𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐘𝐄𝐀𝐑𝐒 | Beverly Mason, más conocida como la personificación de Adrik Cash.
Prácticamente criada en la cantera del Fútbol Club Barcelona. La chica se mudó a la capital catalana a los once años, y casualmente un chico de su edad también...
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Pablo Gavi
- O vienes en cinco segundos o te pego. - habló Beverly al otro lado de la puerta. Parece que nuestros roles habían cambiado, ya que ahora era ella la que vino a aporrearme la puerta. Yo compartía habitación con Pedri, así que él abrió, ya que yo estaba duchándome.
Finalmente salí, ya vestido y todo.
- ¿Ahora que ha pasado? - pregunté sacudiéndome el pelo con una toalla para quitar más la humedad.
- Sí, Pablo, sí. Venga tira. - dicho esto, salimos de la habitación para llegar a la de la rubia.
- Hola, Gavi. - me saludó Alexia cuando entramos.
- Hola, ¿qué tal vas de la rodilla?
- Pues ahí voy. - bromeó.
Beverly cogió su móvil supongo que para buscar la receta, la cual tenía apuntada en notas.
- Vamos a ver, vete sacando lo que te digo. - me habló.
- Dime.
- Harina, huevos, azúcar... - y así fue diciendo con todos los ingredientes hasta que los sacamos todos y nos aseguramos de que teníamos todo.
- ¡Lo quiero hacer yo! - dije antes de que Bev cogiera la harina para empezar a mirar las medidas.
- Vale, vale. Pero yo te voy diciendo lo que tienes que hacer. - asentí. - A ver, pon 150 gramos de harina en un coso de esos.
- ¿Y con qué sé que son los 150 gramos? - pregunté, ya que no veía el vaso de las medidas.
- Pues no sé, porque me da a mí que no hay vaso medidor. - habló Alexia desde la cama.
- Pues a ojo. - dijo Beverly.
Cogí uno de los recipientes que había en el armario, según yo esto era lo que hacía falta, ya que íbamos a hacer la mitad de la mezcla para que no salieran muchos.
Lo eché en el recipiente grande y le pregunté con la mirada a Beverly qué era lo siguiente.
Puse agua en un vaso y lo fui a echar a la harina.
- ¡Pero en la harina no, gilipollas! - gritó Beverly acercándose a mí a paso rápido.
- ¿Y dónde lo echo? ¿Por la ventana? - dije irónico.
