Capítulo XXIII: Agitado.

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El mecer de la cuerda acompañado de un fuerte crujido llamó la atención de ambos.

- ¡Al fin van a subirnos! - fue el primero en cortar el silencio en un intento de evitar el albino volviese a comentar algo sobre el beso - A lo mejor al chico ya se le pasó el coraje jaja...

- O puede que esto haya empezado a ceder...

- ja, ja, ja... ¿Sabes que eres muy gracioso blanquito? - dijo en tono sarcástico antes de hacer una pausa, al menos hasta que notó el cable bajaba un poco antes de comenzar a subir - Oye... No crees que en serio vaya a ceder ¿verdad?

- Puede que sí, puede que no - se mantenía mirando hacia donde estaba sujeta la cuerda - Si nos están subiendo podría o no estar a punto de cortarse, depende de muchos factores... Ya sabes, el peso, el desgaste... No hay forma de saberlo hasta que estemos a punto de caer...

- ¿Q-qué--?

- Y ya que hipotéticamente moriremos ¿Qué harías? - por fin volvió la vista al castaño sonriéndole con un toque de malicia.

- Bueno... Si fuera a morir, supongo gritar y rezar por lograr evadir la muerte y tener todavía todas las extremidades intactas al volver...

- ¿Y si solo fuera yo? ya sabes, si se disminuye el peso aún si la cuerda está a poco de ceder, podrían lograr subirte--

- Ni se te ocurra - sentenció.

- Es hipotético...

Aún si Nero mantenía su sonrisa burlesca dibujada de lado a lado, algo hizo dudar al castaño, algo en la mirada del albino reflejaba una melancolía demasiado profunda... Quizás esa misma mirada fue lo mismo que lo hizo aferrarse al torso del contrario con más fuerza.

- Me sentiría triste y enojado... Muy enojado... Quizás lloraría... Después de todo sería frustrante no tener con quien desquitarme.

- Para tu suerte y viendo bien... - volvió a alzar la vista - parece que hay luces... Lástima para los que esperan con cámara en mano, seguro imaginan que seguimos de cabeza, dudo que alguien piense que nuestros cables se enredaron lo suficiente para mantenerse juntos...

- ¿Lo están?

- Técnicamente si están "algo" enredados.

- No parecen...

- Puede que tenga un físico que te encante y sea todo lo que quieras - fanfarroneó - pero aguantar todo este tiempo sin un poco de ayuda... - negó con la cabeza.

- Bueno, al menos no los tienes de adorno para intentar impresionar...

- Diría es un efecto secundario, pero lo de guapo es natural. Gracias por el alago.

- Ya escuchas cosas que no he dicho de nuevo... En fin, gracias por el esfuerzo... Aunque si ya nos están subiendo... Deberías soltarlos... Puedo sostenerme por mi cuenta el tiempo que queda, no quiero que se te vayan a caer los brazos...

- Un brazo más, un brazo menos, no es para tanto, sobreviviré y así puede que tengas que darme una mano o dos de vez en cuando...

- ¿Qué? No digas idioteces--

- ¿No lo harías? ¿Aún a pesar de todo el esfuerzo que he puesto para que no te vuelvas a quedar de cabeza?

- Espera. ¿entonces estás manteniéndonos juntos a la fuer--?

- Lo único que podría estar manteniéndote cerca de mí es mi inexplicable atractivo...

- Eres el único que he escuchado alardear tan seguido de sí mismo, ya nadie puede herir tu ego blanquito. Y no te hagas el desentendido.

MamihlapimatapeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora