XXXIX: Caos

13 4 0
                                    

La sonrisa de la chica era amplia, sus pupilas estaban anormalmente dilatadas.

- ¿Estás drogada?

- ¿Importa? ¿es que no vas a preguntar nada más? ¿Es en serio?, sigues tan aburrido como siempre, patético, ¿No te cansa ser así?, seguir todo el tiempo órdenes, ser el niño bueno, creí habías aprendido a disfrutar más la vida después de que nos conocimos... Pero sigues con el lápiz en la mano y esos estúpidos lentes...

Le sacó los lentes y los tiró al suelo.

- ¿¡Qué mierda, Marena!?

- Jajaaja, ¿Qué? No te vas a morir por no tenerlos... no te quedan... ¿No habías dejado de usarlos hace años? Era gracioso verte intentar leer algo de cerca, achinando los ojos y frunciendo el ceño... Por cierto, Dante sigue cocinando realmente bien, a veces me pregunto por qué no pasé por tu casa primero antes de pensar en salir contigo, tus hermanos son... candentes... jaja... Fue mi error, aunque tu no fuiste de mucha ayuda... Me dejaste en malos términos con ellos y yo que ni siquiera les logré dar un hola porque te vieron colocado hasta arriba, no fue mi culpa que estuvieras así, nadie te obligó... ¿Pero quien va a hacerle entender eso a un bombón en motocicleta hirviendo en cólera y lleno de preocupación porque su hermanito estaba con una intoxicación etílica? ¿A que suena docto? elegante... jajaja...

Nero no respondió, ella lo miro con más detenimiento, había algo...

- Oye... por más patético que sigas... te ves... distinto, ¿estás más sexy que la última vez que nos vimos?, tu no eres de los que se preocupan de su aspecto sin razón ¿Acaso te gusta alguien? ¿novia quizás? ¿ya no me extrañas, cariño? - le acarició la mejilla, él la alejó.

- Me siento dolida, ¿sabes...? ¿Quién es? seguramente la conozco, podría quitártela... Aunque... jaja... creo que ni siquiera sería necesario, tú... todavía no me olvidas por completo... ¿verdad?, porque... aún te pones tenso al verme, a penas me respondes, siempre encontré eso lindo... - comentó con claro sarcasmo - - ¿Te comió la lengua la rata con la que sales o qué? ¿No me dirás nada? Vine a hablar después de todo... - ella volvió a disminuir la distancia, Nero volvió a dar un paso atrás - Quizás si me ruegas un poco yo puedo comerte algo también... - y recorrió su rostro con la punta de sus dedos hasta sus labios.

Nero desvió el rostro, su mandíbula estaba claramente tensa, un sabor ligeramente familiar le saturó los sentido.

- Me llegaron algunos rumores... Algo así de que quieres ir a la milicia...¿Me pregunto qué dirían si supieran que te drogas? Sería divertido... Aunque habías dicho que ya no lo hacías... Pero no te preocupes, ya te di una mano... seguro fue difícil dejarlo... pero, podría darte más, después de todo estar limpio es aburrido, ¿Tú cuánto llevas? Unos... ¿seis meses? ¿no...? ¡Da igual!, nunca es tarde para volver... Tengo uno especialmente bueno aquí, casi no necesitas nada... Aunque ya te di un poco, te prometo que tenía las uñas limpias... Así que... ¿Qué me dices cariño-?

Se había prometido no volver a tocarla, no hablarle de nuevo, no acercarsele nunca más. Pero ahí estaba, sujetando su muñeca, aprisionándola contra la pared, tratando de controlar toda la rabia que tenía encima, pero no era capaz. El corazón le golpeaba con insistencia el pecho, le temblaban las manos, ya tenía suficientes problemas y cosas en las que pensar para que incluso ella apareciera.

- ¡Vamos! ¿No harás nada más? Y eso que escuché que eras bastante más agresivo que esto... Que ya no dudabas en moler a alguien a golpes, que estabas medio loco por naturaleza... ¿Por qué te contienes? Podrías golpearme como nunca hiciste, o devoradorme como lo hacías antes... Incluso ambas... Seguramente te sentirías bien, te librarías de todas las injusticias por unas horas... ¿No te emociona? No me mires así... ¿O es que... ese otro rumor es cierto? El que... Ahora tienes novio... Que horror, nunca imaginé tendría un ex que se volvería marica...

- ¿Acaso tiene que importarme lo que pienses?

- ¡Wow! ¡Al fin respondes de nuevo! ¿Entonces sí es cierto? No sé qué podrías verle a alguien así... - trató de cortar la poca distancia que había - no tiene nada lindo...

- No es que tengas demasiado.

- No es lo que me decías siempre, Nero... Aunque... Volviendo al tema... ¿Un castaño cualquiera? Vi que trabaja en una tienda... No me mires así de afligido, yo también tengo que ir de compras para comer ¿Sabes? Pero vieras lo triste que es esa sonrisa fingida que pone al despedirse, ¿Lo hace contigo también? Con esa careta cansada, jaja... Es un chiste.

- CIERRA LA PUTA BOCA - dió un golpe seco a la pared. ¿Realmente estaba perdiendo el control o era ese polvo que había metido en su boca suficiente?

- Oye... No te lo tomes tan personal... solo digo la verdad... Aunque creo que a uno de los chicos le interesa probarlo... ¿Por qué no se lo dejas? Podrían intercambiar, yo sé bien lo que te gusta y sé que no te gusta esperar... - le rozó la entrepierna, Nero la soltó de inmediato.

- ¿¡Qué mierda te pasa!?

- ¿O es que no es así? Dijeron que los vieron besándose en la fiesta de Chris... Algo aburrido ¿no?... Mientras que conmigo, vamos, ni siquiera eres capaz de sacarme de tu casa, si te doy un empujoncito extra ya no me dejarías irme en toda la noche, ¿Verdad?, Deberías pensarlo cariño... Quedamos bien juntos y si uno de los dos llega a aburrirse, puede hacer lo que quiera con quien le apetezca, sin resentimientos, sin celos, ¿Qué dices? ¿Y sí jugamos como en los viejos tiempos?

- ¿A caso cada día te vuelves más loca?

- ¿Y de qué me serviría estar cuerda? ¡Es la nostalgia, cariño! Extrañaba ver esos ojitos azules que solo me buscaban a mí-

- ¿Cómo entraste?

- ¿Recién ahora tienes curiosidad? Mi amor... ya sabes, soy muy buena con toda clase de cerraduras... Unos segundosy hacen click sin mucho esfuerzo.

- Ni siquiera deberías saber dónde vivo.

- Awww... Que lindo, por supuesto, si nunca me presentaste esta linda casita tuya, no tenía como saberlo, pero son cosas del destino, te vi en la calle, te veías tan penoso caminando así de desanimado, tan ensimismado... Tú nunca piensas tanto las cosas a menos que te importen, ¿es sobre ese chico? ¿ya te engañó también? no me extrañaría, nadie puede tolerarte demasiado... eres insufrible...

- Marena, fuera.

- No soy ningún clase de perro para que me hables así, ¿no respetas a tus mayores? ¿a las mujeres? Yo, amablemente estaba resolviendo las dudas que tienes, estábamos teniendo una conversación encantadora, mira si estás rojo de emoción, hasta respiras con entusiasmo, lo sé, soy alguien encantadora, aún después de todo este tiempo...

El temblor en su labio iba en aumento, escuchaba como corría su propia sangre, como bombeaba el corazón, lentamente la chica que tenía delante comenzaba a verse diferente. Empezaba a alucinar, era peligroso.

- ¡Imbécil, no seas tan brusco! ¿Qué haces?

La sujetó firme de la muñeca y casi la arrastró hasta la reja.

- Esfúmate, no me interesa volver a verte - bramó cerrando la reja con fuerza antes de que ella pudiera siquiera intentar impedirlo.

- ¿Otra vez vas a hacerme esto? - Marena comenzó a llorar, alzó la voz - ¿Por qué eres tan cruel? ¡Nunca te hice nada! ¡te perdoné que estuvieras con esa cualquiera! ¡Soporté tus ataques de ira! - pero ella permanecía sonriendo, mentía - ¿Y ni siquiera así? ¿Aún así me amenazas y me dejas? Bien, no importa, te diré algo...

- Deja de hacer el ridículo.

- ¿El ridículo dices? jajaja... estoy embarazada y voy a tenerlo... estuviste en mi casa, hace unos meses, estabas demasiado borracho, me dio lástima que durmieras fuera, aunque de todas formas te fuiste en un trance extraño... Así que... es una mierda, pero te avisaré cuando nazca...

Nero quedó helado, eso, tenía que estar mintiendo. No había forma de que fuera cierto. Pero no fue capaz de analizarlo ni un segundo más, Dante estaba delante de él ahora, blanco como un papel.

- ¿Por qué Marena...? - A Dante no le salieron las palabras.

Nero guardó silencio.



~★~

By AjnaPiéride.
Publicado el 30 de septiembre del 2022.

MamihlapimatapeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora