𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 33

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Pablo Gavi

Al parecer había juzgado mal al Álvaro. Resultó ser majo, aunque sigo teniendo sospechas de que le gusta mi rubia.

Últimamente Bev había estado más apegada a mí, y me gustaba que consiguiera volver a ser un poco más afectiva con las personas, y con personas me refiero a mí, porque con los demás sigue igual.

Jana y ella son muy buenas amigas, y la chica es súper maja y amable, no sé qué habrá visto en mí para elegirme a mí en vez de a ella, pero lo tendré en cuenta.

Ahora mismo estábamos los dos en mi habitación, ella con los cascos puestos mientras leía algo en su móvil, y yo viendo La que se avecina en la tele.

- ¿Qué haces que no está viendo La que se avecina conmigo, niña? - pregunté. Ella escuchó un murmullo, por lo tanto me pidió que le repitiera lo que acababa de decir.

Se lo repetí, pero ignoré mi respuesta al ver cómo entraba a Spotify.

Su playlist llevaba el nombre de "<3".

Me entró curiosidad, ya que desde siempre, Bev hacía playlists para cada cosa que se le ocurriera, aunque después tenía una con todas las canciones que le gustaban, y cuando digo todas, son todas literalmente.

- A que me enseñas las canciones de la playlist del corazón. - dije acercándome a ella. La rubia se puso colorada al instante, y a mí se me escapó una carcajada. - ¿Qué pasa? ¿Son canciones dedicadas a tu novio imaginario?

- Cállate, Gavira. - dijo llevándose el móvil al pecho, como haciendo un acto para proteger el objeto.

- Venga, déjame ver las canciones. - dije acercándome cada vez más.

- Que no. Mis playlists son sagradas. - dijo levantándose de la cama.

Imité su gesto y finalmente terminé acorralándola en la pared.

- Pero soy yo, me conoces desde siempre, no es como que fuera a difundir tu playlist de canciones de amor, eh. - dije con una sonrisa burlona.

- ¿Cómo sabes que son canciones de amor? - preguntó frunciendo el ceño.

- Me lo acabas de confirmar, pero digamos que si no quieres que se sepa que son canciones de amor, llamarla con piquito tres no es una forma muy discreta. - respondí. Me acerqué más haciendo que nuestras narices rozaran, y la di un pequeño beso en los labios.

- Bueno, si me lo pides así... - dijo sonriendo entre besos.

- Qué fácil es convencerte, rubia. - me reí.

- Cállate, que todavía te quedas sin canciones. - me advirtió. La di un último beso y nos separamos para lanzarnos al colchón de la enorme cama.

- ¿Y bien? - pregunté sonriente.

- Es una playlist de canciones de amor, algunas tristes y otras felices. - observé cómo se sonrojaba mientras lo decía.

- ¿Cuánto dura?

- Siete horas y diecinueve minutos. - dijo con una sonrisa divertida. Abrí los ojos como platos. - A que ya no la quieres escuchar, eh.

- Me la suda, la voy a escuchar, igual tardaré unos días pero lo voy a hacer. - hablé firme.

- Tú verás. - dijo riendo.

- Venga, dale al aleatorio y empezamos ahora. - dije chasqueando los dedos.

- Dirás que empiezas tú, porque yo ya las he escuchado como treinta veces cada una. - le dio al botón de aleatorio y empezó a sonar una guitarra. - Buah, esta me encanta, es imagination de Shawn Mendes.

𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐘𝐄𝐀𝐑𝐒 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora