Capítulo III: ¿No te parece una pérdida de tiempo?

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De alguna forma durante toda una semana ninguno había visto ni el más mínimo rastro del otro. No era para menos teniendo en cuenta buscaban evitarse en las pocas oportunidades que se daba un posible encuentro sin que el otro siquiera se enterase.

Aunque ambos sabían con certeza que en algún punto el pasar desapercibido fracasaría.

Resultó un viernes, a pocas horas de caer la noche.

...

El castaño estaba hecho polvo luego de salir de su trabajo de medio tiempo.

Tenía una especie de relación amor-odio con ese lugar. Se volvía el más añorado a fin de mes, cuando recibía la tan ansiada paga o los días en que les permitían irse antes, incluso esos poco frecuentes días tranquilos y faltos de ajetreo de la clientela. Mientras que el resto de tiempo la balanza se inclinaba hacia el aborrecimiento por la larga, ajetreada y sumamente agotadora semana que le brindaba.

Y ese día resultó, desgraciadamente para él, en uno de esos en que la balanza se inclinó al desastre, dada una previa de exámenes entre clases que le drenaron la energía, luego niños corriendo por todo el local y desordenado las cosas mientras sus madres buscaban despreocupadamente lo que serían sus compras. Él, que no estaba de turno en la caja se vio obligado a recoger y limpiar todo lo que tiraban a su paso.

Al menos hace unos minutos había terminado su turno, traía su cómoda ropa y aún quedaban una o dos horas de luz afuera.

Solo tenía que llegar a casa...

...


8 graves - Hang.

El albino estaba a unas cuantas cuadras de su casa y casi a la misma distancia de su secundaria en uno de los parques del sector, riendo a carcajadas junto con un grupo de amigos mientras iban tomando una a una varias botellas de cerveza que terminaban tiradas a sus pies. Aunque, a medida que sus amigos comenzaban a emborracharse encontraba la situación más y más aburrida.

- ¿Por qué no dejamos de lado la historia de como este idiota se cayó sobre una mierda y mejor alguien da una historia más interesante? - interrumpió uno de los 4 del grupo.

- Este de aquí - comentó el segundo sujetando al que estaba a su lado - tiene algo interesante que contar ¿verdad?

- No tengo nada que decir... - miró de mala gana al que lo tenía sujeto, manteniendo a medias el equilibrio. Ese chico, a diferencia del resto, no tenía tolerancia al alcohol.

- Quizás debería beber otra cerveza para que se ponga a hablar en vez de solo tambalearse como si el suelo se moviera...

- El suelo se mueve... - respondió el mismo al que intentaban hacer hablar - y no necesito más, no voy a contarles de la dama voluptuosa... de la fiesta...

- Menuda "dama" jajaj... ¿Tú desde cuando eres así de elegante?

- No te burles de la señorita... mi boca está cerrada... sellada... y desde siempre...

- ¿Fueron a una fiesta y no me invitaron? Eso es pasarse...

- Solo cuenta que hiciste con ella...

- Hincha huevos, vete a ver porno en vez de ponerte a soñar con mi futura chica... - gruñó.

- No te aconsejo resistirte demasiado - habló de repente el albino - sabes lo insistentes que pueden ser, principalmente él.

- ¿Lo ven? Nero está de acuerdo, necesita otra cerveza, hasta quizás un solo sorbo sería suficiente para que suelte todo...

- No me metas en esa parte, yo no estoy diciendo que lo dejen tajado... - dio un buen sorbo a la botella que traía en su mano mientas se sentaba en la pared de piedra a su espalda.

- Tampoco lo evitas tío

- Si lo hiciera sería como condenarme al abismo, con un montón de borrachos por unas cuantas cervezas que en cierto punto se pondrán a maldecir y luego no harán mas que sufrir por sus "desgraciadas" vidas.

- No tienes derecho a hablar... tú consigues a la que quieres así - chasqueó los dedos - mientras que uno tiene que vender un riñón e intercambiarle media alma al diablo solo para conseguir un hola de respuesta... y ya es demasiada la suerte si luego de 2 minutos no te mira con desprecio o te lanza una cachetada... ¡AGH! ¡Vamos, bebe! - volvió a insistirle a su amigo.

- ¡MALDICIÓN! ¡QUE NO QUIERO MÁS JODER!

- Oye, tampoco te pases de verga...

- Mi verga está bien, gracias...

- ¡Tomemos... ratas de mala muerte hasta olvidar nuestras penas! - comentó el tercero en un débil intento de que terminaran ese tema ya sin sentido alguno.

- En vez de lloriquear deberían estar aprovechando la noche - el de ojos azules dejó a un lado la botella casi vacía.

- Es verdad... ¿A quién se le ocurrió esta locura? Podríamos haber ido de plano a una fiesta...

Todos miraron al cuarto, que hasta ese momento había estado sentado en una banca bebiendo en silencio, con una única frase dibujada en la cara. "¿No se te ocurrió comentarlo antes?"

Y el mismo les devolvió una única mirada de "Se los repetí tantas veces..."

...

El castaño ya iba por la mitad del camino cuando se detuvo de repente al escuchar risotadas seguramente de borrachos. Ni siquiera se detenía usualmente cuando se topaba con esos grupos, por el contrario, aceleraba el paso. Más ese día como que le había picado el bichito del deber civil.

- Esos idiotas.. ¿en un parque de niños y aún con plena luz del día? debería acercarme... - empezó a hablar solo caminando en dirección al grupo - aunque ¿y si están demasiado borrachos? ¿o si tienen malas pulgas? ¿o si están borrachos y de mal humor? mejor me voy... - se dió la vuelta murmurando - pero es un parque infantil... y si hay niños cerca... imagínate están viendo a esos cerdos hablando a todo pulmón de cuanto se divirtieron anoche... - de nueva cuenta se dio media vuelta - si... es lo mejor, no creo estén tan mal a esta hora... además hay gente racional... aunque mi instinto me dice que es mala idea... Sí, quizás si es mala idea, mejor me voy, no sé que estaban pensando ¡Desde un principio es una mala idea! - se detuvo a solo unos metros del grupo y se dio nuevamente vuelta, esta vez decidido a irse sano y salvo a casa - una locura... imagínate que en vez de borrachos hubieran estado drogados o las dos cosas ¿qué hubiera hecho yo? o si me robaban... joder... me salvé de---

- ¡Ey! ¡Tú! - escuchó una voz a sus espaldas.

¿Acaso había gritado o algo así? ¿lo habían escuchado? ¿cuán cerca estuvo?

- ¿¡A dónde vas!? - escuchó otra voz más lejos que la primera.

El castaño caminó más rápido que antes - ¡No vi sus caras! ¡Déjenme en paz! ¡Pensaba atravesar el parque como un atajo! - estaba jodido, jodido, sumamente jodido.

- ¡Maldición!

~•°•♤•°•~

Otro capítulo más y ¡¡Escapa como puedas!!

By AjnaPiéride.
Publicado por primera vez el 14 de noviembre del 2019.

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