Querido diario: Odio a Han Jisung [HyunSung]

~Día 781~

Hyunjin bostezó mientras se secaba el pelo, recién salido de la ducha y listo para dormir.

Paró de mover la toalla en seco y sonrió cuando salió del baño, viendo lo que estaba haciendo su novio.

Su novio.

Aún no lograba acostumbrarse a referirse a él de esa manera.

—¡Ta-chan!— Jisung suspiró, falto de aire.— Me ha costado un poco porque pesaba más de lo que creía, pero ya arreglé la habitación.— Sonrió orgulloso de sí mismo.

Habían hablado unas cuantas veces antes de juntar las dos camas, pero no habían llegado a hacerlo por simple pereza.

—¿Y si me hubieras pedido ayuda qué tal?— A pesar de que el tono del mayor iba con algo de burla, Jisung se derritió cuando apoyó una de sus manos en su mejilla y acarició suavemente su mandíbula.— ¿Qué pasa si esa horrible cama te hubiera hecho algo? ¿Qué hubiera pasado si te hubieras golpeado un pie contra una esquina?

Jisung rió, poniendo fin a las burlas contra su torpe persona.

—En realidad...— Mostró una pequeña curita que se había puesto a sí mismo en un dedo.

La sonrisa de Hyunjin se borró y le miró con una mezcla de sorpresa, preocupación e infinita curiosidad, pensando realmente que no había ninguna manera de que Jisung pudiera hacerse daño moviendo una simple cama.

—¿Cómo?— Al darse cuenta de que definitivamente, no parecía nada del otro mundo, agarró la mano de su novio con una pequeña sonrisa, empezando a encontrar gracioso cómo Jisung parecía ser capaz de hacerse daño con cualquier cosa.

—Pues parece ser que encontré el único borde de madera un poco cortante de todo el cabezal de la cama.— Se rió de sí mismo, algo avergonzado.

Borrando toda preocupación, Hyunjin se rió de la situación.

—¿Llamo a una ambulancia?— Hyunjin había tenido dos semanas fantásticas; estaba feliz, dormía mejor que nunca, tenía mucha energía, y estaba mucho más burlón que de costumbre.

Con algo más de experiencia por la práctica, Jisung besó sus labios dulce y fugazmente, haciéndole callar.

—Okey, ya paro.— Hyunjin mantuvo sus narices juntas y sonrió algo avergonzado.

El menor soltó una risita.

—No pasa nada.— Acarició suavemente el cuello y la mandíbula del mayor, disfrutando de cada segundo que escuchaba su voz, aunque se estuviese burlando de él.

Pasaron unos segundos en esa misma posición, en silencio, disfrutando de la cercanía y del contacto.

—¿Estrenamos ya la "nueva cama"?— Propuso Hyunjin.

—Eso sonó raro, aunque si quieres estrenarla así como estoy pensando no me voy a quejar...— Sonrió con pillería.

Como ya había hecho miles de veces antes, hizo reír al mayor.

Entre risas, se sentaron en la cama, sabiendo que ambos estaban demasiado cansados después de toda la semana como para hacer lo que proponía Jisung.

—¿Te das cuenta de que seguimos haciendo y diciendo casi todas las cosas que hacíamos antes, solo que ahora lo que antes eran bromas van en serio?— Jisung rió.

—¡Es... es verdad...!— Hyunjin le miró sorprendido y rió.— ¿Es como si siempre hubiéramos sido novios pero no nos hubiésemos dado cuenta...?— No sabía exactamente cómo expresarlo, pero rió al pensar en la cantidad de veces que sus amigos habían bromeado antes sobre que parecían una pareja de recién casados.