×D O C E×

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Sofía.

Desperté a causa de unos quejidos, y por lo incómoda que me sentía durmiendo en el suelo.

—Mamá... —sollozo. ¿Eh?—. Sácame de aquí por favor. —levante mi cabeza y me asome a la cama. No recordaba que mis amigos habían secuestrado a Jos Canela. Él estaba durmiendo, y al parecer tenía una pesadilla.

Me senté en la cama, y lo vi llorar. Eso me parte el alma. —Oye, pss —le dije—, tranquilo, no pasa nada.

— ¿Uh? —se talló los ojos, me miró asustado y se puso a mi altura—, por favor, no te conozco, no me hagas daño, déjame salir de aquí, por favor.

—No puedo, lo siento.

— ¿Por qué? ¿Qué te hice a ti o al cartel que perteneces? ¿Por qué me tienen aquí?

—A mi nada, no pertenezco a ningún tipo de carteles o bandas criminales, iugh —hice una mueca de desagrado—, y si te digo porque estás aquí, seguirás insistiendo en que te deje salir.

—Sea cual sea el motivo, ¿cuánto dinero quieres por dejarme salir? —arqueó su poblada ceja izquierda. ¿En serio? ¿Dinero?

—Nada, no me dejaré comprar.

—Y yo no me dejaré secuestrar, así que dime el precio y te lo daré en menos de una semana.

— ¡Que nada! Por lo pronto tú no saldrás de aquí.

—Bueno —dijo resignado. Comenzó a observar mi habitación y no me había percatado de que tenía posters de CD9 por doquier—, veo que eres Coder, eh.

—Uhm, si, pensé que te habías dado cuenta desde el principio.

—Todo el jodido tiempo me tuvieron dormido, luego me metieron a una caja y ahora estoy aquí, no supe cómo era tu cuarto.

—Oh, lo siento —dije apenada—. ¿Quieres desayunar?

—No.

— ¡Vamos! Tienes una cara súper demacrada, te enfermaras si no comes.

—Dije que no. —me miró serio, tratando de intimidarme y lo logró. Me levante de la cama y me acerque a mi closet.

— ¿No tienes ni una pizca de hambre?

— ¡Que no, joder! —gritó y se tiró boca abajo a la cama.

Tomé de mi closet ropa limpia y me metí al baño a tomar una ducha.

Cuando salí, me sequé con la toalla de baño, me coloqué mi ropa y saqué de mi estuche mi maquillaje; me pinte las pestañas y sobre los labios un poco de brillo labial.

Salí y vi a Jos dormido, volví al baño por mi estuche de maquillaje, tome las llaves, volví a salir y le puse candado al salir de mi habitación.

×××

— ¿Cómo quieres que mañana vaya a la escuela sin la preocupación de que Jos escape, eh? —dije a través de la línea telefónica. Estaba platicando con Adam sobre Jos, si aquí es un caos, ¿cómo será con los demás de CD9?

Cálmate —respondió—, en un rato te llevaré nuevas cerraduras, candados, de todo.

— ¿Y quién los instalará?

Pues yo, voy en una hora. —dijo y colgó. Idiota; no comprendo, ¿por qué hace todo esto?

Subí a mi habitación. Creo que ya es hora de tener una plática normal con Jos, digo, es mi sueño y lo estoy desperdiciando en pelear con él; en mi lugar, otra Coder diría: "¡Oh, lo voy a violar!", pero la verdad es que a la mera hora nos ponemos todas nerviosas y muy apenas les decimos: "Ho-hola, te amo con toda mi alma, ¿me sigues en Twitter?" y les damos un abrazo.

Secuestraron A Mi Ídolo ×J.C×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora