32: ¿Qué Podía Pasar Para Que Se Estropeara Todo?

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Maite: ¿Te gusta el arte?

Maite no podía estar más sorprendida  de ello. ¿Es qué a caso tenía las manos torcidas y no podía pintar?

Anahí: Sí, ¿por qué te sorprendes?

Maite: No sé. - comentó tumbada boca abajo desde su cama. - Antes te imaginaría como... - se rascó la barbilla pensativa. - ¡abogada!

Anahí: ¿Abogada? - fruncí el ceño confusa.

Maite: Se te da muy bien pelear. - sonrió. - Todavía recuerdo cuando llegaste por primera vez a Chilton. ¡Les diste batalla!

Anahí: Sí. - comenté nostálgica. - Aunque, lo cierto era que temblaba del miedo.

Maite: ¡Cualquiera lo diría! - irónizo.

Anahí: ¿De verdad no te molesta que me quede a dormir?

Era la quinta vez que lo preguntaba, y ella por quinta vez me miró como si fuera tonta.

Maite: ¡Pues claro que puedes, Annie! - me dijo completamente segura. - Sabes que siempre eres bienvenida.

Tenía ganas de decirle que seguramente también seríamos familia. Me gustaría que tuviera la confianza para contarme que estaba saliendo con mi hermano. Tal vez no eran novios, "oficialmente". Puede que ese era el motivo por el que no me lo contaba.

Anahí: Gracias, Mai. - le regalé mi más sincera sonrisa como agradecimiento. - No quería volver a casa hoy.

Maite: ¿Por tu madre?

Anahí: Sí. - asentí. - Sé que mi madre no ha tirado la toalla. - estaba convenciada de ello. - Aunque mi padre ha dicho que el tema está zanjado, yo sé que no. No sé si esta noche me insistiría, pero no lo quiero comprobar.

Maite: Por lo menos tu padre y Diego. - noté como le brillaban los ojos al mencionarlo. - te apoyan.

Anahí: Algo es algo. - sonreí.

Maite: ¿Y qué vas a hacer este año? - pregunto preocupada. - Ya han pasado los plazos.

Sabía que ya no podía pedir plaza en ninguna universidad. Era consciente de ello y lo que más me dolía era no haberme dado cuenta antes de lo que tenía que hacer.

Anahí: Pues supongo que perderé un año.

Maite: Joder. - suspiró. - ¿Y si mientras tanto te metes a Empresariales por hacer algo?

Anahí: No. - negué rápidamente. - Nunca se me ocurriría, pero más que nada porque eso solo sería darle esperanzas a mi madre y la situación de hoy se repetiría dentro de un año. ¡Así que no!

Me di cuenta de que solo estábamos hablando de mi y no quería que pensara que no me importaba ella.

Anahí: ¿Y tú qué?

Maite: Me han aceptado en la carrera de Francés. - sonrió encantada. - ¡Mis padres están felices de la vida porque no estaban muy seguros de que fuera a conseguirlo!

Maite no era tonta, pero sí que era cuerto que le costaba bastante estudiar. Por ello se había esforzado el doble, e incluso el triple, para ser aceptada en la carrera que quería.

Anahí: ¡Te lo mereces Mai!

Salté sobre ella feliz y ella estalló en risas. Las dos quedamos, después de jugar, boca arriba, mirando el techo sonrientes.

Maite: Annie...

Anahí: Dime.

Maite: Me he enamorado.

PONNY Y BARKEN [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora