~Día 649~

464 81 17
                                    

No decirle nada a Jisung,— ni a nadie— definitivamente no había sido una de las mejores ideas que había tenido Hyunjin.

Había querido ignorarlas, pero las malas miradas que de vez en cuando alguien le dedicaba en la universidad ya eran demasiado obvias.

Según iban pasando los días, su manera de engañarse a sí mismo diciéndose que se lo estaba imaginando todo era menos efectiva, pues cada vez eran más los pares de ojos que se sumaban a aquel ejército de miradas que quería destrozarle.

Cuando el primer mensaje de odio le llegó a una de sus redes sociales, solo negó con la cabeza y pensó en lo mal que estaba el mundo como para que la gente dedicase su tiempo a cosas como aquella.

Probablemente, una de las gotas que ayudó a colmar aquel vaso fue, después de faltar a una de sus horas de rítmica-métrica, el momento del día siguiente en el que Hyunjin se acercó a un chico de su salón que vendía copias de sus apuntes, como tantas veces había hecho antes.

Él era bastante callado y nunca había querido entablar conversación ni con él ni con nadie que le compraba apuntes, pero respetaba eso y el chico le caía bien. Era, desde luego, eficiente, y también bastante agradable, y desde que conocía a Jisung había también aprendido a apreciar más a la gente cerrada a los desconocidos.

—De tí no quiero ni tu dinero. Me gustaría ver cómo repites la materia el año que viene para no tener que volver a estar en el mismo aula que tú nunca más, abusón.— Aquello fue lo que aquel chico dijo, antes de cerrar su enorme archivador de golpe y salir rápidamente del aula.

Fue la primera vez que alguien le había dicho algo a la cara en todo el tiempo que llevaban tratando de destrozarle con miradas y mensajes de odio, pero a Hyunjin le dolió como si aquel chico le hubiera dado un puñetazo en el estómago.

Hyunjin sabía bien que lo que había hecho había sido en defensa propia y que, simplemente, nadie se había dado cuenta de ello. Pero aquel fue el momento en el que empezó a dudar; ¿y si realmente se había pasado...?

Y siguió sin decírselo a nadie.

No quería que Jisung se preocupase demasiado y muy probablemente le recordase aquello más veces de las necesarias. Minho, por otro lado, a veces no era el mejor con las palabras y sabía bien que no sabría qué decirle cuando le contase algo así. Así que, por primera vez en un buen tiempo, iba a hablar con Seungmin.

Seungmin era un poco como Changbin. Siempre escuchaba todo tan atentamente que le daban ganas de contárselo absolutamente todo, pero a diferencia del mayor, si a Seungmin le decía que no volviese a sacar el tema, no lo haría hasta que él lo hiciera primero.

Además, echaba de menos sus buenos consejos.

"Ese día no puedo, Minho y yo vamos a salir." Fue el mensaje que recibió como respuesta.

Y, mientras que estaba escribiendo una propuesta para quedar otro día, vio cómo Seungmin abandonaba el chat, haciéndole soltar un pequeño "oh" decepcionado.

Hyunjin se cerró.

Cada día, pasaban más y más cosas que prefería evitar contar, y cuando Seungmin le volvió a escribir para quedar, más de una semana después de que Hyunjin le escribiese, Hyunjin ya ni siquiera sabía por dónde debería empezar a hablar de todo aquello, ya que todas aquellas experiencias desagradables se habían acumulado hasta el punto de que ya no sabía qué hacer con ellas. Dejó a Seungmin en visto.

Y entonces pasó.

El vaso se colmó, y el agua cayó sobre la persona que Hyunjin más quería.

—Bueno, ¿dónde está mi comida?— Jisung, que acababa de llegar de casa de Changbin y Chan, bromeó como tantas veces había hecho antes, insinuando que Hyunjin debería haberle hecho la cena. Después de eso, siempre pedía comida para los dos.

Pero su tono de voz, que sonó ligeramente más grosero que de costumbre para exagerar un poco más aquella broma tan común, molestó a Hyunjin como nunca antes lo había hecho.

Aquel día, se había atrevido a presentarse en su clase de rítmica-métrica, y los seis mensajes de odio que había recibido antes de ir, se mezclaron con una zancadilla y una ronda de insultos directos.

—No la preparé.— Contestó claramente molesto y evitó la mirada de Jisung.

El menor arrugó el entrecejo, algo confuso.

—Estás muy raro últimamente; solo quería hacerte reír.

Hyunjin se tomó aquello como un ataque.

—No estoy raro. ¿Raro de qué?

—Raro de que te tomas todas mis bromas a mal y me contestas mal.— Estaba empezando a cansarse.— No entiendo qué te pasa.

—Tal vez es solo que tus bromas ya no me hacen gracia.— Le miró de reojo antes de volver a dirigir su mirada a su teléfono.

No estaba pensando con claridad, pero aquello era lo que su confuso y estresado cerebro le decía en aquel momento, y simplemente lo dijo.

—¿¿Pero qué te pasa...?? ¡Si quieres que te deje en paz, no tienes más que decírmelo, parece que ya ni siquiera me quieres aq-!

—Sí, creo que sería lo mejor.— Interrumpió.

Jisung se mantuvo en silencio y entreabrió la boca, confuso.

—¿E-el qué?

—Que me dejes en paz, quiero estar solo.— Su voz sonó más débil.

Pero, para ese momento, los cambios en el tono de voz de Hyunjin no importaban para Jisung; solo importaba el mensaje.

—¿¡Pero qué te ocurre ahora, qué te he hecho yo!? ¡¡No te entiendo!!— Se acercó más al mayor.— ¡Yo solo intento hacerte reír, pero últimamente siempre me callas, me ignoras o me respondes con un "hm" "hmm"!— Se burló de él con el tono de voz al imitarle.— ¡¡Y cuando intento hablarte haces lo mismo!!

Pero Hyunjin no quería abordar ese tema.

El estrés le hacía estar cansado; le nublaba el cerebro y le privaba de pensar correctamente.

Y estaba tan agotado que ni siquiera quería tener aquella conversación, aunque pudiera servirle para salvar la situación y arreglar las cosas si conseguía explicar lo que le pasaba.

Estaba tan cansado que ni siquiera pensó en esa posibilidad.

—¡¡Solo quiero que me dejes en paz un rato, ni siquiera me haces gracia, estoy cansado de que siempre estés bromeando!!— Apartó la mirada de su teléfono y miró a Jisung a los ojos, más incorporado en el sofá, a pocos centímetros de él.

El menor estaba confuso.

Y mientras más confuso estaba más se enfadaba.

Pero un pensamiento pasó fugazmente por su cerebro.

"Esto me recuerda a cómo eran las cosas antes entre nosotros, cuando nos conocimos."

Aquel pensamiento fue el que le hizo suspirar de puro enfado, darse la vuelta e irse directo a la habitación sin decir una sola palabra más.

Estaba tan enfadado, que ni siquiera escuchó cómo Hyunjin lloraba desconsoladamente una vez estuvo algo más calmado.

Querido diario: Odio a Han Jisung [HyunSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora