no soy muy partidaria de contarle mis problemas a los demás. No me gustan las miradas de lástima, las odio.

𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐘𝐄𝐀𝐑𝐒 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora