𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 12

8.6K 451 140
                                    

Beverly

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Beverly

Una semana había pasado ya desde que Pablo y yo habíamos vuelto a ser "mejores amigos".

Lo pongo entre comillas porque bueno... Amigos lo que se dice amigos, no somos.

En varias ocasiones hemos estado apunto de besarnos, y no sé si eso me emociona o me pone nerviosa. No quiero que vuelva a pasar como cuando nos besamos por primera vez. No quiero que después de lo que pase me diga que estamos mejor siendo amigos.

Además, no estoy completamente segura de que me guste, y de que yo le guste a él ni te cuento.

Estos días ha estado teniendo conversaciones largas, muy largas -demasiado tal vez-, con la nueva fisio, la cuál me ha dicho que se llama Paula. Ya le he dicho en varias ocasiones que estoy casi segura de que a la chica le gusta, pero el señor gaviota no hace más que negarlo y decir que solo son amigos. Ya veremos cómo termina la historia.

- ¿Cómo osas decir que Monster among men no te gusta? - pregunté indignada. Nos encontrábamos yendo al aeropuerto en un autobús de los de la selección. Teníamos que llevar varios, ya que íbamos las chicas, los chicos, los técnicos y todos. Pablo y yo nos habíamos sentado juntos por petición de Pedri y Alexia que había venido para apoyarnos ya que seguía lesionada. Le estaba poniendo la discografía de 5 seconds of summer, y de momento le habían gustado todas las canciones menos una de mis favoritas. - Te juro que te mato, Gavira.

- A ver, vuélvela a poner y la analizo en condiciones. - dijo. Yo asentí con una sonrisa satisfecha. Le observé mientras se reproducía la canción y puede parecer de psicópata, pero analicé cada una de sus facciones. Pablo era guapo, muy guapo, guapísimo, literalmente gorgeous.

Me estaba sintiendo demasiado nerviosa a su lado últimamente, y me asustaba esa sensación. La canción terminó y conseguí reaccionar para que no me pillara mirándole fijamente y dirigí mi vista a la ventana.

- Ahora me ha gustado. Qué cosa más rara. - dijo sonriendo. Yo me giré como si no hubiera estado dedicándome a verle durante todo el viaje y sonreí de vuelta orgullosa.

- Es que como no te gustara, te ibas a ganar una sesión de zapatillazos. - dije con una sonrisa inocente. Pablo puso cara de asustado falso y me dio un ligero golpe en el hombro. Ahora me daba cuenta de lo que había echado de menos nuestra amistad, y no pensaba permitir que nadie -cof, cof, cierta pelirroja, cof, cof- la arruinara.

Nos habíamos quedado haciendo contacto visual, y cada vez sentía su respiración más cerca de mi rostro, hasta el punto de rozar nuestras narices, pero ese maravilloso momento se vio interrumpido por una notificación del móvil de Pablo.

𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐘𝐄𝐀𝐑𝐒 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora