Capítulo X: ¡BANG!

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En cosa de segundos se le fue toda la sangre del rostro y se le aceleró de sobremanera el corazón. No procesaba que había pasado, solo sabía que sus rodillas ahora ardían y definitivamente ya no estaba de pie. Estaba desorientado.

No fue hasta que agarró una bocanada de aire y al abrir los ojos, volviendo de una especie de shock momentáneo, que entendió. Estaba sobre el torso del albino y sentía uno de sus brazos sujetando su cintura.

Espera, ¿Qué?

...

El albino no pudo captar la expresión que el castaño tenía en su rostro, mas el aumento en la tensión de sus músculos le aseguró que no estaba ni remotamente cómodo. Lo soltó de inmediato.

- Disculpa Gen, no fue intencional - comentó al mismo momento que este tomó distancia. Dudando al instante si debía haber usado ese apodo que acababa de descubrir hace tan solo minutos.

- ¿Qué... qué haces? - preguntó con un tono entre molesto y confundido, intentando descifrar a duras penas lo que sea que pasaba, mientras el más alto se ponía de pie.

- Trataba que no te golpeara--

- ¿De qué hablas...? ¿Golpearme... qué? - su ahora clara expresión de extrañeza a los ojos del albino logró sacarlo por completo de contexto.

Titubeó antes de lograr contestar.

- Un ciclista, pasó justo dónde estabas parado, a penas logré notarlo para sujetarte... Pero tropecé de paso... - admitió con clara incomodidad o más bien vergüenza por no haber podido actuar como hubiese deseado frente a esa situación. Extendió su mano ofreciéndole ayuda al contrario.

- ¿Qué...? Gra.. Gracias, supongo - aceptó su ayuda por fin, pero soltó su mano de inmediato al momento que estuvo de pie - aunque no termino de entender... ¿cómo no vio que estaba delante...?

- Veía su teléfono--

- ¡Maldición! ¿En serio? Seguro hasta con audífonos iba ¿Qué piensa la gente ahora? ¿Qué son inmortales o algo así? Dios.. Tuvo suerte de que fuera yo y no un automóvil... ¿Deberíamos buscarlo? Imagina se mata luego o causa un accidente...

Mientras el pelicafé seguía hablando al buscar al ciclista con la mirada el albino nuevamente se vio perdido. Su vista fija en el contrario, esta vez porque no entendía su reacción frente a lo que había pasado, se esperaba un montón de palabrotas a su persona como la primera vez que se habían visto o quizás una burla por su fallido intento de sacarlo ileso, pero ahí estaba, haciendo algo inesperado.

- Seguramente está lejos ya, no creo lográramos encontrarlo a estas alturas.

- Quizás tienes razón... - achinó los ojos al ver al albino hacer una mueca - Aunque no te veía como alguien que se rendía tan fácil cuando podía resultar algo animado de esto--... - no fue hasta que sus ojos llegaron a su brazo izquierdo que se puso rígido repentinamente, con los ojos abiertos como platos - ¿Nero...? ¿Es...estás bien?

- Si--

- ¡Pero tu brazo! ¡Estás sangrando! ¿Fue porque me sujetaste? ¡Lo siento! ¿Dónde hay una farmacia? Hay que desinfectarlo, te veo pálido, ¿en serio estás bien? Quizás deberíamos ir al hospital, ay no, no conozco este sector, no te desmayes ¿si? si quieres puedes apoyarte en mi si te sientes mal ¿te duele demasiado?

Movía sus manos de un lado a otro, dudando si hacer algo o no, sin saber si sería peor intentar sujetarlo o buscar cómo parar el sangrado.

- No es para tanto, solo molesta un poco---

MamihlapimatapeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora