~Día 512~

551 98 21
                                    

—Wow, realmente te estás tomando esto muy muy en serio.— Hyunjin miró orgulloso cómo Seungmin le miraba, sentado frente a uno de los pianos de la universidad, tras haber tocado a la perfección el acompañamiento de una canción que era bastante complicada y, por supuesto, haberla cantado a la perfección también.— Pero intenta relajarte un poco, estás casi tirado encima del piano y tienes los hombros muy tensos.— Le dio un suave masaje en los hombros al menor.— Eres mi cantante favorito; mi cantante.— Subió sus manos y acarició las mejillas de Seungmin.

Soltó pequeñas risitas cuando Seungmin le apartó mientras se quejaba.

—Por cierto.— Decidió simplemente ignorar al mayor.— Te has traído la guitarra, ¿y si tocas algo?

—¿Por qué?— Aún le costaba tocar la guitarra delante de alguien que no fuese Jisung.

—¿Y por qué no? Estoy seguro de que has estado mucho tocando con Jisung.— Mostró una sonrisita malvada.— Y a Jisung.

—¡¡Seungmin...!!— Le regañó mientras el menor se reía adorablemente de él.— Mira, voy a tocar, pero solo para que no sigas con eso.

—¿A Jisung?

—En realidad me voy a ir, eso es lo que voy a hacer.— Fingió amenazarle, bromeando.

Sonrió al escuchar al menor reír mientras él se preparaba para tocar la guitarra.

Cuando Hyunjin ya había tocado la mitad de la pieza, el teléfono de Seungmin hizo sonidos indicando que le estaban llegando notificaciones, y ambos trataron con todas sus fuerzas de ignorar las primeras cinco.

A la sexta, Hyunjin miró el móvil del menor, frustrado, y dejó de tocar.

—Voy a ver qué está pasando.— Seungmin agarró su teléfono y se sentó en el asiento del piano.— Todos los fansites de DAY6 se están volviendo locos...— Comentó mientras observaba sus notificaciones.

—¿Puedo mirar?

Seungmin se echó hacia un lado y le dejó sitio a Hyunjin junto a él, que le abrazó de lado y miró el teléfono con su barbilla apoyada en su hombro.

Todos los fansites estaban compartiendo un vídeo concreto.

Esa misma mañana, DAY6 había actuado en el salón de actos, frente a prácticamente toda la universidad, y al final de la actuación, Jisung había subido al escenario para que ellos le presentasen como el productor de cuatro de las canciones de su nuevo álbum.

Todo parecía haber ido bien, y Jisung había vuelto a casa muy alegre.

Pero, en el vídeo, se mostraba cómo, cuando apagaban las luces, Jisung parecía empujar a Wonpil y éste caía del escenario.

Jisung ya le había explicado a la audiencia que él solo iba a pasarle el brazo por los hombros y él se tropezó con una pieza suelta del suelo. Al ayudarle Jisung a volver a subir al escenario, las malas miradas del público se disiparon mayormente.

Pero aquel nuevo ángulo que mostraba aquel vídeo, y la falta de contexto de la publicación, habían hecho que la gente que no había visto bien lo que había pasado o simplemente no estuvo en la actuación, ahora estuviera enloqueciendo.

Los ojos de Hyunjin se abrieron como platos y Seungmin tragó saliva al ver las barbaridades que decían la mayoría de los comentarios.

Se dieron un cabezazo al tratar de intercambiar miradas, y mientras que el menor se quejaba, Hyunjin solo se levantó sin siquiera abrir la boca, serio.

—¿Vas con Jisung?— Aún sentado, el menor miró hacia arriba.

—Mhm.— Contestó el mayor mientras guardaba su guitarra, algo malhumorado por todo lo que acababa de leer.

—Yo me daré un paseo por la universidad. Les echaré un vistazo a los que vienen a clase a estas horas para ver a qué clase de problema se va a enfrentar Jisung mañana.— Seungmin, con el ceño ligeramente fruncido, miró a Hyunjin con determinación.

—Gracias Seungminnie, eres el mejor.— Acarició brevemente uno de los hombros del menor antes de irse.

A pesar de que trató de llegar a su apartamento lo más rápido que pudo, ya que no llegaban autobuses a la universidad a esas horas, Hyunjin tardó unos interminables cuarenta y cinco minutos en abrir la puerta principal del apartamento.

Echó una mirada rápida al sofá y a la cocina, no viendo ningún movimiento, y fue directamente a la habitación; el único sitio que quedaba en el que podía estar Jisung.

Y, tal y como se esperaba, ahí estaba el menor, sentado en su cama, con Kkami sentado a su lado dándole apoyo emocional, mientras miraba su teléfono con una expresión desolada.

—Jisung.— Le llamó con suavidad, tratando de ver por su reacción cuánto le estaba afectando aquello.

—Hyunjin...— El menor le contestó con un hilo de voz, aplastando su corazón.

Hyunjin se sentó junto a él y le abrazó con fuerza.

—Lo has visto, ¿verdad?— Jisung habló en voz baja, no queriendo hablar demasiado alto tan cerca del oído del mayor.

—Sí. No has leído todas esas estupideces, ¿no?

—No solo han sido los comentarios.— Se aferró con más fuerza a Hyunjin mientras sus propios ojos se humedecían.— Me han mandado mensajes por privado; me están diciendo que quiero intentar ocupar el sitio de Wonpil en la banda, que solo quiero fama y que me muera...— Agarró con fuerza la chaqueta del mayor mientras sollozaba.— La mayoría sólo me piden que me muera... no he hecho nada...

La sangre de Hyunjin ardió en rabia, pero sabiendo que enfadarse en aquel momento no ayudaría a nadie y que lo último que necesitaba Jisung era que se alterase, fue capaz de controlarse.

—No pasa nada, todo se va a aclarar y a solucionar, tranquilo.— Pasó suavemente su pulgar par la mandíbula de Jisung, limpiándole algunas lágrimas.— Solo quieren atención, se les olvidará.

Acarició con cariño la cabeza de Jisung cuando escondió su rostro en su cuello, y le acunó lentamente a modo de consuelo.

—Todo va a ir bien...— Susurró con la voz más débil, sintiendo una gran presión en su pecho.

Mientras tanto, entre sus brazos, Jisung solo sintió cómo su mundo se detenía por un momento, y todos los comentarios maliciosos se desvanecían de su mente durante unos segundos. Todo su cuerpo se sentía cálido y, de repente, las lágrimas tenían menos sentido.

Suspiró con la respiración entrecortada y se acurrucó más entre los brazos de Hyunjin, dejándose mimar.

Querido diario: Odio a Han Jisung [HyunSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora