13: Intentar olvidarme de ti

38.5K 1.3K 609
                                    

Pablo.

Sabía que Jessica lo hacía a propósito para provocarme pero lo peor era que lo conseguía. Joder, es que cuando la había visto hablando con Marcos riéndose me estaba poniendo de los nervios pero entonces le pillaba mirándome y se me pasaba un poco. Sabía que ella también estaba celosa, la conocía demasiado bien como para no saberlo.

Yo ya la había superado, lo tenía claro pero me costaba mucho verla con otro chico haciendo las mismas cosas que nosotros hacíamos juntos.

Y bueno, con ese bikini rojo no me lo ponía nada fácil lo de no provocarme. Por que ella enfadada con ese bikini puesto, era demasiado para mi persona. Me había sorprendido verla diferente ya que ahora su pelo era un poco más corto, le llegaba hasta sus pechos más o menos y lo que no me esperaba era ver que se había hecho el piercing del ombligo. Le quedaba increíble.

Al salir del baño lo primero que hice fue ir hasta donde estaba antes hablando con Sara. Jessica salió un poco después y se puso a hablar con Ansu y Leire. Sara me convenció de que nos tumbásemos en una de las tumbonas para estar más cómodos. Vi como Ansu, Leire y Jessica se tiraban a la piscina junto con todos. Así que ahora fui yo el que convencí a Sara de meternos, ella aceptó al final y nos besamos ahí dentro durante un buen rato hasta que sentí un empujón en todo mi brazo que me hizo reaccionar separándome de Sara.

Me giré molesto para ver que Leire acababa de pasar justo por donde estaba yo besándome con Sara y empujarme con su brazo.

—Espera aquí, ahora vuelvo —le dije a Sara.

Con el ceño fruncido me acerqué hasta donde estaba Leire. Por suerte ahora estaba sola. Ella me miraba con tranquilidad mientras me acercaba.

—No te creas tan graciosa —le dije en cuanto estaba cerca de ella.

—Y lo dices tú. Esto ya es increíble, tanto sitio que hay en la puta piscina y te tienes que poner ahí para morrearte con ella.

—¿Qué tiene de malo ese sitio? Que yo sepa, de momento se puede elegir en que sitio de la piscina estar, no es un delito.

—Das mucha pena Gavi, eres un niñato que lo sepas —bufó—. ¿Tú ves normal lo que estás haciendo? Estás buscando a Jessica todo el rato, y por tu culpa acaba de salirse de la piscina.

—Fue ella la que me dejó no yo.

—Vale pero eres tú el inmaduro no ella, que te quede claro de una vez.

—¿Pero no tengo derecho a besar a quien quiera? ¿O ahora vais a ser vosotras las que me digáis lo que tengo que hacer? —espeté con asco—. No sois más niñatas por que no podéis, te lo juro.

—Mira te lo voy a dejar claro por que eres tonto. Ahora por tu culpa puede que a Jessica le de un ataque de ansiedad y no me hace gracia tener que verla así otra vez porque a mí me duele —dijo y parece que se arrepintió un poco luego de habérmelo contado.

—¿Cómo? —todavía no había procesado la información.

—Nada, da igual. No sé ni por qué he abierto la boca —bufó.

—Dímelo Leire —le dije mirándole muy serio. Ella dudó pero al final empezó a hablar.

—Lleva todos estos meses teniendo algunos ataques de ansiedad, algunos más fuertes que otros pero no es agradable eso te lo aseguro.

Dicho esto, Leire salió de la piscina también malhumorada. Yo le seguí con la mirada y vi que iba hacia donde estaba Jessica mirando su móvil. Miré un poco mejor y pude ver que estaba llorando. Quería que me diese totalmente igual el hecho de verla llorando pero era imposible. Un nudo en mi garganta se formó de verla en tal estado y tan débil. Me recordó a todas esas veces que le vi llorando por mi culpa, de repente mis ánimos se vinieron abajo. Leire le abrazó dándole un beso en la mejilla y entonces Jessica se fue a paso rápido hacia su hotel.

Debilidad | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora