[Capítulo sin editar]
— ¿Cuándo fue la última vez que lo viste?
—Hace unas horas atrás, en mi habitación, habíamos discutido un poco.
—Me lo imaginaba. —se recargó en la isleta de la cocina y sacó su celular.
— ¿Qué haces?
—Le llamo a los chicos, duh.
—Deben estar dormidos y dudo que quiera venir. —me crucé de brazos y ella ya estaba tecleando unos números.
—Se que les dije cosas —se detuvo y apretó los labios— no muy buenas de ti, pero confío en que nos ayudarán. Además, nosotros provocamos esto de alguna manera y debemos solucionarlo.
Ella continuó con lo que hacía, mientras yo me ataba una coleta; me había ido al hospital en vano, pues mi tío ni siquiera había llegado.
Fui por mi celular a mi habitación, y al entrar el vidrio de la ventana de mi cuarto estaba hecho trizas.
Adam, seguro fue él.
Regresé a la cocina con Kate; el mueble de la sala aún seguía en el mismo lugar y Adán dormido sobre este.
—Este muchachito rompió el vidrio de mi cuarto —reclamé—, ¿pues qué tanto habrá hecho?
—Deja de quejarte, eso es lo de menos ahorita.
— ¡Me van a matar mis papás!
—Ya vámonos a buscar a José, le dije a Lili y se asustó mucho —se rio—, les avisó y ya vienen para acá.
— ¿Y qué hacemos con este? —apunté a Adán.
Sonrió maliciosa y tomó un vaso de la alacena, abrió el grifo de la cocina y llenó él vaso con agua. Se acercó a Adán y derramó el agua en su cabeza.
— ¡Un tsunami viene hacia acá! —ambas reprimimos una carcajada hasta que él reaccionó—. ¿Quién fue la que me echó el agua helada?
Kate se rio más fuerte aún, y se dio cuenta que fue ella.
—Nos tenemos que ir, anda Adán. —le dijo mi amiga.
Y arrastras lo sacamos de la casa.
—Iniciaremos con el parque de acá atrás, luego con el otro que esta por la avenida. —les indiqué y caminamos hacia donde había dicho.
Estaba oscuro, casi imposible de ver y aún así buscamos y no encontramos nada.
Luego de eso fuimos al siguiente parque, era extenso y un poco menos iluminado.A lo lejos se veía una sombra, una persona "hecha bolita".
Puede que sea él.
Puede que sea un vagabundo.
Puede que sea sólo mi imaginación.
Caminé hasta esa persona y claramente era un chico. Estaba detrás de él, y justo cuando le iba a hablar, se volteó.
Era él.
— ¿Jos? —tartamudee.
—Sabes, creí que sería fácil conseguir un "aventón", pero no es así. —me dijo sin mirarme a los ojos.
—Tenemos que ir a casa. —lo jale de su chaqueta pero estaba inmóvil.
— ¿A si que yo era tu regalo de cumpleaños? —lo miré sin entenderlo y continuó hablando—. Secuestremos a Jos Canela, ¡si! —hizo una voz chillona. Sabía a lo que se refería.
—Yo nunca acepté esto, simplemente llegué a mi casa y allí estabas tú.
—No lo creo.
—Pues no me creas y ya, regresemos a casa. —insistí.
Él se levantó del suelo y caminó a una dirección opuesta a la de mi casa.
Comencé a entrar en pánico, él se estaba yendo.— ¡Jos, regresa! ¡José!
Él ni siquiera volteaba, sólo seguía caminando.
¿Y si lo seguía?
¿Y si me vuelve a rechazar?
Odio ser tan indecisa, y cuando tomé la decisión y me eché a correr ya no había rastro de él. Todo estaba oscuro, no podía arriesgarme a tanto.
—Sofía... —habló Kate y me tomó del hombro.
— ¡No! Él se fue y yo no hice nada.
—Calmate, encontráremos una solución.
Adán llegó hasta nosotras, se veía un poco más sobrio pero eso no quitaba el apestoso olor a alcohol.
—Tal vez si vamos por este lado aun lo encontramos y...
—Ya es demasiado tarde —la interrumpí y miré a Adán—, y todo por tu maldita culpa. —le solté una fuerte cachetada dejándole colorada la mejilla.
Se sobo donde le había pegado y dijo: —Yo no me peleé con él.
—Pero le diste ideas, idiota. —golpeé su pecho y Kate intervino.
—Vamos a calmarnos, sí, los dos tuvieron la culpa pero ahora lo importante es ir a buscarlo.
— ¿A dónde? —pregunté—. Seguro ya consiguió transporte o ayuda. Mejor que Adán repare la ventana que me rompió.
— ¿En serio rompí la ventana? —se rio—. Perdón.
—Un perdón no reparará la ventana.
—Te pagaré la reparación, duh.
— ¿Y qué piensas hacer, uh? —habló Kate.
—Esperar a mañana.
Ella abrió los ojos a tope. — ¿En serio no piensas ir a buscarlo? —negué.
Después de diez minutos regresé a mi casa junto con Kate, y Adán a la suya.
— ¿Y dónde quedaron los chicos? —pregunté—. Te dije que no vendrían.
—Seguro Liliana les echó miedo. —chasqueó su lengua.
—Mis papás no tardan en llegar a casa. Buenas noches. —me giré boca abajo y me dormí
—Buenas noches. —me dijo ella.
Al día siguiente me levante sollozando, estaba tan acostumbrada a verlo tendido en el suelo con una cobija. ¿Y si le ocurrió algo anoche?
Debí haberlo buscado.
—Tranquilizate Sofí —acarició mi espalda—, te lo dije, debimos buscarlo en la madrugada.
—Y ese fue mi error, mi maldito error. No debí confiarme.
—Pero ya sabes, si amas algo dejalo ir y si no regresa...
La puerta se abrió interrumpiendo a mi amiga, dejando ver un chico con el cabello despeinado y pequeñas hojas de árbol encima.
—Nunca lo fue. —a completó la oración de Kate. Él tenía una mueca en el rostro, seguro no la pasó bien anoche.
— ¿Por qué regresaste? —fue lo único que se me ocurrió decir.
—No podía estar ni un minuto sin ti.
[...]
Se que me he tardado para actualizar, pero deberasss que esto de mis xv años estresa:v
Siento que me quedó muy marihuano este capitulo:v 🍃
¡Nos leemos en la próxima!👻
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Secuestraron A Mi Ídolo ×J.C×
Fanfiction¿Te imaginas que tus mejores amigos secuestren a tu ídolo? Los mejores amigos de Sofía secuestran a Jos Canela para dárselo como regalo de cumpleaños; pero eso podría traer muchos problemas. ©Copyright 2015 Todos los derechos reservados. Prohibido l...