Capítulo 45

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“Luna se había vuelto una niña otra vez y sus ropas le daban a entender que no estaba en su época.

Ella no lo recordaba, pero siempre estaba allí.  No importa lo que pasará, siempre iba a presenciar el cómo pasaban del odio al amor y del amor al odio.

Allí estaban en el centro del lago, los que provocaron la catástrofe en la que los habitantes de Cervusdei estaban viviendo. Un demonio sin alas, el cual haría cualquier cosa por conseguirlas, ya que eso es un símbolo de respeto entre ellos y un ángel que solamente había sido enviada con el objetivo de hacer el bien en la tierra.

Dicen que cada 100 años o más, un ángel y un demonio se enamoran. Pues digamos que es verdad. Ellos dos vivían peleando por cumplir sus objetivos, hasta que un día inesperado se dieron cuenta que algo más que el odio los unía.

Él estaba dispuesto a renunciar a su odio y ella a su paz. Pero al ser de mundos tan distantes se le haría complicado vivir su amor, así que tomaron una decisión: convertirse en humanos. Sin embargo, no sabían que su objetivo no podría cumplirse.

—Las historias no siempre están completas —dijo ella en un susurro...”

Luna abrió los ojos y salió del agua casi sin aire. Respiró hondo varias veces. Pétalos de flores se habían pegado a su piel y cabello, mientras que el agua caliente corría por su espalda, su pecho y su rostro.

Miró alrededor e intentó tomar sus pantalones desde donde estaba para agarrar su teléfono. Solo habían pasado 5 minutos, pero a Luna se hicieron eternos.

¿Su historia siempre fue verdad?

Dejó el teléfono a un lado y se acomodó en la tina otra vez. Miró la luz que entraba por la ventana y meditó con calma lo que había visto. ¿Qué significaba eso?

Dejó que los minutos pasaran. Recordó que en la historia que había inventado de niña, el ángel y el demonio tuvieron una hija, pero algo le dijo siempre que ese no era el final de la historia. Solo quiso pensar que vivieron felices para siempre después de eso.

Ya pasado el tiempo que Alison le había dicho salió de la tina y se envolvió en una toalla. A su teléfono llegó un mensaje de su novio diciendo que estaba en la entrada de su casa. Sonrió y bajó envuelta en la toalla por las escaleras.

Harry esperaba ansioso a que su novia apareciera. Ella abrió la puerta sintiendo el frío de afuera querer congelar las gotas de agua pegadas en su piel. El chico sonrió de forma picara al verla, para después adentrarse en la casa y lanzarse a sus labios. Ella lo abrazó por el cuello. Su corazón se volvía loco al tenerlo tan cerca.

—¿Ya nos tenemos que ir? —le preguntó ella en un susurro.

—No necesariamente —se acercó hasta su oreja—. ¿Por qué?

—Es que se me ocurrió que podríamos hacer algunas cosas antes de irnos —besó su cuello—. ¿Te parece una buena idea?

—Sí —sonrió—. Muy buena. ¿Y qué se te ocurre?

—No lo sé —rio desde su cuello—. ¿Qué te parece si me ayudas a terminar de bañarme?

—Se escucha muy bien eso.

[...]

Harry sostenía la mano de Luna mientras conducía de camino a su casa. Ella por su parte, se dedicaba a mirar las casas que pasaban, las cuales tenían colocadas muchas velas en sus ventanas. Además, también tenían puestas en las entradas la cruz que Alison le había enseñado a hacer.

Cervusdei [✓] [SagaJordfrin #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora