18: Sentimientos A Flor De Piel

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Abrí los ojos lentamente. ¡Dios, me encontraba fatal! Sentía que la cabeza me iba a estallar y tenía muchas ganas de... de... Me levanté de golpe y me di cuenta de que no estaba en mi habitación, pero en ese momento solo podía pensar en encontrar un baño. Abrí la primera puerta que vi y, en efecto, era el baño.

Corrí y me dio tiempo a vomitar en el vater. No podía parar y cada vez me encontraba peor. ¡Maldición! ¿Porqué me encontraba tan mal? No recordaba casi nada de la noche anterior. Solo me acordaba de que Christian me aseguró que Christopher y Alfonso me amaban y después nos habíamos tomado una copa juntos, pero nada más.

Cuando terminé de devolver, me levanté y me di cuenta de que el baño era de lujo. ¿Dónde estaba? Me miré en el espejo y vi que llevaba una camisa de seda y de chico. ¿Qué? ¡Dios mío, que cara tenía! ¿Cómo podía tener resaca por una sola copa? Era imposible y lo sabía muy bien.

Ahora bien, la pregunta más importante: ¿En dónde estaba? Me enjuagué la boca un par de veces para quitarme el mal sabor de boca y salí del cuarto de baño y del dormitorio. Claramente era una mansión de lujo, pero bien de lujo. Jamás en la vida tendría el dinero necesario para tener algo así. Bueno, ni habiendo vivido tres vidas tendría el dinero suficiente. Bajé las escaleras y tras correr unas cuantas salas me quedé de piedra al ver a Alfonso, sentado en un sillón, leyendo el periódico.

Anahí: ¿Qué hago aquí?

Alfonso bajó el periodico y me miró. Por un instante sentí que me miraba con mucha intensidad, pero tal vez eran imaginaciones mías.

Alfonso: No estabas bien para llevarte a tu casa.

Anahí: ¡Dios, mis padres!

Me llevé las manos a la cara muy asustada. Estaba muerta, defenitivamente muerta.

Alfonso: No te preocupes, Christopher ya se encargó de eso.

Anahí: ¿Cómo? - me senté a su lado.

Alfonso: Me parece que les ha dicho que se nos hizo muy tarde y que no querías despertarlos.

Enarqué una ceja, alucinada.

Anahí: ¿Y no se han enfadado? ¡Es la peor excusa del mundo!

Alfonso: Sabes que Christopher es un verdadero conquistador. - se rió.- Se gana a tu madre con mucha facilidad.

Anahí: ¿Y a mi padre?

Hizo una mueca.

Alfonso: Es un hueso más duro de roer, pero tu madre lo...

Anahí: ¿Hace callar? - bromeé.- Oye, - me rasqué la cabeza.- ¿Qué pasó anoche? Es que no recuerdo nada de nada.

Noté como se puso tenso y miraba hacia otro lado. Eso era bastante raro en él. ¿Qué había pasado?

Anahí: ¿Hice alguna tontería?

Él me miró y negó con la cabeza, a la vez que me dio un beso en la frente. Eso sí que me sorprendío. Pasamos el resto de la mañana  solos porque Christopher estaba firmando un contrato con un socio. Yo quería irme a casa, pero Alfonso me dijo que luego íbamos a salir a comer los tres.

Anahí: ¿Desde cuando tienes está casa?

Alfonso: Me sorprende que preguntes cosas sobre mí, nena. - se acomodó sobre el sofá. - La compré hace tres años. Antes vivia con mis abuelos. Christopher lleva viviendo aquí conmigo desde que la compré. - me guiñó el ojo. - Luego te la enseñaré, si quieres.

Anahí: ¿Y si me pierdo? - bromeé.- ¿Me dejarás un mapa?

Se rió y negó con la cabeza.

Alfonso: Siempre puedes gritar. - sonrió de medio lado.

PONNY Y BARKEN [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora