Epílogo

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⊱◦◌◦⊰

Los dioses celtas siguieron vigilando a quienes alguna vez formaron parte de su pueblo. Después del sacrificio hecho por Luna, todo cambió. La historia se reescribió y ya nada fue como en el pasado. Otras catástrofes debieron ocurrir para compensar ese desequilibrio: guerras, epidemias, desastres naturales.

—¿Por qué Manred la querría viva? —cuestionó Morrigan.

—No lo sé —respondió el dios Dagda.

—En algún momento lo sabremos —dijo Danu—. Mientras tanto, dejemos que el tiempo se haga cargo de eso —se dio la vuelta para marcharse de ese lugar.

Junio de 2022:

—Luna.

—Luna...

—¿Luna?

—¡Luna! —gritaron Alison, Alejandra y Ana al mismo tiempo.

—¡¿Qué?! —dio un brinco sobre su asiento.

—¿Qué te pasa? —preguntó Alejandra mientras acomodaba su vestido de novia—. ¿No que tú me ayudarías con el peinado?

—Sí —se puso en pie caminando hacia ella—. Perdón.

Alejandra respiraba de forma nerviosa. Su boda había llegado después de tener que atrasarla el año anterior por causa de aquella terrible pandemia. Se sentó mientras miraba el hermoso maquillaje que Ana y Alison le habían hecho con mucho esfuerzo. Se veía hermosa.

—¿Por qué has estado tan pensativa Luna? —preguntó Ana pintando sus labios con un labial rojo vino, que combina a la perfección con su vestido.

—Sí —afirmó Alejandra—, tía Martha y tío Luis, mencionaron que habías estado muy distraída —dijo mientras miraba a la chica de ojos azules a través de espejo.

—¡Ya sé! —soltó Alison—. ¡Ya encontraste a un galán! ¡¿Verdad?!

—¡¿Qué?! ¡No! —respondió, mientras peinaba la suave cabellera rubia entre sus manos—... No es eso, solo que, me he estado sintiendo extraña últimamente.

—¿Estás embarazada? —cuestionó Ana dejando de acomodar su vestido.

—Ana, aquí la que menos oportunidad de embarazo tiene es Luna —Alison se miró en el espejo acomodando su cabello y observando su vestido de encaje negro—. Soltera desde sabrá dios cuando, además que no es de las que se acuesta con cualquiera como tú.

—¡Oye! —chilló—. Yo no me acuesto con cualquier —aclaró—, primero tiene que pasar mi radar.

—¿Qué radar? —preguntó Alejandra con curiosidad.

—Digamos que es un radar que los analiza de arriba hacia abajo y al que tenga menos de un siete no le enseñó ni una teta.

Rieron por su comentario y continuaron en los suyo. Mientras que del otro lado del lugar el futuro esposo también se reí, solo que por otro comentario.

—¿Por qué te pones así? —le preguntó Alexis a Owen—. ¿Aún te avergüenzas de aquel ridículo espectáculo?

—Claro que sí, pedazo de idiota.

—Es que aún no entiendo. ¿Cómo coño pensaste que Harry estaba interesado en mi hermana?

—¡Y que carajos sabía yo! —soltó molesto—. Nunca en mi vida desde que los conozco lo había visto con ustedes y de pronto lo vi muy cariñoso con tu hermana el día que me iba a declarar. ¿Qué querías que pensara?

—Sí, sé que Harry no viene mucho... Ya que como vive en Italia con mi tío Chris y con mi tía Sofía —se encogió los hombros—. Como mínimo ha venido aquí algún verano.

Cervusdei [✓] [SagaJordfrin #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora