~Día 658~

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Con la cabeza agachada, Hyunjin salió lenta y tímidamente del aula de análisis musical.

Compartía la materia con Seungmin y Jisung, pero no había compartido con ellos ni una mirada en toda la hora y cada vez se sentía peor por todo.

Todo su cuerpo se puso completamente rígido al notar cómo alguien le agarraba del brazo algo después de salir por la puerta, cuando ya casi no había nadie alrededor.

La última vez que alguien le agarró del brazo en circunstancias similares todo salió terriblemente mal.

Pero, de alguna manera, aquel cuidadoso toque le parecía incluso agradable y reconfortante.

Sus ojos se humedecieron y se le formó un nudo en la garganta cuando miró a los ojos a Seungmin, que le guiaba suavemente por el pasillo, y le dedicó una mirada amable y empática, con algo de tristeza también apreciable en sus ojos.

Hyunjin agarró su brazo con más fuerza, recibiendo unas reconfortantes caricias en la mano que necesitaba más de lo que nunca se había llegado a imaginar.

Al sentarse en aquella aula abandonada llena de sillas y escritorios viejos que ambos conocían tan bien, Hyunjin se dispuso a sentarse, pero no pudo hacerlo.

Fue interrumpido por un firme y cariñoso abrazo desde atrás.

Se dio la vuelta, se acurrucó en los brazos del menor y le abrazó con fuerza, deseando no tener que separarse nunca.

Seungmin jamás le había abrazado así.

Mientras tanto, Seungmin frunció el ceño.

¿Cómo podía haber sido tan imbécil?

Hyunjin jamás le escribía para quedar solos más allá de sus largas sesiones de improvisación tras la universidad. De vez en cuando le escribía sobre alguna tontería, pero solo le escribía para que quedasen ellos dos solos en algún sitio cuando pasaba algo realmente importante.

Pero sobre todo, Hyunjin jamás dejaba en visto a alguien. Era capaz de pasarse semanas sin leer algunos mensajes con tal de no dejarlos en visto.

Y él estaba tan encantado con que iba a salir a un parque con Minho que ni siquiera pensó en que Minho y el parque podían esperar un día o dos, pero Hyunjin no.

Y si hubiera pensado en ello dos o tres días después, tal vez nada hubiera pasado.

Pero había tardado más de dos semanas en darse cuenta.

Sintió su corazón aplastarse y hacerse cenizas cuando escuchó a Hyunjin sollozar por primera vez de forma ahogada entre sus brazos.

Le acarició lentamente la cabeza en un intento de consolarle, mientras sentía ganas de golpearse la cabeza contra una pared por ser tan idiota.

Su odio hacia sí mismo aumentó cuando Hyunjin movió sus brazos, agarrando firmemente su chaqueta, y escondió su cabeza en su hombro mientras su respiración se calmaba poco a poco.

Suspiró y siguió acariciándole suavemente la cabeza y la nuca.

Todo lo que necesitaba Hyunjin en aquel momento era un poco de cariño, y había tardado demasiado en hacer algo tan simple como aquello.

Normalmente, tardaba mucho en parar de llorar, pero ese simple gesto de cariño genuino le hizo calmarse en pocos segundos. Incluso después de haberse calmado, Seungmin siguió acariciándole suavemente la cabeza, reconfortándole.

—Creo que tengo muchas cosas que contarte...— Susurró y acomodó su cabeza en el hombro de Seungmin, con la mente algo más clara, sabiendo bien cuál era la forma de arreglar las cosas.

Querido diario: Odio a Han Jisung [HyunSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora