EPÍLOGO

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Querido diario:

Hoy, después de casi diez años, te he encontrado.

Jisung y yo nos hemos mudado ya seis o siete veces, pero te había olvidado metido en el viejo archivador que usaba para la universidad, y hoy, después de haber estado tanto tiempo borrado de mi memoria, he podido devolverte a la vida.

Después de haber leído lentamente y con atención todas y cada una de tus nostálgicas páginas, he llegado a la conclusión de qué es lo que quiero escribir en esta última página que jamás llegué a llenar en su momento, a pesar de que mi idea inicial fue llenarla con un dibujo de Jisung.

La última página antes de esta, fue la que me hizo recordar más cosas y la que me ha traído de vuelta más emociones que creía tan olvidadas como tu existencia.

Esa emoción de una relación creada hace pocos meses, la incertidumbre sobre cuánto tiempo estaríamos el uno al lado del otro, la emoción del primer amor...

No es que ahora no sienta nuevas emociones aún casi más intensas, es solo que todo aquello era tan mágico...

Bueno.

Hay ciertas cosas que nunca cambian; me estoy yendo por las nubes, como tantas veces he visto que hice en el transcurso de las páginas de este diario.

Sobre lo que quiero escribir hoy, es sobre cómo van las cosas últimamente.

Lo primero; es que hoy, justamente hoy, es nuestro tercer aniversario de bodas, (en Corea del Sur no hubiéramos podido casarnos, pero tuvimos una bonita boda en Heidelberg, Alemania, a la que asistieron todos los viejos amigos sobre los que tanto escribí en estas páginas) y creo que he encontrado un buen regalo para hacerle a Jisung.

Después de tantos años, hacernos regalos por eventos como San Valentín o nuestro aniversario se ha convertido en algo bastante cercano a lo mundano, pero creo que leer las páginas de este diario juntos y recordar todo por lo que pasamos en aquella época, puede sacarnos una buena carcajada.

Lo segundo; es que mi hermoso, perfecto y talentoso esposo, sigue siendo productor de DAY6, (sí, la banda de la universidad) y yo, como tan bien predije en la página anterior a esta, soy profesor de música en un instituto.

De echo, soy profesor en el mismo instituto que Jeonginnie; somos los dos únicos profesores de música del instituto desde hace cuatro años, y es genial.

No sé quién está leyendo esto, pero, por si te lo preguntas, Minho y Seungmin también siguen juntos. Ellos se casaron hace ya cinco años, justo después de que los dos se graduasen.

Y, con respecto a Jisungie y a mí, a pesar de que ha habido altibajos, puedo asegurar con mucha seguridad que no me arrepiento de nada de lo que hay en este diario, y que, definitivamente, a mis treinta años, soy feliz.

Soy muy feliz, viviendo cada uno de mis días al lado de Han Jisung.

Fin.

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~Día 3244~

-Cariño, ¿qué escribes?- Jisung se abrazó a Hyunjin desde atrás y escondió su rostro en su hombro, respetando su privacidad.

-Un viejo diario.- Acarició suavemente su cabeza y movió la libreta dentro de su campo de visión, dándole a entender que no había problema con que lo leyera.- Nunca te hablé de él; lo escribí cuando nos conocimos y tiene alguna que otra estupidez escrita.- Soltó una risita, con las primeras páginas del diario en su cabeza.

-¿Deberíamos leerlo juntos?- Mostró su rostro y sonrió, realmente curioso.

-Sí, deberíamos.

Querido diario: Odio a Han Jisung [HyunSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora