~Día 61~

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-Sigue torcido.- Jisung miró crítico cómo Hyunjin trataba de recolocar un cuadro que acababa de tirar, después de haberse peleado verbalmente en una de las aulas de música y de que el mayor hiciese un movimiento brusco con las manos.

-¡¡Es que el cuadro se mueve solo...!!- Protestó, más desesperado que enfadado.

-¿¿Pero cómo va a moverse solo?? Lleva recto todo el año.

-¡Inténtalo tú entonces si eres tan experto en cuadros!- Hyunjin levantó las manos indicando que no iba a volver a intentarlo, mirando a Jisung con el ceño fruncido.

El menor trató de girar el cuadro ligeramente hacia la izquierda, pero se giró inmediatamente hacia el otro lado, así una y otra vez, mientras que Jisung tenía el entrecejo fruncido, concentrado.

-¡Ya está, no se puede!- Se rindió.- La señora Song va a matarnos...

-Soy un imbécil...- Se lamentó Hyunjin en voz baja.

Lo que hacía dos mesas, había empezado con Jisung haciendo comentarios que no iban con mala intención, y diciendo cosas que se daba cuenta inmediatamente que no debería haber dicho, por aquel entonces, se había convertido en un Jisung muy enfadado que siempre insultaba a Hyunjin a propósito o se metía con él sabiendo perfectamente lo que estaba haciendo.

Estaba harto de Hyunjin.

Así que, no dudó ni un segundo en decir lo primero que se le pasó por la cabeza.

-Oh sí, desde luego que lo eres...

El mayor le miró enfadado.

-¿¿Perdona??

-Te he dado la razón.- Usó aquel razonamiento como falsa excusa, con una sonrisa malvada en su rostro.- Tú has dicho que eres un imbécil, y te he dado toda la razón.

Hyunjin frunció el ceño, y sorprendió al menor cuando suspiró hondo y se crujió los nudillos de las manos, tratando de tranquilizarse.

-Mira, vamos a ocuparnos de este cuadro primero, y luego ya nos insultamos y toda esa mierda con la que llevamos más de dos meses.- Trató de seguir el consejo que le había dado Chan, que consistía en mantenerse tranquilo y evitar pelear con el menor de todas las maneras posibles.

Jisung le miró confuso, completamente en blanco, y desvió la mirada hacia una de las paredes de la sala cuando se dio cuenta de que estaba siendo un imbécil.

-¿Y qué hacemos?- Preguntó a regañadientes.

-¿Y si lo pegamos con cinta americana?

Jisung frunció el ceño, dejando de arrepentirse de ser un imbécil.

Hyunjin era definitivamente más imbécil.

-La última vez que pegaste algo con cinta americana, el mango de la sartén se rompió mientras cocinaba y me cayó aceite en un brazo, ¡menos mal que aún no estaba caliente...!- Le miró enfadado.- ¡No aprendes nunca!

El tono de voz de Jisung logró hacer enfadar a Hyunjin otra vez.

-¡¡Vale, de acuerdo!! ¿¿Entonces qué hacemos, genio??- Le miró con falsa expectación.

Unos minutos después, Hyunjin miró algo avergonzado cómo Jisung colocaba el cuadro perfectamente recto, después de haber movido ligeramente el clavo en el que estaba colgado.

-Y así, el genio, se retira.- Hizo una reverencia con sarcasmo y una pequeña sonrisa burlona en su rostro, y salió del aula con aires de superioridad.

Pero, pocos minutos después, Hyunjin se sentó en una silla, se revolvió el cabello y suspiró hondo, abrumado.

Cada vez que pelaba con Jisung, perdía por completo el control de sí mismo y le decía cosas que jamás sería capaz de decirle a otra persona. Aquello cada vez iba a peor; acababan de estar a punto de llegar a las manos por primera vez. Probablemente, si el cuadro no se hubiese caído y no les hubiese hecho entrar en pánico, hubieran llegado a pelearse físicamente.

Y, para colmo, sus amigos no paraban de hablarle de aquel Jisung tan maravilloso que al parecer ellos conocían y él no.

Por muy enfadado que estuviera con Jisung, a veces, deseaba volver atrás.

Querido diario: Odio a Han Jisung [HyunSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora