Estaba tumbada sobre la cama mirando hacia el techo, con los brazos debajo de mi cabeza.
Diego: ¿Porqué sonríes como una estúpida? - se rió mi hermano.
Anahí: Por nada. - le dije, intentando disimular.
Diego: Seguuuro. - se burló. - ¿Es que te han dado algún orgasmo?
Agarré uno de mis cojines y se lo lancé a la cara y él se partió de risa, mientras yo lo acribillaba con mi mirada entrecerrada.
Anahí: ¿Porqué no te callas la maldita boca?
Le saqué la lengua y continué pensando en los labios de ellos sobre los míos. No terminaba de creérmelo pero me sentía genial. ¿Había dicho genial? Espectacularmente genial.
Mi relación con Alfonso y Christopher había dado un giro de 180° y debía reconocer que me encantaba el cambio. Habían pasado semanas desde que Alfonso me había confesado su pasado y me había besado con ellos. No sabía si podía considerarme novia de ellos, pero estábamos todo el tiempo juntos.
Me acompañaban a cada sitio. En ningún momento estaba sola. Posiblemente a otras chicas les agobiaría la situación, pero a mi me encantaba. Me hacían sentir mimada y querida. Maite estaba completamente segura de que me estaba enamorando de ellos, pero yo más bien diría que me estaba sintiendo a gusto. ¿Porqué una chica no puede simplemente estar pasándosela bien?
Diego: ¿No vas a cambiarte? - volvió a asomarse. - Vas a llegar tarde a clase y te van a matar.
Puse los ojos en blanco y me puse el uniforme. Iba a bajar al piso inferior y vi a Diego intentando ponerse bien la corbata, pero no había forma de que le quedará decente. Reí y decidí ayudarle.
Diego: ¿Cuánto tiempo llevamos en el instituto? - resopló molesto. - Pues aun no se hacérmela. ¿Porqué cojones hay que llevar corbata? ¡Parecemos pingüinos!
Anahí: Porqué es un sitio de estirados. -reí.
Diego: ¡Yo estoy reventando!
Anahí: ¿Y eso? - le pregunté medio curiosa y preocupada.
Diego: Me paso todo el día entrenando para la competencia, pero al parecer nunca es suficiente. El entrenador me dice que tengo que practicar más y no tengo ni idea de como voy a hacerlo. ¡No puedo más con mi cuerpo!
Suspiré y le terminé de anudar la corbata.
Anahí: Si quieres ser un atleta profesional, tendrás que aguantar lo que te echen. - le di un golpe juguetón en el hombro a la vez que le sonreí alegre.
Él bufó irónico.
Diego: ¿Eso me lo dices tú? ¿Porqué no le echas valor y le dices a nuestros padres que quieres ser artista?
Anahí: ¿Y que me maten? - me reí sarcásticamente. - Lo tuyo es diferente y lo sabes. Ellos nunca te han prohibido que corrieras.
Diego: Te equivocas. Si hubieran pensado que podía estudiar otra cosa, o alguna carrera, me hubieran llamado la atención. Se habrían negado a que fuera atleta.
Anahí: Pero nada ha sido así. - añadí.- ¡No puedo hacer nada! - dije exasperada.- Y este tema empieza a cansarme.
Diego: No termino de creerme que seas tan valiente para algunas cosas y tan cobarde para otras.
Anahí: ¿Yo soy cobarde? - me indigné.
Diego: Lo eres. - afirmó muy seguro de sí mismo. - Dime, ¿cuántos aparte de Eiza, Aarón y de mi saben que amas dibujar? - me quede callada con los brazos cruzados. Me apetecía poder rebatirle, pero tenía razón. - ¿Se lo has dicho a Maite? ¿A alguno de tus novios? ¡NO!
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PONNY Y BARKEN [COMPLETA]
Teen FictionAlfonso me empotró contra la taquilla, haciéndome daño en la espalda. Ahogué un gemido de dolor y le mantuve la mirada lo mejor que pude. - Me parece que no lo entiendes Anahí. No había nadie por el pasillo por si necesitaba chillar, suplicar por ay...