Tisha: Anahí, ¡baja ya!
Oía el claxon sonar una y otra vez, y otra vez. Christopher y Alfonso empezaban a impacientarse, pues estaba tardando demasiado en arreglarme para ir a clase. La verdad era que había dormido fatal. Cuando tenía hambre o sueño estaba de mal humor, pero si por casualidad coincidían los factores, era una muy mala combinación. Prácticamente estaba insoportable.
Anahí: ¡Que ya voy! - chillé molesta.
Enrique: Cariño, vas a llegar tarde a clase. - me avisó mi padre desde la puerta mientras miraba su reloj de pulsera.
¿En serio? Entre el sonido del claxon y los gritos de mi madre no me había dado cuenta. Nótese el sarcasmo.
Anahí: Ya voy. - refunfuñé mientras agarraba mi mochila.
Enrique: ¿Has desayunado?
Se preocupó mi padre por mi alimentación. Como siempre.
Anahí: Tomaré una manzana y un zumo.
Bejé las escaleras a una velocidad de vértigo y oía como mi padre me gritaba desde arriba que tuviera cuidado porque me iba a matar. ¡Padres! Suspiré.
Entré corriendo a la cocina y agarré una manzana del frutero, para después sacar un zumo de uno de los armarios de la cocina.
Mi madre me ignoró. Solo se dirigía a mi para darme órdenes o para regañarme. Claramente buscaba torturarme psicológicamente. ¡Era una bruja y lo peor era que ella misma lo sabía! Mi padre, a diferencia de mi madre, no se lo había tomado tan apecho. Por supuesto tuve que escuchar una larga reprimenda, pero no fue tan catastrófico como mi madre; lo que provocó más tarde una pelea entre los dos.
Gracias a Dios ese día no hacía frío. Algo bueno tenía que pasar para compensar lo demás. Los vi a ambos impacientes y mientras llegaba hasta ellos vi que Alfonso me miraba con ganas de soltarme alguna de las suyas.
Anahí: Hoy no, gracias. - le solté sarcástica.
Alfonso: ¿Te regalo una alarma, nena?
Puse los ojos en blanco y él empezó a reírse. En cuanto entramos en el coche, traté de preguntarles sobre sus negocios. No obstante, Christopher se me adelantó.
Chris: Hemos escuchado rumores sobre una pelea en Chilton.
Miré hacia la ventanilla haciéndome la loca. Imaginaba que iba a servirme de poco, pero tenía que intentarlo. Alfonso, que estaba al volante, me miró y se rio mientras negaba con la cabeza.
Alfonso: ¿No vas a responder con sinceridad?
Me giré bruscamente y los miré con los ojos entrecerrados.
Anahí: Ya saben lo que pasó. ¿Para que insisten? Ella y yo teníamos una cuenta pendiente.
Christopher metió la cabeza entre los asientos delanteros para mirarme fijamente al hablar.
Chris: ¿No podías simplemente dejarlo pasar? - parecía frustrado. - Además te peleas cuando no estamos nosotros.
Resoplé.
Anahí: ¿No me habrían parado? - les devolví la jugada. - Simplemente le deje bien clara la situación. - me crucé de brazos.
Me molestaba que perdiéramos el tiempo hablando de esa idiota. ¿Por qué la defendían? Cada vez me notaba más irritable.
Alfonso: Pensábamos que te ibas a quedar quieta. Pero claro, tú siempre haces lo que se te da la jodida gana, ¿no?
Me giré violentamente hacia él.
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PONNY Y BARKEN [COMPLETA]
Novela JuvenilAlfonso me empotró contra la taquilla, haciéndome daño en la espalda. Ahogué un gemido de dolor y le mantuve la mirada lo mejor que pude. - Me parece que no lo entiendes Anahí. No había nadie por el pasillo por si necesitaba chillar, suplicar por ay...