Cervusdei [✓] [SagaJordfrin #1]

Capítulo 32

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Luna sostenía la carta de Lara escondida en el bolsillo de su abrigo, mientras Harry la rodeaba con su brazo. Ambos esperaban la llegada de los mellizos, a los cuales, Sofía debió ir a buscar.

Chris permanecía tranquilo, sentado frente a la chimenea, por la cual salía el brillo del fuego que iluminaba levemente toda la sala.

Los mellizos bajaron las escaleras seguidos por su tía, y todos se mantuvieron callados por un tiempo, hasta que Luna decidió romper el silencio.

—Quiero pedirles disculpas por mi reacción de hace un rato —dijo avergonzada.

—No te preocupes por eso Luna, fue normal que reaccionaras de esa manera —le dijo Sofía

Luna asintió—... Yo, leí uno de los libros que había en el estante —confesó sin más—, un diario pequeño, así que, no hace falta que me cuenten nada... Pero, quiero que me aclaren algunas dudas que tengo respecto a la historia.

—Por supuesto —asintió Chris poniéndose en pie y pidiendo bajar otra vez por la escotilla hasta la habitación con la puerta de hierro, para luego tomar asiento todos alrededor de la mesa, donde él prosiguió—. ¿Qué quieres saber?

—... Hace un tiempo, decidí intentar averiguar por mi cuenta lo que pasaba en este lugar, y traté de buscar información sobre el pueblo en internet, pero no apareció casi nada... No hablaba de celtas, ni de druidas, ni de criaturas endemoniadas, ni sacrificios, es... es que no decía prácticamente nada. ¿Por qué? Yo, de verdad necesito entender esto.

—Es algo completamente normal que te parezca extraño que no salga ninguna información sobre este lugar en internet... Somos algo así como un pueblo fantasma. Estamos, pero a la vez no.

Luna no comprendió lo que Chris le dijo. ¿Cómo que un pueblo fantasma? Eso no tenía sentido. ¿Verdad?

—... Sigo sin comprender.

—Lo que Chris quiere decir, Luna, es eso, somos como fantasmas —dijo Sofía—... Durante siglos el pueblo se mantuvo aislado del mundo exterior. No se tuvo contacto con nadie, salvo con Harris Venator, que como es obvio y ya debiste haberlo notado —posa su mano en el pequeño diario abierto sobre la mesa—, es nuestro antepasado. Él llegó a este sitio por una fuerza difícil de comprender, y esa misma fuerza lo hizo permanecer aquí.

—Ya sabemos que fuerza lo hizo quedarse... —mencionó Alison con un pequeño tono de gracia—... Amor, se enamoró locamente de Lara, si no, nunca se hubiera quedado.

— Está bien —Luna asintió levemente—... Comprendo que hayan estado aislados y todo lo demás —dijo ignorando el comentario de la peliazul—, pero es que ahora no es lo mismo que hace 400 años atrás, ahora la gente sabe sobre este lugar...

—No exactamente —interrumpió Alexis—, el mundo sabe y a la vez no sobre nosotros.

—Lo que mi hermano quiere decir —prosiguió Alison al ver el rostro confuso de Luna—, es que nadie sabe de nosotros realmente y los que lo saben lo olvidan, es parte de la maldición, te lo explicamos antes.

—Como dijo mi tía —continuó Alexis—, el pueblo se mantuvo aislado, sin que nadie supiera de su existencia, pero al finalizar la primera Guerra Mundial, todo fue diferente, ya que nos encontraron. Esa parte de la historia es muy complicada ahora, así que te la contaremos en otro momento, el caso es que la maldición nos mantiene aislados sin importar que. Las personas de afuera no saben de nosotros y si llegará a saber algo, lo olvidarían... La maldición nos persigue a los que nacimos aquí, no importa donde estemos.

—Pero, yo no nací aquí, si me fuera, olvidaría todo esto...

—La verdad no —interrumpió Chris—, está comprobado que si alguien de afuera conoce la verdad sobre este lugar, termina siendo maldecido. Yo conocí cuando era niño a un sujeto que murió en un accidente tratando de huir de aquí, ese hombre había descubierto demasiado, así que la maldición lo hizo morir, porque podría representar una amenaza.