Querido diario: Odio a Han Jisung [HyunSung]

~Día 726~

Poneos todos cómodos; este es el capítulo más largo que he escrito hasta ahora ^^

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Hyunjin sonrió ampliamente al ver en aquella pantalla que el vuelo desde Kuala Lumpur hasta Seúl acababa de aterrizar.

Como cada año durante las vacaciones de verano, Jisung había pasado dos semanas en Malasia con su familia y, como decía Minho, Hyunjin se había "pasado las dos semanas enteras lloriqueando sin parar."

Pero es que, ¡se sentía tan solo...!

Comía y cenaba constantemente en las casas de sus amigos y, cuando no le quedaba otra que comer o cenar solo para no molestar más, al ver que solo tenía la compañía de la televisión, se sentía bastante miserable.

Bueno, y también tenía a Kkami.

Pero a él lo único que le entendía era: "oye, ¿me das un poco de eso que estás comiendo?" y "cómete eso rápido, quiero salir a pasear YA."

Así que se sentía bastante solo.

Ya que todos estaban de vacaciones, salía con el resto de sus amigos muy a menudo, pero, a veces, cuando empezaban a tener planes diferentes y se empezaban a separar, sentía que le faltaba Jisung.

Ciertamente, cuando el grupo se separaba, no siempre tenían las mismas ideas y no siempre iban juntos y eso estaba bien, pero solía coincidir con Jisung en que querían ir al mismo sitio, y echaba eso de menos.

Pero ya no volvería a ser así.

Le gustaba que Jisung fuese feliz viendo a su familia, pero le gustaba aún más tener que ir a recogerle al aeropuerto.

Se levantó inmediatamente de la silla en la que esperaba cuando le vio a lo lejos, y sonrió.

Vio cómo Jisung también sonreía.

Y no es como si no se hubieran mandado mensajes constantemente mientras estuvieron separados, pero poder volver a verle en persona, volver a escuchar su voz en directo y poder abrazarle otra vez era algo muy diferente.

Se hizo camino entre aquel infinito océano de personas hasta poder abrazar al centro de su mundo.

Jisung ignoró completamente su maleta, soltándola para que tomase su propio camino, y rodeó al mayor firmemente con ambos brazos.
Hyunjin sonrió con cariño y agarró suavemente su sudadera cuando le escuchó suspirar.

—¿Oh? ¡Has pasado tanto tiempo en Malasia que hasta hueles diferente! ¡Hueles a Malasia!— Hyunjin se separó del abrazo y puso sus manos en los hombros del menor.

Jisung rió.

—¡Huelo al detergente que usa mi madre para lavar la ropa, idiota!

—Me abandonas dos semanas y eso es lo primero que me dices...— Le miró con falsa tristeza y decepción.

Jisung rió mientras le acariciaba cariñosamente la nuca, e hizo un ademán con la cabeza para que empezaran a caminar.

Ambos hablaron y hablaron sin parar durante todo el viaje hasta su casa.

Sin embargo, una vez llegaron a su apartamento, todo se quedó en silencio.

En el sofá, ambos prestaban atención a sus móviles con sus auriculares puestos, sentados el uno frente al otro.

La única manera en la que se comunicaban eran las suaves patadas que se propinaban de vez en cuando, con intención de molestarse mutuamente y comprobar que el otro seguía ahí.

Pero, mientras que Hyunjin veía alegremente vídeos de cualquier cosa que le apareciera en recomendados, Jisung solo veía cortas secciones de diferentes vídeos antes de cerrarlos y seguir con el siguiente.