25: No Dudes Que Siempre Te Amaré

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Tisha: Anahí, ¡baja ya!

Oía el claxon sonar una y otra vez, y otra vez. Christopher y Alfonso empezaban a impacientarse, pues estaba tardando demasiado en arreglarme para ir a clase. La verdad era que había dormido fatal. Cuando tenía hambre o sueño estaba de mal humor, pero si por casualidad coincidían los factores, era una muy mala combinación. Prácticamente estaba insoportable.

Anahí: ¡Que ya voy! - chillé molesta.

Enrique: Cariño, vas a llegar tarde a clase. - me avisó mi padre desde la puerta mientras miraba su reloj de pulsera.

¿En serio? Entre el sonido del claxon y los gritos de mi madre no me había dado cuenta. Nótese el sarcasmo.

Anahí: Ya voy. - refunfuñé mientras agarraba mi mochila.

Enrique: ¿Has desayunado?

Se preocupó mi padre por mi alimentación. Como siempre.

Anahí: Tomaré una manzana y un zumo.

Bejé las escaleras a una velocidad de vértigo y oía como mi padre me gritaba desde arriba que tuviera cuidado porque me iba a matar. ¡Padres! Suspiré.

Entré corriendo a la cocina y agarré una manzana del frutero, para después sacar un zumo de uno de los armarios de la cocina.

Mi madre me ignoró. Solo se dirigía a mi para darme órdenes o para regañarme. Claramente buscaba torturarme psicológicamente. ¡Era una bruja y lo peor era que ella misma lo sabía! Mi padre, a diferencia de mi madre, no se lo había tomado tan apecho. Por supuesto tuve que escuchar una larga reprimenda, pero no fue tan catastrófico como mi madre; lo que provocó más tarde una pelea entre los dos.

Gracias a Dios ese día no hacía frío. Algo bueno tenía que pasar para compensar lo demás. Los vi a ambos impacientes y mientras llegaba hasta ellos vi que Alfonso me miraba con ganas de soltarme alguna de las suyas.

Anahí: Hoy no, gracias. - le solté sarcástica.

Alfonso: ¿Te regalo una alarma, nena?

Puse los ojos en blanco y él empezó a reírse. En cuanto entramos en el coche, traté de preguntarles sobre sus negocios. No obstante, Christopher se me adelantó.

Chris: Hemos escuchado rumores sobre una pelea en Chilton.

Miré hacia la ventanilla haciéndome la loca. Imaginaba que iba a servirme de poco, pero tenía que intentarlo. Alfonso, que estaba al volante, me miró y se rio mientras negaba con la cabeza.

Alfonso: ¿No vas a responder con sinceridad?

Me giré bruscamente y los miré con los ojos entrecerrados.

Anahí: Ya saben lo que pasó. ¿Para que insisten? Ella y yo teníamos una cuenta pendiente.

Christopher metió la cabeza entre los asientos delanteros para mirarme fijamente al hablar.

Chris: ¿No podías simplemente dejarlo pasar? - parecía frustrado. - Además te peleas cuando no estamos nosotros.

Resoplé.

Anahí: ¿No me habrían parado? - les devolví la jugada. - Simplemente le deje bien clara la situación. - me crucé de brazos.

Me molestaba que perdiéramos el tiempo hablando de esa idiota. ¿Por qué la defendían? Cada vez me notaba más irritable.

Alfonso: Pensábamos que te ibas a quedar quieta. Pero claro, tú siempre haces lo que se te da la jodida gana, ¿no?

Me giré violentamente hacia él.

PONNY Y BARKEN [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora