Capítulo 43

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Jueves, 23 de enero de 2020:

La gran habitación llena de estantes permanecía iluminada por los leves destellos de la luz del día que entraban por los tragaluces. Justo al lado de uno de ellos se encontraba un hombre sentado junto a la mesa. Llevaba un grueso suéter color morrón oscuro.

-Ya viene, ya viene, ya viene... -murmuraba sin parar de forma nerviosa.

El sujeto no paraba de temblar. Y observaba a través de su lupa monocular su trabajo en miniatura con madera. Su gran barba oscura, estaba llena de aserrín al igual que su pelo. Sus manos rojas y ásperas sujetaban el pequeño trozo de madera.

Un grito se escuchó de fondo y él pareció ni inmutarse. Solamente seguía murmurando las mismas dos palabras.

Viernes, 24 de enero de 2020:

"Harris se sentía desesperado. No sabía hacia donde más ir. No podía encontrar ese maldito roble. En la biblioteca no había ningún mapa que indicara su paradero y por supuesto que nadie se lo diría.

Se había pasado días buscando el sitio por todo el bosque y nada, ya no sabía que más hacer. Parecía que el árbol se movía para no ser encontrado.

Su desesperación aumentó al notar que la noche comenzaba a aparecer. Miró por todos lados sin saber a dónde ir, entonces vio una luz extraña entre los árboles. Un ciervo que brillaba con destellos azulados lo miraba. Parecía estar en llamas.

La criatura se acercó a él, mirándolo fijamente. Caminó a su alrededor sin apartar la mirada de Harris. Se detuvo y caminó tras de él. Continuaba mirándolo fijamente.

Harris por algún motivo sintió que el espíritu pedía que lo siguiera y así lo hizo. No sabía que pasaría, sin embargo continúo tras él.

El ciervo por cada paso que daba, iba más rápido hasta que se perdió de la vista del chico. Él corrió hasta que llegó donde quería. El roble ya estaba frente a si, con esos cuerpos que se movían al compás del viento..."

[...]

La camioneta de los Venator se alejaba cada vez más rápido de la preparatoria. Los árboles pasaban. El cielo estaba nublado sin un rastro de rayos del sol.

-¿Te quedarás hoy en casa? -preguntó Alison interesada desde los asientos traseros.

-Sí, papá no quiere que me quede sola por nada del mundo -Luna.

-Entonces no irás con nosotros hoy primito -concluyó la chica de ojos grises.

-No, es todo vuestro ese loco -contestó Harry sin apartar la vista de la carretera.

-Te traeré recuerdos -sonrió Alison de forma macabra.

-Seguro habrá mucho que sacar -mencionó Alexis.

La camioneta se quedó en silencio, y Luna, un poco interesada en que harían esa noche los mellizos, decidió preguntar de qué se trataba.

-¿A dónde irán? ¿Algo en especial?

Harry miró de reojo a Luna y luego a sus primos desde el retrovisor. Los mellizos solo se miraron y Alexis habló.

-Hay un loco secuestrando personas -habló Alexis con voz suave, se podría decir que su actitud con los demás había estado suavizándose y era más relajada, ya no parecía estar molesto por todo-, y digamos que remplaza muchas de sus partes por piezas de juguetes.

-¿Juguetes?

-Sí -afirmó Alison tomando un poco de agua de una botella-. Ojos, cabello, brazos, pies, hasta senos y pues, bueno, otras cosas -volvió a tomar un sorbo de agua.

Cervusdei [✓] [SagaJordfrin #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora