Capítulo VI: Mala suerte.

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Ese día parecía tener horas extras, aún si los relojes no se daban cuenta. Y no, gracias a quien sea que velara por su descanso no tenía horas extras en el trabajo, no habría dado abasto. ¿Por qué? Pues.. por tres situaciones particulares, fácilmente inferibles.

Primero, últimamente era como si los profesores hubieran decidido adoptar como nuevo hobbie un nuevo tipo de sufrimiento de sus alumnos, incluido el castaño, por supuesto, en el que no encontraban nada mejor que quitarles la posibilidad de acceder a sus preciadas horas de sueño.

Y ustedes se preguntarán ¿cómo? Pues, a base de trabajos e informes semanales de cada tema nuevo visto en la semana ¿si eso no es una locura que lo es?.

Segundo y de paso, su pesadilla parecía haberse vuelto real. El minimarket donde trabajaba a medio tiempo parecía haberse vuelto el patio de juegos preferido de los niños más revoltosos del sector y seguramente lugares aledaños, mientras que las madres se quedaban conversando tan animosamente para terminar varias veces yéndose con las manos vacías, mas no había nada que hacer, de lo contrario corrían el riesgo de perder los pocos clientes del lugar...

Y ¿Lo tercero? pues es lo peor de todo... Y estaba a punto de enterarse...

...

- Oye, Ian... ¡pss! ¡Ian! - intentó llamar su atención uno de sus compañeros en la caja registradora mientras el pelicafé se esmeraba en recoger las últimas cosas que quedaron en el suelo.

- Sé que tienes la suerte de no tener que hacer nada detrás de la caja mientras yo estoy recogiendo como la otra vez que te quedaste hablando con esa chica que te gusta, pero...

- ¡No lo digo por eso!

- ...no me apetece que me lo vuelvas a refregar en la cara, ni siquiera la versión actualizada--

- ¡Que no! - gruñó el chico - ya da ig---

- ¿¡YA VIERON LOS BOMBONES QUE VIENEN HACIA ACÁ!? - entró corriendo de repente su compañera de cabello tornasol haciendo que el castaño se golpeara contra el estante.

- Para ti cualquiera es guapo, incluso él te resulta guapo - comentó mientras se sobaba la cabeza señalando al de la caja.

- ¡Ey...! - alegó el chico.

- No tienes cómo argumentar ¿Verdad? - le comentó al chico ella instantáneamente - En fin.. TIENES QUE VERLOS, o mejor dicho... VERLO, es que nunca había visto a nadie así, solo en revistas - se acercó la chica jalando al pelicafé del brazo.

- ¿Es que vale tanto la pena para que me arriesgue a que me de una reprimenda el jefe? Yo no estoy en receso como tú...

- ¡Vale cada ladrido!

- ¿Acaso es un modelo o un famoso? - le dio una sonrisa incrédula mientras rodaba los ojos, estaban a medio camino de la puerta

- No lo sé... Pero no me sorprendería, ya sabes, no todo el tiempo se ve a un chico alto como de 1.80, musculoso, de piel casi blanca a pesar del condenado sol que hay este año, aunque según la poca información que poseo... creo que prefieres a los morenos...

El castaño empezó lentamente a disminuir el paso a medida que la de cabello tornasol le describía a esa persona tan "fantástica", aún había posibilidades que su instinto le fallara, pero hasta ese momento se parecía demasiado al tipo más insistente que había conocido en su vida.

- ...pero cuando lo veas vas a entender... con esos ojos azules y... ¡un cabello blanco que de seguro es teñido pero le queda de maravilla! hasta tú--

MamihlapimatapeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora