36: Una Amarga Despedida

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1 semana después.

Se podría decir que me había tomado una semana sabática en Chilton. Lo sorprendente de todo es que mi no me había puesto ninguna pega. De hecho, parecía una mujer completamente distinta a la que era. Últimamente no paraba de sonreír y de hablarnos cariñosamente. Me encantaba ver que nos trataba a Diego y a mi con tanto cariño, pero sin duda alguna me emocionaba todavía más al ver las miradas cómplices que se regalaban mis padres.

Parecía que el cambio de humor de mi madre también había influido positivamente en mi padre. Nunca los había visto más felices.

Tisha: ¿A qué hora viene Maite?

Yo estaba leyendo el panfleto informativo de la carrera de Arte mientras mi madre hacía la comida.

Diego: En una media hora. - le dijo mientras colgaba el móvil.

Anahí: Aún no sabe que ponerse, ¿no? - le susurré divertida al imaginarme porque había llamado a Diego.

Diego: No tiene ni idea. - sonrió. - Está súper nerviosa. - negó la cabeza confundido. - ¿Cómo puede ser? Ya los ha conocido.

Anahí: Ya, pero solo ha conocido su faceta de bruja. - musité en voz baja. Lo que me faltaba era que escuchara eso. Había cambiado por completo, pero lo mejor era no tentar a la suerte. - Mamá esta muy distinta y ahora sí que tiene interés de conocer a tu novia.

Diego sonrió emocionado mientras miraba a mamá inclinada hacia el horno, asegurándose de que el asado no se quemara. Esta se rió con voz enamorada al verse enamorada de mi padre.

Diego: ¿No te parece que es un sueño?

Anahí: Sí. - susurré.

Ver a una pareja tan unida y enamorada, tras pasar una crisis seria de varios, me alegraba y desmoralizaba a la vez. No podía evitar pensar que habría pasado si Christopher y Alfonso hubieran decidido perdonarme. ¿Cómo habría sido nuestro futuro?

Seguro que después de la carrera me habrían pedido matrimonio, pues Alfonso era impaciente y seguramente le habría dado pánico pensar que podía conocer a alguien. Después habríamos celebrado una boda sencilla, pues me habría negado a una gran boda. Me conformaría con una fiesta bonita y modesta en donde estuvieran nuestros familiares y amigos, nuestra gente.

Tras la boda no sé que habría ocurrido. No sé a que me habría decidido, ya que conociendo a Christopher y Alfonso, habrían preferido que no trabajara. En realidad, por lo que me había soltado la madre de Christopher, la mujer de ellos debía ocuparse también de los negocios familiares; y yo sabía que no me serviría para eso.

Lo que más me dolía era ver lo que nunca pasaría. Había sido un sueño precioso, pero muy corto. Cuando apenas lo estaba disfrutando, se evaporó. Nada duele tanto como cuando te lo dan a probar. ¿Cómo podía vivir tan feliz cuando la verdadera felicidad residía en ellos?

Diego: ¿Estás segura de querer estudiar aquí?

Miré a Diego con sorpresa. Se había sentado a mi lado, en el sofá, y me miraba con preocupación.

Diego: Sonríes y haces como si no pasara nada, pero te conozco, hermanita . - suspiró triste. - Sé que estás de todo menos bien. ¿Por qué no lo reconoces?

Anahí: ¿De qué serviría reconocerlo? - sonreí con irónia. - ¿Qué va a cambiar?

Diego: No es bueno guardarselo uno mismo.

Anahí: Creo que sé bien lo que es guardar secretos. - sonreí con amargura. - Y sí, soy consciente de lo que duele, pero tampoco puedes hacer nada.

Diego: Anahí...

PONNY Y BARKEN [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora