Querido diario: Odio a Han Jisung [HyunSung]

~Día 431~

Hyunjin había escrito mucho últimamente sobre lo lindo que le parecía Jisung.

Pero, lo que él no sabía era que, a ojos del menor, él era la persona más adorable de todo el universo.

Cada vez que le abrazaba, le agarraba de la mano o simplemente ocupaba su espacio personal, y al mayor se le escapaba una pequeña sonrisa, Jisung era oficialmente la persona más feliz del mundo.

Cada vez que Hyunjin estaba cansado o se sentía mal por alguna razón, y Jisung conseguía hacerle sonreír o incluso reír, era increíblemente feliz.

Como aquel día, en el que muchas de las situaciones que hacían a Jisung tan feliz se juntaron de una manera bastante desagradable, ya que, a pesar de que hacerle feliz era una gran fuente de regocijo para él, tener que verle triste antes de eso era de lo peor del mundo.

—¡Hola~!— Jisung saludó a Hyunjin cuando le escuchó entrar por la puerta de entrada, despertando a Kkami, que dormía en su regazo.— Como no me contestaste los mensajes te he esperado para pedir la cena, desde luego tienes el mejor amigo del mun-

Jisung enmudeció cuando Hyunjin pasó fugazmente por su lado, sollozando con fuerza mientras se limpiaba lágrimas sin parar.

—¡Hyunjin...!— Le llamó con un tono de voz suave y profundamente triste.

Hyunjin a veces llegaba a casa muy cansado, apagado, o ambas; pero jamás le había visto llorar de esa manera.

Aún en el sofá, miró ansioso la puerta de la habitación, esperando a que Hyunjin saliese y se sentase a su lado en el sofá para así poder preguntarle.

Al ver que no aparecía, acabó por ir él mismo a su habitación.

Vio que, tratando de pensar en otra cosa, Hyunjin se había puesto a ver algo en su teléfono sentado en su cama, con sus rodillas pegadas a su cuerpo, mientras todavía soltaba algún suave sollozo de vez en cuando y se le iba escapando alguna que otra lágrima.

Jisung se acercó con suavidad y le miró  en silencio unos segundos antes de sentarse a su lado.

Le pasó el brazo por los hombros, y le acarició la cabeza cuando la apoyó en su hombro.

Hyunjin suspiró hondo.

—¿Qué ha pasado?— Jisung miró de soslayo al mayor mientras jugaba con su pelo.

—Peleé con Changbin...

Jisung se tranquilizó al ver que era un problema con fácil solución.

—¿Por qué?

—Empecé a molestarle y, ¿sabes cuando le gastas una broma a Changbin, finge estar enfadado y parece que está enfadado de verdad?— Jugó con sus dedos, avergonzado.

—Mhm.— Jisung bajó su mano hasta el brazo de Hyunjin, dejándole acurrucarse más contra él.

—Pues esta vez fue al revés. Changbin estaba enfadado de verdad y creí que estaba bromeando, así que seguí molestándole, y seguí y seguí...— El nudo en su garganta se apretó más.— Y me gritó. A veces se molesta por cosas que le he digo, pero Changbin nunca me grita así.— Suspiró con la respiración entrecortada.

>>La he fastidiado, Jisung, he enfadado a Changbin de verdad y no sé qué decirle para solucionarlo. ¿Qué pasa si no me atrevo a hablarle y él no me habla más...? No quiero perderle...— Escondió su cabeza en el hombro de Jisung mientras se limpiaba las lágrimas con la manga de su propia sudadera.

Jisung se movió poco a poco hasta ser capaz de resguardar por completo al mayor entre sus brazos.

—Nadie va a perder a nadie.— Jisung acarició gentilmente la cabeza del mayor.

—Hm...— Hyunjin solo se acurrucó más entre los brazos de Jisung como respuesta.

Lentamente, los sollozos de Hyunjin fueron cesando y, una vez las lágrimas dejaron de salir de sus ojos, siguió abrazado a Jisung con fuerza, encontrando un inexplicable y desmesurado consuelo en el estar entre sus brazos.

El menor mostró una sonrisita mientras pensaba en cómo hacer reír al mayor o, como mínimo, molestarle un poco para así poder reírse un poco de lo lindo que era.

A Hyunjin se le cortó la respiración cuando Jisung dejó un besito en su cabeza.

Dejó sus manos apoyadas en la cintura del menor y le miró a los ojos con la nariz arrugada, confuso.

Jisung le miró risueño y le pellizcó suavemente una mejilla, haciendo que pusiese los ojos en blanco mientras que, en realidad, estaba aguantando la risa.

—¿Sabes?— Jisung apoyó sus manos en los hombros del contrario, y mostró fugazmente una pequeña sonrisa al ver que no se apartaba.— No creo que Changbin vaya a dejar de hablarte. De echo, me apostaría algo a que ahora mismo está llorando por algún sitio pensando que es un monstruo por haberte gritado.

Hyunjin asintió con la cabeza y le miró con una pequeña sonrisa agradecida.

No acostumbrado a que el mayor le mirase así, esta vez fue Jisung el que miró al contrario con confusión mientras apartaba sus manos.

—¿Qué? ¿Por qué me miras así? Me voy a sonrojar.— Trató de librarse de su confusión haciendo el tonto.

El mayor negó con la cabeza y rió suavemente, incrédulo.

—Gracias.— Acabó por decirle.

Jisung suspiró hondo cuando Hyunjin volvió a tomar sitio entre sus brazos; correspondió al abrazo firmemente antes de cerrar suavemente los ojos.