𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 10

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Beverly

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Beverly

Como ya suponía, Pablo no me molestó en todo el día. Sé que antes me la pasaba quejándome de él, pero en mi defensa diré que soy así.

Escuché unas risas en la planta de abajo, en la cual estaban algunos chicos, entre ellos Pablo.

No pude evitar querer saber de quién se trataba, así que salí de mi habitación y me asomé sigilosamente.

Conseguí ver una cabellera pelirroja, y de repente apareció la cara de Gavi.

- ¿Vamos? - preguntó él con una sonrisa.

- Pensé que nunca saldrías de esa habitación. Vamos. - la chica entrelazó sus brazos y procedieron a bajar las escaleras.

Sé que no estaba bien espiar, pero corrí escaleras arriba para mirar por las ventanas que daban a la salida de La Masía. Les vi meterse en un taxi y pronto los perdí de vista.

- ¿Ahora te dedicas a espiar gente? - no podía ser.

- ¿Qué haces aquí? - noté como las comisuras de mis labios se alzaban formando una sonrisa.

- Pues nada, es que me ha contado Aitana que vuelves a estar más apartada en los entrenamientos. - dijo Alexia. Desde que se había lesionado yo me había apartado más del grupo. Alexia era como una hermana mayor para mí, y sólo ella había conseguido que me integrara alguna vez con las demás chicas. - Hermana no puedes hacer eso, son tus compañeras, van a estar ahí para ti. Que yo no esté ahí no significa que ellas te vayan a despreciar o algo por el estilo, ¿vale?

- Nada es lo mismo sin ti. Voy a llamar a Hermione Granger para que te arregle esa rodilla. - bromeé.

- Anda ven aquí. - ella se acercó y me envolvió en un gran abrazo. La echaba tanto de menos.

Saqué mi móvil del bolsillo de la chaqueta negra que traía puesta y entré en Instagram para hacernos una foto y subirla a las historias. Era de las pocas sonrisas reales que había puesto en una foto.

- ¿Ya estás otra vez? - dijo ella apenada. Al principio no entendía a qué se refería pero cuando vi que las mangas se me habían subido lo entendí.

- Lo siento. Yo... Llevaba un tiempo limpia, pero el otro día no encontraba las putas pasti-

- No hace falta que me lo expliques si no quieres, Beverly.

- Gracias. - le agradecí con una sonrisa sincera.

- ¿Por qué no eres así con Gavi? Se supone que os conocéis desde que érais unos renacuajos.

𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐘𝐄𝐀𝐑𝐒 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora