EXTRA 1

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Jess.

—Estoy muy nerviosa —suspiré moviendo mi pierna frenéticamente.

—Cariño, tranquila, solo tienes que salir, que te den un diploma, saludar a los profesores y una foto. Los vas a hacer bien —mi madre me puso una mano en la pierna para tranquilizarme—. Además vas guapísima.

Sonreí al escuchar las palabras de mi madre. Me había puesto un vestido rojo largo de satén y bastante caro ya que era de una marca no muy conocida pero de mucha calidad. También llevaba unos taconazos de color claro que sabía que dentro de nada iban a hacer que me explotaran los pies, me había maquillado más de lo normal y mi pelo rubio perfectamente planchado. A parte que llevaba algunos complementos dorados.

Mi madre, mi padre, Sira, Leire y yo estábamos sentados en los asientos que habían en el jardín del sitio donde se celebraba mi graduación de mi carrera universitaria. Estaba a punto de comenzar todo y toda la gente ya estaba sentada allí. Habían muchísimas personas, más de lo que me imaginaba. Visualicé a algunas de mis compañeras de clase sentadas por ahí, las saludé con una sonrisa. No me llevaba mucho con ellas no por nada, si no que no teníamos mucha relación aunque siempre que hablaba con ellas eran todas majísimas.

En ese mismo instante mi móvil vibró dentro de mi bolso y lo saqué para ver quién era.

Pablo

Amoooor
Mándame vídeo de cuando salgas
porfa

vale, si no me caigo, claro

No te vas a caer 🙄

Con estos tacones
todo puede pasar...

Que no, vas a salir guapísima
Mándame foto de como vas que te quiero ver

Voy
*foto

Dios, q casi me da algo 😍
Que guapa eres rubia, en cuanto te vea te como a besos😋

ayyy❤️

Suerte mi niña, ya me contarás
Te amo

Y yo a ti🤍

—Deja el movil que ya va a empezar  —Leire me dio un suave codazo.

—Lo siento, estaba hablando con Pablo —con una sonrisa, guardé mi móvil en el bolso que llevaba.

—¿Por qué no ha venido? —me preguntó con el ceño fruncido.

—Me dijo que tenía cosas que hacer, no sé algo del fútbol. A ver pero yo lo entiendo que no pueda venir pero no sé, me gustaría que estuviese aquí, la verdad.

—Bueno, luego le vas a ver ¿no? —asentí ante la pregunta de Sira—. Podéis celebrarlo juntos más tarde.

—Si —miré hacia otro lado nerviosa.

—Alegra esa cara y disfruta mujer, que ya has acabado la carrera —Leire me dio dos palmadas en la pierna—. Además vas pivonazo.

—Vosotras también —reí mirándolas.

—No, no pero tú más —Sira me sonrió dándome tranquilidad.

Debilidad | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora