𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 25

7.7K 344 135
                                    

Pablo Gavi

- Bueno, me voy a ir yendo. Mañana ya va-

No podía resistirme más y la besé, pero ella no me siguió el beso, me apartó suavemente. Fruncí el ceño.

- Vamos a ver, Gavi. - soltó una risa irónica y sentí una punzada en mi corazón al escuchar como me llamaba así. - Que ahora te esté ayudando con la putada que te ha hecho esa loca no significa que me he olvidado de lo que has hecho, ¿sabes?

- Lo sient-

- Ni lo siento ni pollas. No puedo fingir que no ha pasado así de repente. Sí, me gustas, pero no voy a tenerme tan poco amor propio. Sorry not sorry. - elevó las cejas frunciendo los labios.

- Vale, pero si me lo curro ¿tendré otra oportunidad? - pregunté esperanzado.

- No lo sé. Ya veremos cómo van las cosas, ¿sí? - por lo menos no me había mandado a la mierda, algo es algo. Asentí. - Me voy.

Se encaminó a la puerta para salir pero me apresuré a seguirla antes de que se fuera.

- Quédate. Porfavor. - ella se giró y suspiró. - Como amigos, ¿vale?

- No hemos sido otra cosa, así que vale. - por lo menos había aceptado. - No tengo pijama, voy a por él y vuelvo.

- Te dejo una camiseta mía. - me apresuré a decir.

- ¿Seguro?

- Qué sí, mujer. Ya te las dejaba cuando éramos pequeños. - me reí levemente. Fui al armario y saqué una camiseta negra con el logo de nike y se la lancé.

- Esta me la quedo, hermano. - dijo sonriendo burlonamente.

- Mis cojones, que es de mis favoritas.

- Haberme dejado una fea. - dijo encogiéndose de hombros.

Vi como iba al sillón que había para tumbarse y taparse con una manta.

- ¿Qué haces? - pregunté confuso.

- Pues tumbarme. - contestó obvia.

- Eso ya lo sé, tan gilipollas no soy. - me acerqué a ella. - No estarás pensando en dormir ahí, ¿no?

- Sí. ¿Dónde quieres que duerma? ¿En la puta alfombra? - se bajó del sillón y se tiró al suelo. - Pues es cómodo, eh.

- No seas tonta, anda. Duerme conmigo. - le dije.

- Bueno vale, pero ponemos una almohada en el medio. - dijo señalándome con el dedo índice.

- ¿Por qué?

- Porque sí.

- ¿Y por qué sí?

- Porque lo digo yo.

- Pareces mi madre.

- Epa, con Belén ni una. - dijo con una sonrisa burlona. Mi madre y ella siempre se habían llevado bien.

𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐘𝐄𝐀𝐑𝐒 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora